09 febrero 2025

Los cimientos del mundo moderno: Ilustración y Humanismo



El mundo moderno en el que vivimos, se dio gracias a la Ilustración y al Humanismo, no gracias a ninguna religión, si fuera por varias de ellas, los domingos seguirían quemando 'brujas' y 'herejes' en las plazas públicas. Aunque algunos es lo que desean. 

La importancia del pensamiento crítico, la razón y el humanismo, son pilares de la sociedad moderna, y han permitido su evolución hacia un mundo basado en la libertad, la igualdad y el progreso. 

Recordemos que la Ilustración, movimiento intelectual del siglo XVIII, puso en el centro de su propuesta el uso de la razón y el pensamiento crítico para explicar y mejorar el mundo. Grandes pensadores como Voltaire, Diderot y Rousseau cuestionaron las estructuras tradicionales, denunciaron la superstición y abogaron por el conocimiento basado en la experiencia y la evidencia empírica. 

En paralelo, el Humanismo, que surgió durante el Renacimiento, promovió la dignidad humana y la libertad individual, revalorizando el pensamiento clásico y la capacidad de cada persona para razonar y decidir. Estas corrientes rompieron con dogmas y tradiciones que, en muchos casos, habían limitado el desarrollo del pensamiento y la ciencia. 

La transformación cultural promovida por estos movimientos no solo implicó avances en la ciencia y la política, sino también en la construcción de sociedades más tolerantes y abiertas. El humanismo y la Ilustración impulsaron la separación entre el poder religioso y el poder civil, lo cual fue determinante para el surgimiento de estados democráticos y sistemas jurídicos basados en derechos humanos, no en jerarquías nobiliarias respaldadas por un grupo religioso. 

La confianza en la razón, la lógica y la evidencia permitió la superación de prácticas arcaicas y violentas, como la quema de "brujas" y "herejes", que se utilizó como medio para imponer una visión oscurantista, dogmática y excluyente, que hoy tanto defienden y buscan reimponer los grupos de ideología conservadora. 

La religión ha desempeñado un cuestionable papel en la historia de la humanidad, pues su influencia no siempre ha sido positiva. Durante la Edad Media y el inicio de la Edad Moderna, ciertas instituciones religiosas ejercieron un control férreo sobre el pensamiento y la conducta social (El Oscurantismo), lo que derivó en terribles persecuciones. Los juicios de “brujería”, y la quema de herejes y libros “blasfemos” fueron, manifestaciones de un poder que se apoyó en la fe para legitimar acciones violentas y opresoras. 

Sin embargo, la religión también ha sido fuente de inspiración y consuelo para millones de personas, y en ciertos momentos históricos ha contribuido a la promoción de ciertos valores como la solidaridad, la caridad y la justicia. La crítica aquí expuesta se centra en denunciar aquellos momentos en los que la fe se utilizó para justificar la intolerancia y el autoritarismo, que lamentablemente, no fueron pocos casos. 

La transición hacia la modernidad no fue un proceso lineal ni exento de contradicciones. La evolución hacia sociedades más abiertas y democráticas se apoyó en la voluntad de romper con las tradiciones conservadoras que habían limitado el desarrollo del individuo. 

En este sentido, el Humanismo y la Ilustración sembraron las semillas de la libertad de pensamiento, de la crítica constructiva y del escepticismo frente a las verdades absolutas postuladas por los grupos de poder político-religioso. 

Hoy, en un mundo globalizado y tecnológicamente avanzado, aún resuenan las enseñanzas de estos movimientos. El cuestionamiento permanente, la búsqueda de evidencia y la defensa de los derechos humanos son, en esencia, el legado de una época que supo identificar los peligros del fanatismo y de la obediencia ciega. Aun cuando ciertos grupos anhelan un regreso a prácticas autoritarias y dogmáticas, la historia nos muestra que el progreso y el bienestar colectivo dependen de la capacidad de aprender de los errores del pasado y de valorar la diversidad de ideas. 

En definitiva, mientras las sombras del autoritarismo y la intolerancia pueden acechar en ciertos rincones, es precisamente el espíritu de la Ilustración y el Humanismo lo que ilumina el camino hacia una sociedad más justa, libre y abierta. Este legado nos recuerda la importancia de cuestionar, aprender y, sobre todo, defender el derecho a vivir en un mundo donde la razón prevalezca sobre la superstición y la opresión.

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08 febrero 2025

El progresismo "woke" no destruye la ciencia



El movimiento progresista “woke” (“despierto”) comenzó hace unos cuantos años con diversos activistas a favor de los derechos humanos y la diversidad, que luchaban abiertamente en contra de la opresión de los grupos racistas y conservadores de extrema derecha.

Por eso hoy los conservadores radicales de ultra-derecha, literalmente, odian tanto a este movimiento que los confronta directamente poniendo en duda y refutando los postulados que tanto promueven en sus plataformas de proyección, al grado de que algunos conservadores los acusan de “destruir la ciencia”.

Pero esto no es posible, sino todo lo contrario, pues si algo ha caracterizado a los movimientos progresistas, desde siempre, es que muchos de sus argumentos se basan en los datos duros verificables extraídos de la ciencia.

La crítica progresista ha llevado a revisar prácticas científicas que podrían estar influenciadas por sesgos culturales o de género. Esto ha resultado en metodologías más inclusivas y en una ciencia más representativa de la diversidad humana.

Por si fuese poco, el “progresismo woke” aboga por una ciencia que no solo avance el conocimiento, sino que también considere su impacto social. Esto incluye la ética en la investigación, la equidad en el acceso a los beneficios de la ciencia y el uso responsable de la tecnología. Algo que ha disgustado a muchos industriales y políticos conservadores de derecha que se quieren aferrarse a tecnologías ya casi obsoletas, como los combustibles no renovables, o que buscan censurar los grandes avances en alimentos transgénicos, o que están en contra de la vacunación.

Por si fuese poco, este movimiento se ha apoyado en la ciencia para promover más información sobre temas como el cambio climático, la salud mental, y los derechos humanos, utilizando la ciencia como herramienta para generar conciencia y así generar un auténtico cambio social.

Hay que saber que la actitud reaccionaria de los woke es el resultado de décadas de opresión y hostigamiento por parte de grupos radicales conservadores de derecha que no están dispuestos a permitir que alguien cuestione su ideología. Los conservadores sólo están cosechando lo que ellos mismos sembraron.

Pero de hecho, la crítica woke puede ayudar a identificar y corregir sesgos históricos en muchos temas, como el sesgo de género o racial, lo que puede mejorar mucho la calidad y la equidad en la investigación.

Hoy en día hay preocupaciones legítimas sobre la influencia de ciertas ideologías conservadoras (oscurantistas) en muchas materias, la clave para solucionarlo podría estar en encontrar un equilibrio donde se promueva un ambiente de investigación abierto, crítico y diverso sin comprometer la objetividad científica.

Es importante mantener un diálogo continuo, crítico y constructivo sobre estos temas para asegurar que la humanidad y la ciencia avancen de manera que sea tanto justa como certera. Pues la humanidad sólo podrá avanzar correctamente de la mano de la ciencia, pero si algunos buscan aferrarse a ideas caducas del pasado, las confrontaciones podrían seguir y llegar a empeorar.

Que todos tengan un bello y desmitificante día.

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22 enero 2025

¿Ya no es rentable tener hijos?



La decisión de no tener hijos puede estar influida por una variedad de factores personales, sociales, culturales y económicos. Esto a menudo esto se relaciona con reflexiones profundas sobre el impacto de la maternidad o paternidad en su vida, en el mundo y en la sociedad. 

Y no estamos hablando de personas narcisistas, como algunos creen. Muchas de estas personas son buenas, y están realmente preocupadas por el grave deterioro del medio ambiente, un gran problema real y un peligro para todos; por lo que consideran que traer más personas al mundo podría aumentar el impacto ambiental.

Problemas como la desigualdad, la inestabilidad social, la aparente violencia imparable, y la incertidumbre económica pueden hacer que algunos piensen que el futuro no será ideal para criar más hijos. 

Por si fuese poco, estas personas suelen ser mucho más empáticas y conscientes de los desafíos de la crianza. Pueden sentir que no es responsable tener hijos si no pueden garantizarles una vida plena y feliz, pues recordemos que existir no es lo mismo que vivir plenamente. 

Algunos optan por ayudar a los demás, como por ejemplo adoptando, apoyando comunidades o dedicándose a causas altruistas, en lugar de enfocarse en formar una familia biológica. Algo que tiene mucho más valor moral que el estar pariendo hijos como conejos. 

En la actualidad, el valor de la vida no está ligado a la paternidad o maternidad. Muchas personas encuentran un propósito mayor, y más satisfacción en otros aspectos de su vida, como sus relaciones, carreras profesionales o proyectos personales.

La sociedad ha evolucionado y ahora es más racional decidir no tener hijos, lo que abre espacio para reflexionar sobre esa opción. Tener hijos no es obligación de ninguna pareja, eso debe ser una libre elección tomada por voluntad propia. 

Criar hijos requiere una gran inversión emocional, financiera y de tiempo. Muchas personas quieren evitar traer hijos al mundo si no sienten que pueden ofrecerles todo lo que necesitan. Y eso no es narcicismo, sino todo lo contrario. Estas personas están valorando la buena calidad de vida por encima de una paternidad irresponsable.

Por si fuese poco, algunas personas se sienten incómodas perpetuando sistemas que consideran problemáticos y obsoletos, como el consumismo o las dinámicas laborales que dificultan la conciliación de la vida familiar y profesional.

¿Por qué hacer hincapié en que estas personas no son malas? Porque para los fanáticos de ideologías oscurantistas conservadoras, estas personas son las malas y narcisistas, porque no ven a la familia como una fábrica de tener hijos, y a las mujeres como simples máquinas para hacer bebés, como ellos así lo ven. 

La humanidad no se va a extinguir porque algunos no tengan hijos, se va a extinguir por el consumismo desmedido de nuestro mundo. Y eso es una realidad palpable y tangible. Y no nos referimos a personas de conducta “ecoísta”, esas que anteponen las necesidades de los demás a las suyas, pero de forma patológica. 

Por eso mencionamos que estas personas son buenas y reflexivas, pues suelen pensar en el bienestar colectivo, y en los impactos a largo plazo de sus decisiones. Optar por no tener hijos no implica que sean menos amorosas o que no valoren la vida; más bien, refleja una forma diferente de expresar su cuidado y compromiso con el mundo.

Pues comprendieron que es mucho más importante dejar un buen legado a la sociedad, que el hecho de sólo dejarle más bocas que alimentar. 

Ahí se las dejo de tarea.  

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03 enero 2025

Los beneficios de los juegos de mesa


En la actual Era Digital, para muchos es fácil perderse en la pantalla del celular para olvidarse del mundo, pero dejan de lado el gran valor de la interacción social y el entretenimiento analógico.

Los juegos de mesa, de estrategia y los del rol (RPG) ofrecen una gran alternativa emocionante y muy beneficiosa para personas de todas las edades. Te invito a explorar, junto a mi, los beneficios de los juegos de estrategia y los juegos de rol, dos categorías que destacan en el mundo de los juegos de mesa.

Los juegos de estrategia, como el ajedrez, el Risk, Monopoly o el Catan, requieren mucho ingenio para la planificación, el análisis y la toma de decisiones. Estos juegos de mesa ofrecen numerosos beneficios, como la mejora de la inteligencia para la resolución de problemas, pues fomentan el pensamiento analítico, una habilidad esencial en la vida real.

También desarrollan la planificación y la anticipación, pues los jugadores deben anticipar movimientos de los otros jugadores y así planificar sus estrategias, lo que mejora su capacidad para pensar a futuro. Además, pueden ser una forma emocionante de competir con amigos y familiares, promoviendo una actitud positiva hacia la competencia.


Por otro lado, los juegos de rol, como Dungeons & Dragons o Pathfinder, permiten a los jugadores sumergirse en mundos imaginarios y asumir roles diferentes. Estos juegos ofrecen beneficios únicos, como el desarrollar la creatividad y la imaginación, pues los jugadores deben crear y desarrollar personajes y sus historias.

Por si fuese poco, los juegos de rol requieren colaboración, comunicación y negociación, lo que mejora las habilidades sociales de los jugadores. Al asumir roles diferentes con sus personajes, los jugadores pueden desarrollar una mayor empatía y comprensión hacia las perspectivas y experiencias de los demás.

Como un dato adicional, los juegos de rol incitan a la lectura de literatura épica de fantasía y ciencia ficción, con los consecuentes beneficios de la promoción de valores y virtudes humanas por medio de sus héroes, características de este tipo de literatura.  

Hay distintos estudios científicos sobre los beneficios de los juegos de mesa, especialmente los juegos de estrategia y los juegos de rol, que ofrecen una variedad de beneficios que van más allá del simple entretenimiento.

No podemos olvidar los que hacen una mezcla de reglas de ambos, como Hero Quest, Boss Monster, Hero Realms, Calabozo y 5 Minutos en el Calabozo, que son una combinación de juegos de estrategia y de rol, en los que se necesita de mucha inteligencia para salir victorioso de sus campañas.   

Estos juegos pueden mejorar nuestras habilidades cognitivas, sociales y emocionales, mientras nos permiten disfrutar de momentos divertidos y memorables con amigos y familiares. Así que quítales el celular a tus niños y enséñales a jugar juegos de mesa, para que desarrollen su ingenio y creatividad, y que además puedan vivir sanas aventuras en todos los mundos a los que su imaginación los pueda llevar.

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