12 junio 2021

Adoctrinamiento ideológico y fanatismo



Es curioso, y triste al mismo tiempo, ver a algunos supuestos "cristianos" de distintas denominaciones aferrarse a ciertas mentiras para defender algunas de sus supuestas ideas, e incluso algunas creencias erróneas, y esto lo hacen, según ellos, con tal de no dudar de su “fe”. Debemos de recordar que la “fe ciega” es una mentira por si misma, que despoja a la persona de su humanidad y la cosifica con vileza.

Pero tenemos que reconocerlo, para algunos es difícil, y hasta peligroso, renunciar a una fe, debido al enorme rechazo que luego sufren por alejarse de estas doctrinas, un ejemplo de ello son las comunidades de Testigos de Jehová. Para ellos el libre albedrío es un espejismo.

Sin embargo, el libre albedrío no es un espejismo, es una cualidad natural de todo ser humano, del cual sólo puede ser despojado al ingresar a muchos grupos sectarios que se dedican al adoctrinamiento sistemático y sumisión mental utilizando sofismas muy elaborados. Para ejercer el libre albedrío prudentemente, uno se debe de acercar al conocimiento del mundo real, a lo constatable y verificable, pero sobre todo alejarse de las creencias sesgadas.

Algunos incluso llegan a dudar del libre albedrío, púes según ellos, por esa misma razón no debería existir el adoctrinamiento infantil, pues de ese adoctrinamiento quedan residuos difíciles de identificar y eliminar.

El adoctrinamiento infantil se da porque los pequeños no tienen el conocimiento, ni la madurez racional, para diferenciar correctamente lo que es falso de lo real, lo bueno de lo malo; pero al llegar a la edad madura sí es corregible, incluso por medio de terapia psicológica. Sólo por mencionar un ejemplo, hay muchos casos de exalumnos de colegios religiosos que ahora son felices y sanos agnósticos en su vida adulta.

Creer ciegamente en los "libros divinos" escritos por simples humanos, como si se tratara de un dios, erosiona el razonamiento y nubla la empatía natural. La fe ciega no es ninguna virtud, todo lo contrario, es una idea irracional e irresponsable que debemos erradicar para el bienestar de la sociedad.

Debemos de recordar que hoy en día todavía existen agrupaciones político-religiosas que se dedican a promover ideas de odio en contra de la comunidad LGBT y contra de las mujeres, porque las libertades y derechos de estos grupos de ciudadanos choca con sus ideologías religiosas. 

Y si hay algo que nos ha enseñado los hechos recientes en todo el mundo, es lo siguiente: Si tus creencias religiosas te hacen odiar y despreciar a las personas que son distintas a ti, que no cuadran con esas creencias, entonces tu dios no existe.

Porque si “la palabra” de un supuesto dios en lugar de generar paz y amor, genera odio y rencor en el corazón de sus más fieles seguidores en contra otros ajenos a sus ideales, entonces su palabra no es divina, ni tampoco es un dios, en realidad sólo es simple mitología, que necesita ser creída para ser “cierta”. 

No podemos permitir que creencias mitológicas sometan las leyes, mucho menos que censuren las libertades y derechos humanos. Se supone que la Edad Media y el Oscurantismo ya lo habíamos dejado en el pasado. Es vergonzoso que falsos movimientos “próvida” promuevan el odio de género y atenten contra la libertad de las mujeres. 

Ahí se los dejo de tarea.

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11 junio 2021

Mirar al pasado con la luz del presente



Algunos individuos, que se les podría calificar de “conservadores” o incluso como fanáticos, se aferran a ideas del pasado, traídas de épocas muy antiguas, de tiempos en donde la idiosincrasia y la cosmogonía eran muy distintas a la actual.

De esas creencias han surgido las actuales ideologías del odio, ese fundamentalismo radical y divisionista que desea separar a la sociedad en sectores distintos, ajenos unos de otros, para tenerles dominados y sumisos bajo ciertos dogmas prestablecidos y manipulados al antojo de líderes oligárquicos.   

Por eso, todos tenemos que saber algo: Se juzga el pasado a la luz del conocimiento del presente. Esto es lo correcto. Por eso se puede diferenciar lo correcto incluso de lo irracional. Por eso hoy sabemos que quemar “herejes” en el pasado era una atrocidad, y que creer en la astrología o “videntes” es algo ilógico.

Lo correcto, lo lógico y lo racional, es juzgar el pasado bajo la luz del conocimiento actual. No se puede justificar atrocidades, mucho menos maquillarlas. Es una cuestión de honestidad y franqueza; o en otras palabras, es una cuestión de valores y virtudes humanas. Así hoy podemos ver porque algunos querían imponer ideas erradas como la idea de que la Tierra era plana o que ser gay es “malo”.

Algunos que no saben de estos temas, dicen que eso es un anacronismo, pero no lo es. Situar cosas en un período de tiempo que no corresponde, eso sí es un anacronismo. Pero en temas científicos o filosóficos lo mejor (lo correcto) es juzgar con el saber actual, porque gracias a ello se logra progresar en esas materias, y tenemos mucha evidencia que así lo confirma, desde los aviones, los robots hasta los derechos humanos.

Algunos confunden el anacronismo con el “presentismo”, que es el reprochar no hacer algo a gente del pasado cuando no tenían forma de saberlo. El analizar cosas que realmente pueden estar ya obsoletas, aplica totalmente y sin ningún reproche, pues es totalmente válido, pues eso es lo que genera el avance en esas materias.

“Reprochar enfermedades que los colonos pegaran a indígenas en América es presentismo porque en aquel entonces no se tenían conocimientos exhaustivos de epidemiología. Pero condenar la violencia gratuita es legítimo, porque ahora y hace 5 siglos se condenaban tales ataques”, nos menciona Óscar Teixidó, especialista en tecnología agroalimentaria y bioética, quien además es estudiante de maestría de la Universidad de Lleida.

Pero algunos necios e incultos en el tema alegan "¿Por qué las leyes protegen al ciudadano contra la retroactividad de las mismas? Ninguna ley nueva puede aplicarse en crímenes del pasado”. Una cosa es juzgar penalmente, y otra muy distinta hacer un análisis crítico de los hechos pasados; además eso que alegan sería en cierta forma "presentismo", un sofisma por si mismo, algo que es netamente erróneo, ilógico e irracional, además de injusto. De hecho gracias a este tipo de análisis se evita esas incoherencias.

Un enorme agradecimiento a Óscar Teixidó, por haberme ilustrado tanto en este tema; uno nunca deje a de aprender, y da gusto ver como los jóvenes se siguen interesando en estos temas.

¡Que todos tengan una muy bella y desmitificante noche!  

09 junio 2021

La masa inculta o el voto inteligente



Es estos tiempos que acabamos de tener elecciones a nivel local y federal hemos vuelto a ser testigos de lo que algunos consideran “el voto de la masa inculta”, lo que daría por resultado caer en la oclocracia, que es el gobierno de la gente inculta y rencorosa, o en la idiocracia, el gobierno de los idiotas. 

Pero también fuimos testigos del voto inteligente e informado, ese que busca a los mejores candidatos, o los menos peores, para la ciudadanía. No es un voto de castigo como algunos creen, es un voto estratégico pensando en el bienestar de la sociedad en la que vivimos. Es cumplir cabalmente con nuestro deber cívico. 

Nuevo León y Monterrey fueron ejemplo de eso, los ciudadanos ya no apoyaron a los candidatos de los clásicos partidos políticos que siempre se disputaron el poder por décadas en la entidad; ahora le dieron la oportunidad a caras nuevas y frescas, con la esperanza de que traigan una auténtica renovación progresista que se necesita con urgencia. 

Las políticas viejas e ideas obsoletas que el gobierno central intenta imponer en el país son lo que mantuvo estancado al país por más de 70 años. Y en estas elecciones la ciudadanía de pensamiento libre dejó de manifiesto que ya no cree en esas creencias del siglo pasado. 

No falta el político demagogo que ahora acusa a los medios de comunicación de haber hecho campaña sucia contra sus ideales, cuando en realidad solamente mostraron lo que todo mundo debería de saber, sin alabar a funcionarios públicos, sin ser lambiscones. Fue un limpio desenmascaramiento. 

El problema ahora es que muchos de los elegidos al servicio público tendrán en contra a los congresos locales y federales, que todavía pertenecen a los antiguos partidos políticos de la vieja guardia. Aunque esperemos que dejen de actuar por sus intereses particulares y se pongan a desquitar su sueldo, y legislen a favor de la población, a defender sus derechos y a refrendar sus libertades. 

No necesitamos una nueva revolución en México si todos los políticos se ponen a hacer su trabajo, a servir al pueblo, dejar de buscar el enriquecimiento desmedido y optar por la corrupta avaricia de la que muchos hacen su principal perfil. 

Si la gente sigue votando por políticos corruptos, que se ha evidenciado y hecho público que son corruptos, es que esa misma sociedad es corrupta. Ni como hacerle, hasta que los actos de corrupción y el crimen los alcanza a ellos mismos, es cuando se ponen a reclamar lo que deberían haber reclamado desde el principio. 

Pero así es la cultura de muchos, es mocha y “valemadrista”, al cabo que “no pasa nada”, como creen algunos, pero sí pasa mucho a final de cuentas, y luego terminan llorando cuando la sangre de sus seres queridos llega al río. 

Si queremos tener servidores públicos de calidad, honestos y decentes, tenemos que ser ciudadanos de calidad también nosotros, no podemos exigir lo que no estamos dispuestos a dar, así de sencillo. Si eres tranza, no llores ni reclames si te tranzan, tú te lo buscaste; pero si eres de los buenos ciudadanos que sí aporta cosas de valor a la sociedad, estas en tu total derecho de exigir a los funcionarios que cumplan con su obligación. 

Esperamos que Monterrey y todo Nuevo León prospere por el bien de todos, que dejemos a un lado las ideologías políticas que alimentan la corrupción, la miseria y la mediocridad que varios intentan que siga prevaleciendo en el país. 

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