31 julio 2020

Aborto e ideologías de odio


México ha dado un paso atrás en la lucha de los derechos humanos al no permitir la legalización del aborto en Veracruz. Este lamentable hecho dejó a las mujeres a la merced de la clandestinidad y malos manejos a los que se dan en las clínicas clandestinas en las que se siguen realizando estos procedimientos.

Pues como se sabe, las mujeres no van a dejar de abortar solo porque prohíba legalmente el aborto, las mujeres de las altas esferas políticas y financieras seguirán abortando en lujosos hospitales privados, mientras que las pobres seguirán haciéndolo en sitios sin las medidas sanitarias, ni higiénicas, necesarias para un procedimiento de este tipo.

De nuevo las supersticiones y las ideologías de odio se impusieron sobre los derechos de las mujeres en México, como ya ha ocurrido en el pasado. Lamentablemente esto es lo normal aquí, pues los grupos de poder político-religiosos siempre optarán por sus ideologías en lugar de defender los derechos y libertades de los ciudadanos.

La vida existe desde la formación del óvulo y el esperma. Entonces ¿debemos prohibir la menstruación o la masturbación? El cigoto no es un ser humano, el embrión no es un individuo, el feto no es una persona. La biología no miente ni engaña, eso ya está claro. Pero la posverdad, la falsedad y la tergiversación siempre estarán a la orden de esos grupos para atropellar los derechos de los demás.  

Lamentablemente los grupos que prodigan las ideologías de odio contra las mujeres, contra la comunidad LGBT, contra el aborto, etcétera, siempre lucharán para que sus ideas sean puestas por encima de los derechos y las libertades de los que no sigan sus mismas creencias. Como dato curioso, que ya hemos denunciado antes, en esos grupos se les enseña a odiar, y a despreciar, a quienes no sigan sus mismas creencias.  

¿Esos "valores" les inculcan a sus hijos? Por eso los padres no tienen derecho a cosificar a sus hijos como simples sujetos de perpetuación de ideas erradas. La sociedad no tiene porque someterse a ideologías de odio. El creer en algo no lo hace real.

Esos grupos defienden el llamado “pin parental” como estandarte de batalla, pero los padres no tienen ningún derecho a vulnerar los derechos y libertades de los hijos por sus creencias o ideologías de odio. Ellos alegan que "Los padres tienen el derecho de educar a sus hijos bajo sus principios morales y religiosos, como ellos quieran".

Pero no es como se quiera, eso es justificar la mediocridad y la miseria. Es como se debe y tiene que ser. Si los padres son ignorantes no tienen derecho a heredarles eso a sus hijos. Los padres y madres de familia no tienen ningún derecho a inculcarles ideologías de odio a los niños, ni a coartar su derecho a la instrucción científica.

Si los padres son ignorantes no tienen derecho a heredar su ignorancia a sus hijos. Los derechos de los niños están por encima de la "autoridad" de sus padres.

Si a eso vamos, también deberíamos de prohibir la instrucción religiosa en menores de edad, ya que el inculcarles mitología e ideologías de odio como si fueran algo real debería estar prohibido, pues la mente infantil no debe ser usada para perpetuar falsas creencias.

Datos duros mata opinión, o lo que es lo mismo “la verdad los hará libres”. 

25 julio 2020

Datos duros derrotaron al dióxido de cloro


Debemos de recordar esto siempre: No importa quien lo diga, no importa que muchos lo digan, si no tienen evidencias sustentables, lo que ellos digan no importa. El dióxido de cloro no cura el SARS-CoV-2. Decir que el dióxido de cloro cura el coronavirus, es tan falso como decir que yo, a mis 45 años, me mantengo sano y fuerte gracias a los cuarzos.

A pesar de que varios personajes, oscuros y necios, que salen en distintos medios de comunicación defendiendo los supuestos beneficios del dióxido de cloro o “MMS”, gracias a la insistencia de muchos de nosotros, se apeló a los hechos reales y se hizo justicia, y ahora este peligroso producto ya está totalmente prohibido en México. 

La COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) dio a conocer que no ha autorizado ningún registro sanitario de medicamentos que contenga en su formulación la sustancia denominada Dióxido de Cloro, Clorito de Sodio o sus derivados, por lo que su uso representa un riesgo a la salud de las personas. No se cuenta con ningún estudio o investigación real que validen su seguridad o efectividad, ni que avalen su uso clínico.  

La autoridad federal ha dado la indicación de levantar una Denuncia Sanitaria en dado caso de que en algún establecimiento de atención médica se ofrezca este producto como si fuera una alternativa en el tratamiento de cualquier enfermedad, así también podrá ser denunciado cualquier establecimiento que ponga a la venta dicho producto, por lo que se invita a la población a reportarlos ante esta autoridad sanitaria federal para que los responsables sean debidamente procesados. Esperemos ver muy pronto caer los primeros arrestos y sanciones por esta medida. 

Como ya se ha dicho dicho, pues está ampliamente documentado, el dióxido de cloro es un gas toxico que es utilizado como blanqueador en la fabricación de papel, que también se usa en el proceso de tratamiento del agua, pero al mezclarse con el agua reacciona para formar iones de clorito.

Estas sustancias químicas son altamente reactivas, y al ser ingeridas por una persona pueden llegar a provocar desde irritación en la boca, el esófago y el estómago, causando náuseas, vómito o diarrea, hasta serios trastornos cardiovasculares y renales. Por lo que no se recomienda su consumo.

Nunca han faltado los que han intentado lucrar con la ignorancia y la desesperación de las personas en estas situaciones tan críticas como las que estamos viviendo por esta pandemia, pero no debemos de dejarnos arrastrar por los truhanes de la mistificación de estos falsos productos milagro, escudándose en pseudo-ciencia para engañar a los incautos.  

No importa que un astronauta diga que existen los extraterrestres, no importa que un “vidente” diga en los medios que va a temblar o caer un asteroide en alguna parte. Si no tiene evidencias verificables, no importa lo que diga, es falso.
Que todos tengan una muy bella y desmitificante tarde.  

20 julio 2020

El peligro de las falsas medicinas en esta pandemia

En esta pandemia varios productos han surgidos del ingenio de los mercaderes sin escrúpulos y de las ganas de aprovechar el temor de la gente. Los promotores de esos productos alegan que pueden protegernos eficientemente del coronavirus, o incluso, que algunos de ellos pueden llegar a curar al terrible SARS-Cov-2. 

En varios países se está comercializando una sustancia llamada dióxido de cloro al cual falsamente se le ha inventado la fama de ser una cura efectiva en contra del Covid-19 y para otras enfermedades o padecimientos. Pero en realidad este compuesto químico, que en estado natural es un gas toxico, se utiliza para la desinfección de alimentos y objetos, también se usa para la eliminar el moho, incluso para la desinfección del aire y control de olores, también es utilizado para limpiar albercas y la potabilización del agua. 

Pero es muy distinta una función desinfectante a una función antiviral o antibiótica. Un desinfectante para funcionar y eliminar bacterias, hongos o virus tiene que estar íntegro, sin haber sido procesado por el organismo. En cambio un medicamento antibiótico o antiviral está diseñado para funcionar después de haber sido procesado por nuestro organismo. 

El verdadero riesgo como lo dijo el gran Hipócrates está en la dosis, ya que a concentraciones adecuadas funciona como un excelente desinfectante de las situaciones antes descritas, pero a altas concentraciones se vuelve tóxico y pone en riesgo la salud e incluso la vida del usuario.  En Estados Unidos (EUA) se tiene registro de casos muy lamentables de madres que dieron a consumir a sus hijos esta sustancia disuelta en agua, para “curarlos” de autismo, con muy lamentables consecuencias. 

En varios países se está comercializando una sustancia conocida como “MMS” (Miracle Mineral Solution) que según afirmaciones de los timadores que la venden “puede llegar a curar al SIDA y al cáncer”, algo que es totalmente falso. Esa sustancia en realidad tan sólo se trata de hipoclorito de sodio, que es el mismo “cloro de uso comercial” que las personas compramos y usamos para lavar ropa blanca o desinfectar verduras, trastes sucios u otros objetos. Es un simple desinfectante, no es un antibiótico, ni un antiviral. 

Esta sustancia puede ser muy dañina para el cuerpo humano si se llega a consumir en proporciones altas, al mismo tiempo que también puede ser totalmente inocua e inservible si se disuelve totalmente en agua. Por lo que en ambos sentidos no es recomendable su consumo, pues si se hace en alto porcentaje puede dañar muy gravemente al organismo, y si se hace muy diluida no sirve para nada. No hay un punto medio en esta ecuación química con este producto. Por eso cuando se desinfecta verduras con este compuesto se recomienda enjuagarlas, para eliminar todo rastro químico de ellas. 

Las personas que comercien con este tipo de “productos milagro” que ponen en riesgo la salud de las personas deben de ser denunciadas a las autoridades, para que sean arrestadas y reciban el castigo que merecen. 

También existe otro tipo de productos que lo promocionan como si pudiera protegernos del coronavirus y otros microbios peligrosos, son las llamadas “tarjetas antivirales”. Según su publicidad, estas tarjetas, que son para traerse colgadas al cuello como si fuera un gafete, te deberían de proteger de virus, hongos y esporas. Estas tarjetas se hicieron muy famosas en Perú, pues decían que eran fabricadas con tecnología japonesa, pero dejan mucho que desear en realidad. 

Se supone que estas tarjetas están compuestas de clorito de sodio (hipoclorito de sodio), beta-ciclodextrina, alfa-ciclodextrina, propilenglicol, celulosa de sodio carboximetil, estereato de magnesio, bicarbonato de sodio y ácido cítrico. 

Según dice en sus especificaciones técnicas, la tarjeta funciona por medio de la combinación del agua y el dióxido de carbono que se encuentra en el aire, y hace que se produzca una pequeña cantidad de dióxido de cloro, que como ya dijimos es un gas, y que así previene la producción y la reproducción de patógenos que se encuentren a su alcance. Pero para empezar, los microbios no “respiran” igual que nosotros, y si liberan ese gas, sería arrastrado por el aire, anulando su efectividad. 

Sin embargo, por otro lado, está ampliamente documentado los efectos tóxicos y nocivos de los gases del cloro en las personas, por lo que estaría de más mencionarlos aquí. Solo por mencionar un dato, los gases del cloro fueron utilizados en la Primera Guerra Mundial como arma química. 

No debemos de caer en los engaños de gente que quiere lucrar con el miedo y la desesperación de las personas durante esta pandemia, debemos de reconocer que los productos desinfectantes no pueden cumplir funciones de antibióticos ni de antivirales, pues no están diseñados para funcionar así, los desinfectantes sólo actúan a nivel superficial, mientras los antibióticos y antivirales funcionan a nivel orgánico y celular. 

Ante estos temas debemos de consultar a profesionales de la salud como médicos especialistas o a químicos farmacobiólogos, y no dejarnos engañar por gente que no sabe nada de biología ni de química. 

Tú salud está en tus manos, no la pongas a disposición de farsantes que te quieren vender productos que no sirven y que pueden poner en riesgo tu salud.  
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18 julio 2020

No les interesa su salud, ni morir


En definitiva, si las personas no entienden la gravedad del estado actual que tenemos de la pandemia en México, muy pronto nos podríamos enfrentar a escenas dantescas como las que se presentaron en Italia o en Perú, en dónde hasta había muertos por coronavirus tirados en la calle a las afueras de las casas. 

La irresponsabilidad de estas gentes que salen al parque a jugar futbol o a trotar y hacer ejercicio en bicicleta en ciudades como Monterrey, Guadalupe, San Nicolás o San Pedro, es por su misma ignorancia; y es que los ignorantes son felices siempre, pues desconocen los riesgos a los que se enfrentan al salir a la calle sin el tapabocas. La policía debería de llamarles la atención a todos esos. 

Es muy lamentable ver como ya se ha relajado mucho las medidas de higiene y sanitización en muchos negocios y en hogares, como si esto ya hubiera pasado y fuera un mal recuerdo. Al día de hoy, en México, prácticamente todos sabemos de algún familiar o conocido que ya se ha infectado por el Covid-19. Y aún así hay gente, muy inculta e ignorante, que sigue creyendo que esto es una conspiración o un engaño de los gobiernos o de grupos secretos de poder. 

La ignorancia es un mal que echa raíces muy profundas y peligrosas en la población, tan solo recordar acontecimientos ocurridos en Chiapas en donde un grupo de pobladores protestaron diciendo que la pandemia era una invención de Bill Gates. En España se hizo famosa una protesta en donde un “gurú” de la mistificación y sus fanáticos seguidores acosaron vilmente a una valiente periodista científica que los enfrentó. Si esto fuera un tipo de purga planeada por supuestos grupos de elite, ellos hubieran sido los primeros en caer infectados. 

En Estados Unidos de América varios grupos antivacunas han hecho protestas en contra el uso del cubrebocas, pero ellos mismos ya han caído víctimas de esta enfermedad por no usarlo, y ahora se arrepienten al ver su error. La naturaleza no perdona, nunca. Y no tardaremos ver a muchos más de esos que protestan contra las medidas sanitarias caer victimas de sus propios actos, y de sus creencias. 

Las creencias matan, sí, y a lo largo de la historia de la humanidad las creencias han matado a mucha gente inocente, junto a varios miles de necios incultos que no quisieron reconocer que estaban en el error y no siguieron las medidas lógicas y racionales para afrontar los males que lea asolaron en su momento. 

Hemos visto incluso a pastores cristianos, evangélicos y sacerdotes católicos morir por este coronavirus. Las creencias religiosas tampoco te pueden proteger de una enfermedad real, la idea de abrir templos e iglesias clandestinamente en estos momentos es condenar a sus feligreses a una posible infección que pondría en gran riesgo a sus comunidades. 

Hoy es el momento de dejar de hacer caso a nuestras creencias e ideas, hoy tenemos que hacerle caso a la ciencia, por encima de lo que pensemos, la ciencia es la única salida posible de este gran problema que padece la humanidad. El desarrollo de la vacuna debería de ser la prioridad en todos los países con laboratorios capaces de ello. 

Si queremos que la humanidad de su siguiente paso en la historia en este mundo, tendrá que ser de la mano de la ciencia. O muchos pasarán a ser sólo un recuerdo de lo peligroso que es la ignorancia en una mente necia. 

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09 julio 2020

En opinión de los ignorantes

Ahora muchos dicen saber de medicina, neumología y hasta de farmacología con esto de la pandemia del Covid-19, causante del terrible SARS-CoV-2, que tantas muertes ha causado en todo el mundo. Muchos se han puesto a recomendar supuestos tratamientos que ayudan a «curar» esta terrible enfermedad. Pero ¿tiene idea de lo que están haciendo?

Algunos han tenido la ocurrencia de recurrir a la acupuntura o a la homeopatía para tratar este padecimiento, y como todos deberíamos de saber (al menos los que sí terminamos la preparatoria o que tenemos ciertos estudios de ciencias naturales), esos «tratamientos» no funcionan para enfermedades reales.

Hacer gárgaras con limón y bicarbonato de sodio tampoco funciona, pues es una enfermedad viral que invade todo el sistema respiratorio, no sólo está en la boca o en la garganta, además de que no existe la más mínima evidencia de que eso funcione para contrarrestarlo.

Es abrumante como hay gente tan inculta que todavía que cree que los termómetros infrarrojos queman o matan las neuronas o que causan cáncer. O las que piensan que traer colgada una «tarjeta antiviral» los va a proteger de un posible contagio de coronavirus, el traes esas supuestas tarjetas antivirales es tan efectivo como traer una estampita de la Virgen de Guadalupe o un escapulario, no sirven para nada.

La medicina real no necesita que creas en ella para que sí funcione, ésta funciona porque está probado y verificado su funcionamiento, no necesita que tengas fe en ella.

Hay algunos individuos muy ignorantes (entre ellos algunos empresarios) que quieren que las pruebas para detectar el Covid-19 se las hagan metiendo el hisopo, o cotonete, de forma ascendente por la nariz, porque «según ellos» es mejor o que así es suficiente, cuando en realidad lo correcto es introducirlo hasta adentro de forma horizontal, pues la carga viral es más exacta su detección al hacerlo de esta manera. No saben nada de medicina y se quieren poner a dirigir a los especialistas, que ridiculez.

Hay otras personas que se están haciendo las pruebas de forma repetida, me refiero a que se hacen hoy una prueba en una parte y al día siguiente se la hacen en otra parte, y esto es más frecuente de lo que parece, y lo único que están haciendo es saturar a los laboratorios de pruebas duplicadas. La carga viral en el organismo puede variar en un día para otro, pero el estar haciéndose la prueba tan seguido no les ampara ni les protege de nada, solo hacen que se saturen los laboratorios de pruebas haciendo trabajar de más al personal de salud. Sólo debes ir a hacer la prueba cuando se necesita, no cuantas veces quieras.

Todavía hay mucha gente irresponsable que sigue saliendo a las calles a pasear o al trabajo sin ponerse el cubrebocas, y esto ya amerita una amonestación por parte de las autoridades, pero nunca falta el ignorante que se pone loco si se le llama la atención para que ponga correctamente el cubrebocas, esa gente merece estar en la cárcel un buen rato por poner en riesgo a todos los demás.

No importa que tú no creas en la pandemia, no importa que un pastor farsante haya dichoo que esto es una conspiración satánica o que a los creyentes de un dios no les va a pasar nada, la realidad es que ya son muchos pastores y sacerdotes de todos los cultos que han muerto por el coronavirus. Esta pandemia no perdona, no discrimina, le da igual creas o no en ella, de todos modos si te infectas si tienes contacto con ella.

No importa que no creas en el Covid-19, si no te cuidas correctamente, te enfermarás, y ninguna oración, ni tu fe, ni tu dios, te protegerá de ella. Esa es la realidad, te guste o no.

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07 julio 2020

Detectan metales pesados en el polvo de la ciudad de Monterrey


Un estudio científico realizado en la ciudad detectó la presencia de metales pesados en el polvo de las calles, lo que podría impactar en la salud de las personas.  

Un grupo de investigadores del Instituto de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Biológicas de la U.A.N.L. realizó un estudio sobre los altos niveles de metales pesados que se encuentran en el polvo de las calles de la ciudad de Monterrey y su área metropolitana. 

El estudio titulado “Heavy metals (lead, cadmium and zinc) from street dust in Monterrey, Mexico: ecological risk index” fue publicado en el International Journal of Environmental Science and Technology, mostrando el riesgo que existe por la presencia de estos metales en las partículas de polvo. 

La investigación menciona que el polvo de la calle es ampliamente reconocido como una de las principales fuentes de contaminación por metales pesados y representa una vía importante para la exposición humana, lo que representa en cierta medida un riesgo para la salud de las personas.  

En ese estudio se evaluó las concentraciones de metales pesados como el plomo, el cadmio y el zinc, de 41 muestras de polvo que fueron tomadas de la calle en varios lugares de los municipios de Monterrey, San Nicolás, San Pedro, Guadalupe, Escobedo y Santa Catarina.  

Según el estudio el lugar en dónde se encontró una mayor concentración de plomo en el polvo de la calle fue en la zona centro de la Ciudad de Monterrey. La zona del centro se caracteriza por su actividad comercial y gran tráfico vehicular. El estudio indica que la muestra ahí tomada alcanzó valores de hasta 1,590 mg/kg (miligramos por kilo) de plomo.  

En la investigación se tomó como referencia un área considerada como no contaminada, ya que tenía que considerarse el contenido de metales pesados naturalmente presentes en el suelo del área metropolitana de acuerdo a protocolos internacionales para este tipo de mediciones. 

Una vez determinadas las concentraciones de metales pesados en cada  zona, se calculó el índice de riesgo ecológico obteniéndose resultados que van desde la contaminación moderada hasta extremadamente alta, a excepción de la zona suroeste, que según esta investigación fue la zona menos afectada por la contaminación. 

El punto con mayor índice de cadmio fue un lugar de la zona sur de la ciudad, resultando una medición de hasta 1.44 mg/kg en el sitio, en el cual se logró determinar que era un lugar cercano a una gasolinera y a un taller mecánico, y esto puede ser la razón de estos altos índices de este metal pesado y la importancia de su presencia aún en mucha menor concentración comparada con el plomo es por su elevada toxicidad. 

En el estudio no se encontró altas concentraciones de zinc que pudieran poner en riesgo la salud humana en ninguno de los puntos analizados, sin embargo sí se encontró en todas las muestras, y se sabe, por diversas publicaciones internacionales, que el zinc está relacionado estrechamente a la aparición de efectos inmunológicos relacionados al sistema respiratorio, como alergias, aún en concentraciones menores a la norma oficial mexicana, sobre todo a largo plazo.  

Cabe destacar que el efecto de los vientos dominantes puede transportar este tipo de partículas de metales contaminantes a zonas habitacionales no industriales, poniendo a la población en riesgo sin saberlo.  

El índice de riesgo ecológico mostró que el plomo está presente como contaminante en todos los puntos muestreados y contribuye en gran medida a un índice de riesgo ecológico muy alto observado en la zona del centro del área metropolitana de Monterrey, por lo que valdría la pena ampliar este tipo de estudios en la zona. 

Así que si quieren seguir viviendo en este mundo, ponganse a limpiarlo y a cuidarlo, pues de momento no existe otro mundo donde vivir. 
Que todos tengan un desmitificante día. 

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*Referencia: Castillo-Nava, D., Elias-Santos, M., López-Chuken, U.J. et al. Heavy metals (lead, cadmium and zinc) from street dust in Monterrey, Mexico: ecological risk index. Int. J. Environ. Sci. Technol. 17, 3231–3240 (2020). https://doi.org/10.1007/s13762-020-02649-5

02 julio 2020

Incidente Roswell: Un caso resuelto



Uno de los casos más representativos dentro de la historia de la ufología es el llamado Incidente Roswell, sin embargo, a pesar de que su mito sigue vigente, su misterio ya ha sido resuelto desde hace tiempo.
 
Esta moderna leyenda urbana de ciencia ficción inició un 3 de julio en el año 1947, cuando el granjero Mac Brazel reportó el hallazgo de un presunto objeto volador no identificado que se había estrellado. Según las primeras pesquisas, este acontecimiento sucedió el día 2 de julio cerca del poblado de Roswell, Nuevo México, hasta donde las autoridades militares se desplazaron. 

Los medios de comunicación locales se enteraron hasta el día 7 de junio, y al día siguiente la noticia se había desplegado por todos los medios. Al parecer, al no saber cómo manejar el incidente ahí ocurrido, un comandante militar permitió que la prensa publicara que aquello se había tratado del estrellamiento de un “platillo volador”, algo que en aquellos tiempos era equivalente a decir que era nave extraterrestre, y lo más interesante, que lo habían recuperado.

Sin embargo, al ver el revuelo que esto había causado, un día después, un general del ejército desmintió que se tratara de una nave extraterrestre, informando que en realidad se trató de un globo meteorológico. Pero los aficionados y los fanáticos de las historias de ovnis y extraterrestres no permitirían que el mito muriera tan fácilmente. 

La cuestión es que, en aquellos años, las autoridades militares estadounidenses permitieron que la leyenda urbana creciera tanto para distraer a la población de los grandes problemas sociales que padecían y la enorme tensión que tenían con la Unión Soviética. Sirvió como una cortina de humo para la crisis que estaban viviendo. Recordemos que en ese año inició la "Guerra fría" entre las dos potencias militares.   

Con el pasar de los años algunos “investigadores” y “ufólogos” engrandecieron el mito, pero todo esto llegaría a su fin (parcialmente) varias décadas después con la desclasificación de los archivos secretos del proyecto “Blue Book” y otros documentos federales que eran secretos en el pasado.

Gracias a esas desclasificaciones de documentos y archivos, se logró saber que el afamado Incidente Roswell en realidad solo se trató de la caída del Globo N°4 del Proyecto Mogul, que estaba encaminado a detectar la presencia de armas nucleares soviéticas a grandes altitudes de la atmósfera. 

Sin embargo esta desmitificación fue rechazada por los "ufólogos" y los fanáticos del mito del estrellamiento del ovni, pues ellos alegaban que dicho ovni se estrelló con sus tripulantes extraterrestres en esa zona, y que según los rumores de la propia gente, fueron recuperados por los militares. 

Sin embargo, este rumor fue descartado cuando, en el año 2005, el investigador Nick Redfern dio a conocer un hecho tan terrible como insólito. Sí hubo cuerpos en el lugar del estrellamiento, pero los cuerpos de los presuntos extraterrestres recuperados en ese accidente, en realidad se trataba de los cuerpos de dos prisioneros de guerra japoneses quienes vestían trajes especiales diseñados para soportar las altas presiones y la falta de oxígeno a grandes alturas, los cuales viajaban en una pequeña cabina que transportaba el globo y que ellos habían sido usados como parte de un experimento.
 
Ahí terminó el mito de los extraterrestres del famoso caso Roswell, pero hoy en día es parte del folklor y leyendas de ese poblado, que hoy vive del turismo y la venta de souvenirs. Al igual que muchas otras leyendas urbanas, ésta seguirá presentes en la cultura popular de esa localidad. 

Leyendas y mitos de este tipo continúan presentes en la mente de todos aquellos que todavía creen que no somos los únicos en el universo, a pesar de que no se tiene ninguna evidencia de eso. La moraleja radica en que no importa el creer que no somos los únicos en el universo, eso es erróneo; lo único que importaría sería el poder demostrar que no estamos solos, pero hasta ese momento no hay pruebas de eso, por lo que debemos hacernos responsables por lo que nos toca en este mundo. 

Y quien diga lo contrario, que lo demuestre.

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