Se termina un año y comienza otro, pero las cosas no pareen muy distintas a años anteriores, de hecho lo único que cambia es que las cosas son más caras y uno se hace menos joven o más viejo, como quieran verlo; la cuestión es que aunque “no hay nada nuevo bajo el sol”. La humanidad sigue repitiendo sus mismo pasos, vuelve a caminar por el mismo sendero y a cometer los mismos errores.
Muchos siguen esperando a un “Robin Hood” que venga a arreglarles sus problemas o sacarles de la miseria, de gratis, sin que a ellos les cueste ningún esfuerzo, ningún trabajo de por medio. Ese es el sueño de muchos, esa pesadez existencial que solo convierte en lastres de la comunidad a muchos, es lo que la misma sociedad no avance, y permanezca estancada en estado de crisis permanente.
Este año 2016 tuvimos de todo, hasta otro final del mundo pasamos, como siempre sin pena ni gloria, y sin final, de nuevo el Apocalipsis no llegó, ni el Armagedón, ni el Ragnarok, ni hubo inversión de polos magnéticos, ni llegaron los extraterrestres ni nada por el estilo. Todo fue puro cuento para entretener y engañar a gente sin que hacer en sus vidas.
De nuevo tendremos a ese grupo de la “generación Y” que se jacta de saber mucho del mundo, pero el mundo no los comprende, me refiero a los “milenials”, esos jóvenes que tienen teléfonos celulares más inteligentes que ellos que buscan arreglar el mundo y ser “revolucionarios” desde su cuenta de redes sociales, mientras sus padres los mantienen y cuidan a los hijos de ellos.
Otra vez se quejarán de que no se les dan los trabajos que ellos quieren porque no tienen experiencia, pero lo que no quieren reconocer es que no tienen experiencia porque no quieren trabajar de lo que hay, quieren ser jefes nada más porque sí, y ese es su gran error. Quieren cosechar los frutos del trabajo de otros y solo levantarse el cuello diciendo “yo soy el jefe”; no quiere aceptar que antes de cosechar éxitos primero tienes que ablandar la tierra, sembrar la semilla, regarla con “agua” (trabajo duro y constante), quitarle las malas hiervas, seguir cuidando la planta y al final recoger los frutos del éxito.
El próximo año, al igual que el año pasado y el anterior, nos vendrán a vender productos milagro, ideologías light, analgésicos mentales para evadir los problemas de la vida cotidiana, la telebasura no se irá de la TV e incluso llegará más “ciberbasura” con contenidos mediocres y patéticos pero que satisfará el gusto del “populacho”, sí, de los que promovieron el populismo que se vive en la política nacional e internacional.
¿Cuándo aprenderá la humanidad que todos los años es lo mismo? Los rituales y propósitos de año nuevo no sirven para nada si no se enfocan estrictamente a cumplirlos con disciplina, deberían de saber que si lograran sus metas y propósitos de buena manera, incluso podrían llegará a dejar un próspero legado a los que vengan después de ellos por el camino de la vida. Pero no, como siempre los propósitos de año nuevo nunca pasan del tercer mes, ¿o me equivoco?
El próximo año de nuevo nos vendrán a vender ovnis globo, círculos de las cosechas en Inglaterra fabricados por humanos como siempre pero que dirán que fueron hechos por humanos, nos vendrán de nuevo a querer engatusar con cuentos falsos de “despertar mental y de consciencia” pero que solo buscan causar un entumecimiento y pereza mental en sus participantes, pues a los borregos adormilados siempre es mucho más fácil tumbarles la lana.
No hay nada nuevo en el mundo, aunque te lo vengan a vender con colores llamativos, todo es pan con lo mismo. Como siempre vendrán los que se creen dueños de la verdad absoluta y conocedores de la palabra de su dios, pero con palabras tan estériles y vacuas que su mismo dios necesita que ellos los defiendan de los cuestionamientos de los demás. Recuerden que cualquier timador puede predicar con los ojos vendados, pero solo los sabios pueden predicar con la boca cerrada.
No veo las cosas cambiar, solo cambia la cascara de afuera pero el problema sigue por dentro, mientras no desarrollemos un pensamiento crítico la humanidad va a estar estancada, pero para poder desarrollar el pensamiento crítico se necesita tener conocimiento sustentable, usar el raciocinio, dejar de lado creencias e ideas que solo tiene valor o importancia si uno se las cree.
Solo se puede criticar si se tiene el saber para corregir lo que está errado. Mientras eso no pase, no tiene caso quejarse de como está el país o el mundo, la cosa va a seguir igual o peor. De mi se acuerdan.
Ahí se los dejo de tarea.
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