En el sur del país existe una bella ciudad ataviada de luces y su color predominante, no es precisamente el blanco, pues en todo sentido en multicolor, pero sí reluce por su limpieza, es la ciudad de Mérida, Yucatán, más conocida como la Ciudad Blanca. Una ciudad rica en cultura, tradiciones, pero sobre todo en mitos y leyendas.
La cultura maya se puede palpar en todas sus plazas y parques, las artesanías y sus comidas no te dejan lugar a duda, estas entrando a un mundo distinto, en donde lo antiguo se mezcla con lo moderno, sin chocar ni romper esquemas, conviviendo en armonía, incluso con lo llegado de otros países. Pues aunque algunos (principalmente extranjeros) lo dudan, los mayas no desaparecieron ni fueron erradicados, siguen viviendo y los pueden encontrar en Yucatán.
Pero si hay algo que atrae de esta ciudad, y que al parecer no ha sido muy aprovechado por algunos, es la enorme riqueza en mitos y leyendas contemporáneos de la ciudad, no solo las antiguas leyendas mayas o de la época de la colonia española, sino relatos más recientes, que se funden entre lo místico y lo mágico que tiene esta ciudad y sus alrededores.
Tan solo las leyendas de apariciones fantasmales en algunas casas del tradicional Paseo Montejo, una importante avenida en dónde se encuentran las casas antiguas más majestuosas de esta ciudad, en donde el aire histórico se mezcla con lo misterioso, acompañado de una buena taza de café con chocolate.
Uno de los relatos más comunes e interesantes es sobre la aparición de los aluxes, que podría decirse que es una variante o combinación del mito de los gnomos y el golem, pues la guía turística de Mérida, Gabriela Martínez, nos narró que según las tradiciones antiguas, estos seres fueron creados por los llamados “hmen” (según algunos se escribe “x´men”) utilizando, entre otras cosas, masa de maíz y sangre humana, lo que les dio vida a estas entidades.
Según se dice los aluxes tienen la función, encomendada por los “hmenes” que los crearon, de ser los guardianes de las parcelas, los sembradíos y los montes. Algunos pueden ser traviesos pero algunos pueden llegar a ser malignos con los que intentan robar o dañar los territorios que están a su resguardo.
Los relatos modernos cuentan que estos seres, que habitan normalmente la selva y el bosque, por el avance de la industria han tenido que abandonar sus territorios normales, y algunos se han mudado a las orillas de la ciudad y poblados aledaños a Mérida, lo que ha originado varios avistamientos de estos seres entre sus pobladores.
Se cuentan muy diversas historias de la supuesta aparición de pequeños seres de apariencia humana corriendo sobre los techos de las casas que están en los límites del área conurbada Mérida, donde los cuentos de apariciones de estos aluxes al atardecer, o en la madrugada, son muy comunes entre sus habitantes.
Los aluxes toman de pronto un trasfondo ecológico y mítico al mismo tiempo en la cultura de la ciudad blanca, y así lo ven algunos, como si fueran parte de esa fauna que intenta sobrevivir en medio de un mundo que opta más por industrializar que por cuidar las bellas reservas natrales que todavía existen en algunos estados.
Visitando el pablado de Chablekal, la zona arqueológica de Dzibilchaltun y el Cenote Xlacah uno se puede dar cuenta de lo importante que es el resguardo de la naturaleza para la cultura y vida de los meridanos, pues prácticamente, casi, para donde se mire, uno puede apreciar una abundante flora y fauna de una gran diversidad que va de aves multicolores, venados, coatis hasta iguanas.
De las leyendas de aluxes uno se pasa casi sin darse cuenta a las leyendas de aparecidos o fantasmas en la zona del centro histórico de la ciudad, en donde sus casas antiguas, de más de 100 años, son el principal atractivo de los paseantes, y de los buscadores de mitos. Aunque la ciudad ha crecido y modernizado, sigue manteniendo su toque de misterio en algunas de sus antiguas calles como a Calle 60 o la Calle 62, en donde edificaciones modernas se mezclan con construcciones muy antiguas, dándole un aspecto interesante a la ciudad por las noches.
Pero ahí es donde de pronto nos llegan los relatos se avistamientos de presunto ovnis por las noches en estos lugares, pero mejor ahí le paramos, pues salirse así e golpe del encanto maya puede ser muy abrupto. De los mitos modernos (invenciones del siglo XX) de que los antiguos mayas habían tenido contacto con seres extraterrestres, de eso mejor ya ni hablamos por el respeto y dignidad que se merece el mundo maya y sus bellas leyendas, antiguas y nuevas.
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