09 enero 2024

La necesidad de sentirse parte de algo más grande

 


La creencia en extraterrestres, ovnis y encuentros con seres de otros mundos ha existido durante mucho tiempo y tiene diversas raíces psicológicas y culturales. La posibilidad de vida en otros planetas con seres con tecnología y conocimientos avanzados despiertan la curiosidad y la fascinación. La exploración de lo desconocido ha sido una constante en la historia humana, y la idea de que hay formas de vida extraterrestres alimenta esa fascinación.

 

Pero seamos honestos, las representaciones de extraterrestres en películas, programas de televisión, libros de ficción y demás medios han contribuido significativamente a la creencia en seres de otros mundos. Estas representaciones pueden generar un interés emocional y alimentar la imaginación.

 

La creencia en extraterrestres a veces se utiliza como una explicación para fenómenos inexplicados o misteriosos, como avistamientos de luces en el cielo o eventos que desafían la comprensión convencional. La idea de que los ovnis son naves extraterrestres proporciona una satisfactoria respuesta aparente a lo desconocido para muchos, y por eso prefieren creen en eso.

 

Y por eso mismo la creencia en extraterrestres puede estar relacionada con la necesidad humana de sentirse conectado a algo más grande que uno mismo. La idea de que hay civilizaciones avanzadas en el universo puede ofrecer una sensación de pertenencia a una "comunidad cósmica". Aunque algunos le llaman a este fenómeno la "soledad cósmica", ese deseo de que algo más grande y poderoso que nosotros nos acompañe en nuestras vidas.

 

Algunas personas encuentran consuelo y esperanza en la idea de que hay seres más avanzados y benevolentes en el universo. Aunque la historia nos enseña que el encuentro entre civilizaciones con muy distinto desarrollo puede llegar a ser catastrófico. La creencia en míticos extraterrestres puede ofrecer una visión optimista del futuro y la posibilidad de un contacto positivo con otras formas de vida.

 

Es importante destacar que todas estas razones no implican la existencia real de seres extraterrestres. La falta de evidencia científica sólida para respaldar las afirmaciones de encuentros con seres de otros mundos sugiere que estas creencias a menudo están más arraigadas en aspectos psicológicos y culturales más que en pruebas tangibles.

 

Sin embargo, recordemos que la Paradoja de Fermi señala la evidente contradicción entre la alta probabilidad de la existencia de civilizaciones extraterrestres en el universo y la falta de evidencia observacional de su existencia. En otras palabras, si hay tantas estrellas y planetas en el universo, ¿por qué no hemos detectado señales de vida extraterrestre?

 

El mito de los ovnis y los relatos sobre encuentros con extraterrestres a menudo se relacionan con la Paradoja de Fermi en el sentido de que algunas personas quieren interpretar los avistamientos de ovnis como posibles evidencias de visitas extraterrestres.

 

Hoy en día todavía hay algunas personas que sugieren que ciertos ovnis podrían ser naves espaciales de civilizaciones extraterrestres que visitan la Tierra. Esta especulación se basa en la creencia de que una civilización tecnológicamente avanzada podría tener la capacidad de viajar grandes distancias en el espacio.

 

Algunos relatos de encuentros cercanos con ovnis incluyen descripciones de presuntos seres extraterrestres. Estas narrativas a menudo se mezclan con el mito de que los extraterrestres podrían estar monitoreando o interactuando de alguna manera con la humanidad.

 

Recordemos que investigar es buscar respuestas, no coleccionar supuestas pruebas o evidencias. Muchos avistamientos de ovnis y encuentros con supuestos extraterrestres pueden tener explicaciones netamente terrenales y naturales. Estas explicaciones incluyen desde fenómenos atmosféricos, numerosos experimentos militares clasificados, y percepciones erróneas de lo que se está mirando.

 

Es importante destacar que hasta esta fecha, no hay evidencia científica real que respalde la existencia de visitas extraterrestres a la Tierra. Los científicos continúan buscando señales de vida en el universo, pero aún no se ha encontrado ninguna evidencia concluyente. El mito de los ovnis y los encuentros con extraterrestres a menudo se considera más en el ámbito de la cultura popular y la especulación que en la ciencia empírica.

 

Para muchos, buscar extraterrestres en los ovnis es como buscar pruebas de la existencia de dios, muchos quieren creer en eso, pero nadie tiene evidencias de que sea real, pero de todos modos quieren seguir creyendo para sentirse parte de algo mayor.

 

Ahí se las dejo de tarea. Que todos tengan una muy bella y desmitificante noche.

08 enero 2024

Derechos: De los humanos para los humanos

 


El concepto actual de los derechos humanos tiene sus raíces en una muy larga historia de desarrollo y evolución a lo largo de los siglos. Algunas ideas precursoras de los derechos humanos se pueden rastrear en las antiguas civilizaciones, como las antiguas Grecia y Roma. Y no vienen de textos religiosos como algunos suponen.

 

En la antigua Grecia, en el siglo IV antes de nuestra era, ya se discutían conceptos de justicia y derechos naturales entre los filósofos como Sócrates y Platón. Algo que incluso, posteriormente, copiaron otras culturas, entre ellas los primitivos cristianos.

 

Durante la Edad Media, las discusiones sobre la justicia y la dignidad humana se mezclaban muy frecuentemente con conceptos religiosos. La teología cristiana influyó en la formulación de ideas sobre la igualdad y la dignidad inherentes a los seres humanos, pero siempre apegándose, según les convenía, a sus dogmas.

 

Ya en los siglos XVII y XVIII, la Ilustración fue el período clave para el desarrollo de las libertades y los derechos humanos. Filósofos como John Locke, Jean-Jacques Rousseau y Montesquieu contribuyeron con ideas sobre la libertad, la igualdad y la protección de los derechos individuales frente al poder de los gobernantes, haciendo a un lado el mito del “derecho divino” de la aristocracia.

 

La Declaración de Independencia de los Estados Unidos, en 1776, en cierta medida muy influenciada por la Ilustración, proclamó que todos los hombres son creados iguales y poseen derechos inalienables, incluyendo la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

 

La Revolución Francesa también desempeñó un papel crucial en la promoción de los derechos humanos. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adoptada en 1789, estableció principios fundamentales que influirían en los movimientos posteriores.

 

Este importante documento proclamaba que todos los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Establecía que la ley debe ser la misma para todos y que todos los ciudadanos tienen derecho a participar en la elaboración de la ley, directa o indirectamente. Reconocía la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión como derechos naturales e inalienables. Afirmaba que nadie puede ser privado de estos derechos, a menos que la ley lo permita y de acuerdo con procedimientos justos. Establecía que los derechos y libertades proclamados están sujetos a los deberes y responsabilidades hacia la sociedad, y que solo pueden ser limitados por la ley para asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos de los demás y satisfacer las justas exigencias de la moral, el orden público y el bienestar general.

 

Ya en el siglo XX, después de dos guerras mundiales, en respuesta a las atrocidades cometidas durante el Holocausto, la comunidad internacional buscó establecer un marco legal global para la protección de los derechos humanos.

 

La Declaración Universal de Derechos Humanos, redactada por un grupo de grandes pensadores encabezados por la política estadounidense Eleanor Roosevelt, el filósofo chino Pen-Chun Chang y el filósofo libanés Charles Malik, fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. Este documento ha sido fundamental en la promoción y protección de los derechos humanos a nivel internacional. Pero como dato curios, éste importante documento nunca ha sido firmado por el Vaticano.

 

Desde entonces, se han desarrollado numerosos tratados y convenios internacionales, así como organizaciones dedicadas a la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo. El concepto de derechos humanos ha evolucionado continuamente, adaptándose a los desafíos y cambios en la sociedad global, alejado de toda creencia religiosa, pues surgió de la menta de los humanos, para ayudar a los humanos.


06 enero 2024

No se respeta la fe, se respeta a las personas

 


En un mundo diverso y multicultural, las creencias religiosas han desempeñado un papel fundamental en la conformación de identidades culturales. Sin embargo, la coexistencia pacífica y respetuosa entre personas con diferentes convicciones religiosas a menudo se ve amenazada por malentendidos y conflictos.

 

En este contexto, surge la premisa de "No se respeta la fe, se respeta a las personas". Este enfoque destaca la importancia de separar las creencias religiosas de la valoración y consideración hacia los individuos, promoviendo así la tolerancia y la convivencia armoniosa en sociedades cada vez más diversas.

 

El respeto a la diversidad religiosa es esencial para construir sociedades inclusivas y funcionales. En un mundo que debería ya ser totalmente globalizado, donde personas de diversas tradiciones espirituales coexistan, la aceptación de la pluralidad de creencias se vuelve totalmente crucial para evitar tensiones y conflictos innecesarios.

 

Al reconocer que la fe es una simple expresión personal y subjetiva, se fomenta la idea de que las diferencias religiosas no deben ser obstáculos para la convivencia pacífica. Las conductas de los fanáticos religiosos conservadores (neo-oscurantistas fascistas) son un verdadero obstáculo para la paz y tranquilidad en las sociedades.

 

Cada individuo tiene el derecho de profesar y practicar la religión de su elección, siempre y cuando no viole los derechos y ni libertades de los demás. Por ejemplo, no ponerse a rezar afuera de la entrada de centros médicos donde se realizan abortos legalmente, pues eso es acoso para coaccionar libertades y derechos ajenos. ¿O les gustaría que se realicen rituales “satánicos” afuera de sus iglesias y templos impidiendo su acceso a ellos?

 

Al centrarse en el respeto a las personas en lugar de sus creencias, se fortalece la verdadera defensa de la libertad religiosa como un pilar esencial de las sociedades democráticas. Algo que, curiosamente, son los distintos grupos de humanistas ateos y agnósticos, en casi todo el mundo, han colaborado a fortalecer.  

 

Es muy importante la construcción de puentes de entendimiento en lugar de erigir barreras basadas en diferencias religiosas. El diálogo interreligioso, el ecumenismo y la comprensión mutua son herramientas valiosas para promover la paz y la armonía en comunidades diversas. Al reconocer y respetar a las personas más allá de sus creencias, se mejora el camino para la construcción de una sociedad más inclusiva y colaborativa.

 

La discriminación basada en la religión no solo socava los derechos individuales, sino que también debilita el tejido social. Al adoptar una postura que valora a las personas independientemente de sus creencias religiosas, se promueve un ambiente en el que la discriminación religiosa se convierte en algo inaceptable.

 

La importancia de separar las creencias religiosas de la valoración hacia los individuos es absolutamente importante en el mundo moderno. Al adoptar este enfoque, se fomenta la tolerancia, el respeto mutuo y la construcción de sociedades inclusivas.

 

En un mundo donde la diversidad religiosa es una realidad innegable, la promoción de la convivencia pacífica y el entendimiento mutuo es esencial para construir un futuro en el que todas las personas, independientemente de sus creencias, puedan coexistir en paz y armonía.

 

Y no lo olvides: No se respeta la fe, se respeta a las personas.

Ahí se las dejo de tarea.