En el mundo del misterio durante muchos años se ha tenido un problema que ha sido casi constante a lo largo de los años, es el factor "Yo tengo la razón". Este factor, o más bien problema lo acarrean muchos investigadores, que pueden ir desde los improvisados cazadores de misterios que se internan en casas abandonadas y viejos panteones para tratar de captar algo fuera de lo común con sus cámaras de vídeo y fotográficas, hasta los experimentados y añejos investigadores formales que pertenecen a agrupaciones reconocidas oficialmente.
Esa carrera que hay entre algunos de ser el más destacado, el más famoso, el que más sale en los medios de comunicación, en muchos casos entorpece la verdadera meta que deberían tener: perfeccionar sus métodos de investigación y solucionar los casos que estén investigando. Es muy fácil acumular cientos de imágenes en vídeo y fotografía, y más ahora con las facilidades que nos da el internet para conseguirlas, pero lo interesante realmente sería que encontraran una posible explicación lógica, si no para todas, para la mayoría de ellas.
Entre los investigadores, desgraciadamente, nunca falta el que por facilidad, por fanatismo o falta de una seria documentación en estos temas, todo lo quiera explicar de manera que resulte "paranormal", "sobrenatural", "extraterrestre" y hasta "ultradimensional". Aunque algunos, aunque no parezca, lo hacen de esta manera simplemente porque quieren llamar más la atención, aunque ellos mismos no crean en su totalidad en sus propias teorías y queden ante los demás como crédulos excéntricos.
Si aterrizamos bien estos conceptos y utilizamos la lógica, tendríamos que empezar por plantear una premisa: Nada es paranormal, hasta que se demuestre lo contrario. Porque si decimos que algún fenómeno extraño es "paranormal" sin haber realizado un análisis de las pruebas y testimonios de los involucrados, estamos echando por tierra toda la labor de investigación antes de haberla iniciado. Creer que algo es paranormal de antemano es un frecuente error de varios investigadores de misterio. La labor de los investigadores no es creer o no creer que algún fenómeno anómalo sea de índole paranormal, su verdadera labor es comprobar que sí lo sea, o que no lo sea.
Pero no faltará el que ofusque y se ofenda al escuchar opiniones contrarias y distintas a la de él, en lugar que tomarlas como otra posible opción para poder explicar dicho fenómeno. Estos saldrán con frases como "Tú no has vivido lo que yo he vivido", "yo tengo muchos años de experiencia en esto", etc. Pero estas conductas únicamente demostrarían que en todos esos años se la han pasado cometiendo errores que ellos no se han percatado. No tienen porque andar diciendo, como lo hacen algunos, que tal o cual imagen se trata de un "fantasma" o de un "extraterrestre", si ellos mismos no tienen las pruebas reales para comprobarlo.
Si se quiere que todo lo relacionado con el mundo del misterio se siga tomando como un tema serio dentro de los distintos foros de opinión e información, se debe por empezar por los involucrados directamente con él. El verdadero investigador de misterios debe de estar dispuesto a compartir información y a recibir opiniones distintas y contrarias a las suyas, pues su deber es tratar de explicar de la mejor manera los distintos fenómenos extraños que se presentan dentro de su campo de estudio. Tal vez comparando hipótesis y teorías distintas se pueda solucionar más rápido, y de una mejor manera, muchos de esos casos que todavía quedan sin resolver dentro del mundo del misterio.
Esa carrera que hay entre algunos de ser el más destacado, el más famoso, el que más sale en los medios de comunicación, en muchos casos entorpece la verdadera meta que deberían tener: perfeccionar sus métodos de investigación y solucionar los casos que estén investigando. Es muy fácil acumular cientos de imágenes en vídeo y fotografía, y más ahora con las facilidades que nos da el internet para conseguirlas, pero lo interesante realmente sería que encontraran una posible explicación lógica, si no para todas, para la mayoría de ellas.
Entre los investigadores, desgraciadamente, nunca falta el que por facilidad, por fanatismo o falta de una seria documentación en estos temas, todo lo quiera explicar de manera que resulte "paranormal", "sobrenatural", "extraterrestre" y hasta "ultradimensional". Aunque algunos, aunque no parezca, lo hacen de esta manera simplemente porque quieren llamar más la atención, aunque ellos mismos no crean en su totalidad en sus propias teorías y queden ante los demás como crédulos excéntricos.
Si aterrizamos bien estos conceptos y utilizamos la lógica, tendríamos que empezar por plantear una premisa: Nada es paranormal, hasta que se demuestre lo contrario. Porque si decimos que algún fenómeno extraño es "paranormal" sin haber realizado un análisis de las pruebas y testimonios de los involucrados, estamos echando por tierra toda la labor de investigación antes de haberla iniciado. Creer que algo es paranormal de antemano es un frecuente error de varios investigadores de misterio. La labor de los investigadores no es creer o no creer que algún fenómeno anómalo sea de índole paranormal, su verdadera labor es comprobar que sí lo sea, o que no lo sea.
Pero no faltará el que ofusque y se ofenda al escuchar opiniones contrarias y distintas a la de él, en lugar que tomarlas como otra posible opción para poder explicar dicho fenómeno. Estos saldrán con frases como "Tú no has vivido lo que yo he vivido", "yo tengo muchos años de experiencia en esto", etc. Pero estas conductas únicamente demostrarían que en todos esos años se la han pasado cometiendo errores que ellos no se han percatado. No tienen porque andar diciendo, como lo hacen algunos, que tal o cual imagen se trata de un "fantasma" o de un "extraterrestre", si ellos mismos no tienen las pruebas reales para comprobarlo.
Si se quiere que todo lo relacionado con el mundo del misterio se siga tomando como un tema serio dentro de los distintos foros de opinión e información, se debe por empezar por los involucrados directamente con él. El verdadero investigador de misterios debe de estar dispuesto a compartir información y a recibir opiniones distintas y contrarias a las suyas, pues su deber es tratar de explicar de la mejor manera los distintos fenómenos extraños que se presentan dentro de su campo de estudio. Tal vez comparando hipótesis y teorías distintas se pueda solucionar más rápido, y de una mejor manera, muchos de esos casos que todavía quedan sin resolver dentro del mundo del misterio.