Es casi increíble a lo que puede llegar a hacer una persona por una simple creencia sin base lógica o racional. Hace unos días se dio a conocer la terrible noticia de lo ocurrido en una casa ubicada en la calle Emilio Montaño, de la Colonia San Agustín Atlapulco, en Ciudad Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
¿Qué se necesita para que una madre, en complicidad de otros familiares, llegue a mutilar tan cruelmente a su hijo? Amor no es, y eso es definitivo. Fe tampoco, eso no es fe, ni tiene nada que ver con ella. Un crimen al que algunas autoridades inmediatamente calificaron de “satánico”, aunque hasta el momento no se ha aclarado a que secta pseudo-religiosa o culto “mágico” pertenecen. Aunque por lo ocurrido, también se podría pensar en que padecen algún tipo de desorden mental.
Comencemos con esa idea que, según sus declaraciones, lo hicieron para “evitar que ocurriera un terremoto el Lunes 28 de mayo que destruiría el mundo”. ¿Qué nivel de desinformación e ignorancia se necesita para creer eso? Personalmente, me parece abominable el nivel de mistificación que se le dio a esa idea. Pero, ¿de dónde surgió o quién la maquinó? Eso también habría que investigarlo. ¿Fue “canalizada” o algún “ángel” o “maestro espiritual” se los dijo? Si alguien lo publicara en la red, hasta podría considerarse un acto de ciberterrorismo.
Esos cultos con rituales que vejan la integridad humana deberían de ser más vigilados por las autoridades policiacas. Ya sabemos que hay libertad de culto, pero que un culto practique el dañar la integridad física o mental de sus integrantes, es algo fuera de lugar. No es la primera vez que cultos pseudo-religiosos causan daños o incluso la muerte a sus practicantes o a inocentes por sus ideas apocalípticas, milenaristas y/o catastrofistas.
A final de cuentas, lo que a esas religiones, o cultos mágicos, les debería de importar es lo espiritual, y deberían de dejar el mundo real aparte. Es ahí donde las personas deben de razonar más lo que se les dice que crean, la libertad de expresión es muy importante, pero hay momentos que la libertad de cuestionar y exigir respuestas (libertad de información) a esos guías o gurús que se dicen “iluminados” o “ascendidos”, puede ser más importante. Si como recordamos, la sabiduría va hermanada a la humildad, ellos deberían de responder abiertamente todos nuestros cuestionamientos por “necios” que aparenten ser.
El fanatismo ilógico e irracional, de cualquier creencia, es un gran peligro para la humanidad. Ya sea en extraterrestres, intraterrestres, seres astrales o ultradimensionales, y hasta en las terapias alternativas, puede tener resultados funestos para las personas. Recordemos que por más que deseemos creer en algo, esto no se cumplirá si no tiene una base real, así de simple. Por más que griten una mentira, esta nunca se convertirá en realidad.
En años pasados, varias sectas han pronosticado el fin del mundo, de todas las formas imaginmables, desde temblores, giros magnéticos con consecuentes catástrofes, caídas de meteoros, y nunca ha pasado nada de eso. Por favor dejemos de pensar en “el fin está cerca”, pues en realidad falta mucho para eso. Las religiones deben de buscar el amor, la paz y la solidaridad, no para causar pánico, incertidumbre o atacar a los demás. Eso no es de Dios, son actos de simples humanos de carne y hueso.
Fuente: http://info7.mx:9000/editorial.php?id=2199