En las calles de las grandes ciudades avanzadas del mundo cada día hay
más apertura a los derechos y libertades humanas, pero en algunos sitios siguen
sobreviviendo ideas erróneas y obsoletas que siguen oprimiendo a una parte de
la sociedad, a esa parte que pone en duda esas ideas.
Las mujeres en pleno siglo XXI todavía tienen que luchar por un derecho
que es netamente intrínseco de ellas, es el derecho de abortar. Sin embargo, en
muchas ciudades todavía muchas leyes están basadas en creencias antiguas, e incluso
en creencias religiosas, lo que las haría todavía más obsoletas por si mismas,
pues necesitarían que uno creyera en un dogma para que esa ley fuera
"verdad".
Hoy en día el debate del aborto sigue vigente en varios congresos, pero
sobre todo en los medios de comunicación y las redes sociales, en donde los
"pro-vida" continúan argumentando verdades a medias sobre este tema,
lo cual es muy común en este tipo de grupos que solo busca imponer sus
creencias sobre los demás, no luchar por los derechos o libertades de las
personas.
Su frase de "salvemos las dos vidas" resulta una falsedad si
se contrasta contra la realidad. Tan solo con mirar a los niños abandonados y
en situación de maltrato son un ejemplo tajante de este problema, niños que con
el paso del tiempo terminan como delincuentes o indigentes, pero a final de
cuentas serán una carga para la sociedad.
Los anti-aborto argumentan mucha posverdad y falsedades disfrazadas,
pongamos un ejemplo, ellas dicen "El aborto es el resultado de la
sexualidad irresponsable. La sexualidad debe asumirse con la totalidad de
nuestro ser: Psíquico, emocional y físico; de lo contrario es una acción básica
como comer o dormir, que no enriquece el espíritu".
Para empezar, el aborto no es el resultado de la sexualidad irresponsable,
el resultado de eso son los embarazos no deseados y los nacimientos no
deseados, el aborto es una opción para evitarlos. La sexualidad debe ser
tomada con la toda responsabilidad posible como todo individuo pues es una
actividad básica del organismo humano, al igual que comer y dormir, y como
estas puede tener consecuencias si se abusa de ella o si se omite su actividad.
A los fanáticos de creencias supersticiosas les gusta mucho el uso de la
porverdad, pues necesitan el elemento con carga emocional pues carecen de
argumentos reales para sustentar sus ideas sobre el aborto y otros temas
similares como el matrimonio igualitario, la adopción de niños por parejas de
homosexuales o la eutanasia.
Otro mal intento de argumento es este: “No tiene sentido, la biología
dice que hay vida desde la concepción, y ahora un grupo de iluminados se
levanta y dice que no es así, porque les conviene, son increíbles, y nadie
habla de religión hablamos de ciencia”. Un muy claro ejemplo de posverdad y de
alguien que no sabe nada de biología. La biología ha demostrado que hay vida
desde antes de la “concepción”, eso ya está demostrado que desde el esperma y
el ovulo hay vida, pero tampoco son seres humanos. No estamos negando que
exista vida en ningún momento, hasta las bacterias son vida, el ovulo fecundado
tiene vida también, pero tampoco es un ser humano.
Y como siempre, nunca faltan los “anti-aborto” que ante su falta de
argumentos para sostener sus ideas, se ponen a defenestrar y despotricar contra
quienes sí hemos tenido argumentos sustentables, y se ponen a desearnos la
muerte o a sugerir que alguien nos mate. Típica conducta del débil o enfermo mental
(¿fanáticos religiosos?) al chocar en contra la abrumadora realidad que esta
fuera de su control. Pero a final de cuentas solo brota de ellos lo que tienen
por dentro, odio en bruto, por eso forman grupos de odio, y deben de ser
detenidos.
Recordemos las sabias palabras del gfran biólogo
chileno Humberto Maturana: “Si uno quiere defender la vida ni siquiera debería
tomar antibióticos, porque las bacterias son seres vivos. Hablar de la defensa
de la vida, en general, es una mentira, porque los seres vivos vivimos de
comernos a otros seres vivos. ¡Todos! Yo creo que lo que uno debe defender, si
se quiere defender algo, es al ser humano en su vida íntegra. Y un embrión no
es un ser humano. El ser humano surge en el momento en que se establece la
relación amorosa entre la madre y ese ser que está creciendo en ella. Si esa
relación no se establece, no hay ser humano”.
El ser humano, el individuo, la persona, surge
después del nacimiento, no antes, solo después del proceso de alumbramiento,
así de simple.
Nadie tiene derecho a impedir o bloquear el derecho de abortar de una
mujer pues es un ser humano libre, que tiene que poder ejercer su voluntad
libremente sobre su cuerpo, y el embrión o feto que está dentro de ella no es
un dividuo, no es una persona, es solo el producto de una fecundación, la cual
si no es deseada tiene todo el derecho a evitar su formación completa y
eliminarla de su cuerpo.
Si en la naturaleza las aves lanzan los huevos y las crías que no tienen
las cualidades de sobrevivir en la vida silvestre, o las fieras llegan a devorar
a sus propias crías recién nacidas cuando tienen algún defecto o las abandonan
a morir, ¿por qué la mujer tiene que aguantar a un producto que no desea? En
realidad, no existe ningún argumento valido que la obligue a ello.
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