Los ovnis de la Marina y del Pentágono

En un su momento fue considerado un hecho insólito, pues el septiembre de 2019 la Armada de los Estados Unidos (US Navy) confirmó oficialmente que los tres videos de unos presuntos ovnis hechos públicos por la organización To The Stars Academy, la cual dirige Tom DeLonge, exintegrante del grupo Blink-182, eran reales.

El propio portavoz de la Armada estadounidense, Joseph Gradisher, en su momento mencionó que la terminología con la que fueron definidos, “fenómenos aéreos no identificados”, se utiliza porque proporciona la descripción básica para estos avistamientos, que incluso podrían tratarse de avistamientos de aeronaves no autorizadas y no identificadas que se han observado entrando u operando en el espacio aéreo de varios campos de entrenamiento controlados por militares.

El piloto Ryan Graves, quien fue el encargado de informar sobre los avistamientos al Congreso de Estados Unidos y al Pentágono, dijo que los objetos extraños se movían a una velocidad que él calificó como "hipersónica" y que realizaban maniobras “imposibles” en el aire.

Este 27 de abril, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DOD) dio a conocer que autorizó la publicación de los tres videos no clasificados de la Marina. Uno fue tomado en noviembre del 2004 y los otros dos en enero del 2015, los cuales han estado circulando en distintos medios después su publicación sin autorización en el año 2007 y en 2017.

Sin embargo, después de una revisión exhaustiva, el DOD determinó que la publicación autorizada de estos videos no clasificados no revelaba capacidades o sistemas sensibles, y no afectaba las investigaciones posteriores de incursiones en el espacio aéreo militar por fenómenos aéreos no identificados. Informaron que liberaron los videos para “aclarar cualquier idea errónea del público sobre si la filmación que ha estado circulando era real o no, o si hay más en los videos”. Mencionan que los fenómenos aéreos observados en los videos permanecen como "no identificados".

Recapitulando todo esto, tenemos que la Armada y el Departamento de Defensa de los Estados Unidos han confirmado la veracidad de estos videos, sólo se confirma que se trata de objetos voladores no identificados que volaban a velocidades superiores a una aeronave normal conocida hasta ese momento, que realizaron maniobras que están por encima de lo normal en un aeronave, pero apegándonos a la evidencia, no hay nada que pueda señalar que se trate de tecnología extraterrestre.

Así es, sí son ovnis con una forma algo ovalada, pero de momento no se puede afirmar que se trate de naves extraterrestres. Debemos de recordar que en décadas pasadas muchas aeronaves militares “secretas” fueron reportadas por la gente como si se tratara de ovnis o naves alienígenas.

Sobre esto preguntamos a José Jaime Herrera, Presidente de la Sociedad Astronómica de Quintana Roo, quien además es Oficial de Operaciones Aéreas, él nos expuso lo siguiente: "Existen dos factores que me hacen mucho ruido a raíz de los acontecimientos que el mundo entero está viviendo actualmente con este tema del COVID-19. Que aún siendo este material verídico y que publica el DOD, creo que se pretende generar con ello una "cortina de humo" para disminuir la atención pública contra las pésimas acciones que está tomando el presidente Trump, ya que se avecinan próximas elecciones en el país norteamericano”.

Además mencionó el especialista “Que una vez que el DOD da pie a publicar sus propios videos que anteriormente mantenían como Clasificados, da pie a abrir una caja de Pandora por la que seguro muchísimos entusiastas del tema comenzarán de nueva cuenta a analizar diversas historias que, dada su naturaleza como Material Clasificado, le darán ahora un cierto grado de posible material verídico”.

“Analizando estos videos y sobre todo escuchar las reacciones de quienes la grabaron, da un cierto grado de veracidad al material. No obstante, se debe de realizar un estudio profundo y un buen análisis. Recordemos que hace años, la Fuerza Aérea Mexicana también divulgó un material supuestamente grabado por elementos de la SEDENA con cámaras FLIR, mientras sobrevolaban parte del Golfo de México. Por supuesto que no faltaron aquellos que aprovecharon la circunstancia para difundirlo en su respectivo programa. Haciendo un análisis profundo del material, más tarde se llegó a la conclusión que se trataba de las plataformas petroleras de Cantarell, Campeche. Pero, ya se había hecho todo el eco posible para sacar provecho del tema”, comentó Herrera.

Preguntamos al renombrado investigador del fenómeno ovni Leopoldo Zambrano, quien nos dio sus impresiones. “Algunos medios ufológicos de Estados Unidos coincidían conmigo en que podría traerse de dos cosas, o eran ejercicios militares o se trata de fallos en los sistemas de detección. En las entrevistas que hicieron a personal de la Marina comentaron que los sistemas se habían instalado recientemente”.

El investigador explica que “Sólo hablan de no identificados pero ya sabemos que esa denominación para los militares puede significar naves enemigas, no necesariamente naves de otro planeta”.

Y concluye diciendo “Sí permanecen como no identificados y los han liberado, para mí indica que durante las grabaciones no vieron nada directamente a ojo desnudo, lo que podría confirmar un fallo en los sistemas de detección, pero el comunicado no abunda en más detalles”.

Recordemos que en el pasado muchos aviones y drones militares secretos fueron reportados en algún momento de su historia como ovnis por gente que les vio volar en algunas partes del mundo, pues su velocidad, destreza de vuelo y en varios casos su forma, eran distintos a los aviones comunes, pues todos estas aeronaves fueron proyectos secretos en su momento de desarrollo, y no hay nada que no indique que esos avistamientos pudieran tratarse de algo distinto.

Tenemos que tener la mente abierta, pero con los pies bien puestos en la tierra. Sí son ovnis, pero todavía no podemos afirmar que no se traten de algo de origen extraterrestre. Esperemos que en el futuro las investigaciones nos digan algo más. El creer que hay alguien más en el espacio exterior, sin ninguna evidencia corroborable, podría ser demasiado errado en este camino.

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