Es muy lamentable que ya entrando en la tercera década del siglo XXI y todavía tenemos en las calles personajes pintorescos que se hacen pasar por “investigadores” de temas de misterio como los fenómenos presuntamente paranormales y los míticos ovnis. Da un poco de vergüenza los desfiguros que hacen con tal de ganar fama y la atención de un público.
En el pasado estaban muy de moda los que decían tener contacto con extraterrestres reticulianos, pleyadianos y hasta arcturianos, pero esos timos se fueron desmoronando entre más avanzaba la auténtica ufología, el verdadero estudio del fenómeno ovni, no para su veneración o idolatración como muchos fanáticos entusiastas lo hacen, sino para dar solución y resolver todos los aparentes misterios de los fenómenos aeroespaciales.
En algunos países se logró tanta seriedad en esta materia que el gobierno apoyó la formación de instituciones dedicadas a la investigación del fenómeno ovni, y ellos se enfocaban a resolver todos los supuestos reportes de objetos voladores no identificados, logrando en la inmensa mayoría de los casos la solución de los mismos, por eso hoy se estima que el 99% de los casos de presuntos ovnis tienen una solución netamente común y corriente, y por supuesto terrestre. En México hace tiempo se intentó algo así, pero las luchas de egos y la falta de seriedad de otros impidió que esto fructificara.
En el campo de los denominados fenómenos paranormales también se mantiene en un estancamiento por parte de los actuales pseudo-investigadores de redes sociales, que incluso transmiten en vivo, e incluso algunos cobran para ver sus transmisiones en internet, de cuando se meten a panteones o a casas abandonadas por las noches. Eso de explorar panteones o casas abandonadas, es más que obsoleto y caduco, y es solo los escombros de un tiempo donde la charlatanería era la moneda de cambio en este tema.
Hoy tenemos investigadores que resuelven casos de parafonías, de supuestas apariciones espectrales captadas en fotografías o videos, de supuestos fantasmas de dormitorio, y mucho más, pero son esos falsos investigadores de teléfono celular los que siguen denigrando y rebajando todos estos temas a viles piltrafas del misterio.
¿Qué distingue a un investigador real de un pseudo-investigador? El pseudo-investigador solo va a lugares a tomar fotografías y video, entrevista a supuestos testigos, pero no hace nada con esas supuestas “evidencias” y testimonios; mientras que el investigador real trata de darle una explicación lógica y racional, dentro del campo de lo científico a todos los aparentes fenómenos o misterios que se le presentan. Ahí esta la diferencia, unos dan soluciones y resuelven casos, y los otros solo buscan salir en internet.
Incluso existen fenómenos que ya están plenamente resueltos pero los aficionados siguen usándolos de tema como si fueran novedosos; entre los fenómenos ya completamente desmitificados y resueltos podemos encontrar a los ovnis fortuitos o invisibles, a los rods, a las orbes (orbs), los ovnis esferas, las estelas o seres de luz, y toda la gama de efectos causados por las pareidolias.
Los aficionados entusiastas acusaran a los demás de ser “mentes cerradas que no aceptan la realidad de estos fenómenos”, pero en realidad ellos son los que tienen la mente nublada por abismos existenciales y un hambre de que alguien les ponga atención que están dispuestos a soslayar la realidad con tal de que alguien los mire como si fueran alguien especial.
Investigar es para resolver y saber, no para creer. Aprendan de los que ya pasaron por el camino por el que apenas ustedes quieren andar.
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