En este siglo XXI se ha dado una
revolución intelectual y cultural en muchos aspectos, lo antiguo
vuelve como si fuera algo nuevo, surgen ideas novedosas, algunas más
provechosas que otras, pero incluso prácticas casi olvidadas
resurgen, volviendo con nuevos aires de modernidad pero con su mismo
espíritu.
En distintas partes del mundo ha
resurgido el gusto por el deporte de las espadas, no la clásica
esgrima olímpica, sino el antiguo estilo europeo de combate con
espada. Ya desde hace muchas décadas se practica otros estilos de
esgrima oriental como el kendo, el iaido, el kumdo o las formas
chinas de wushu o kung fu, pero el antiguo estilo occidental esta
resurgiendo.
Algunos lo practican como deporte como
los grupos de HEMA (Historical european martial arts) que utilizan
armas de acero sin filo o de polímero para no causar daño, además
de que utilizan distintas protecciones o armaduras modernas para
evitar salir lesionados en los encuentros. Se practica como una
disciplina de esgrima deportiva, pero con la variación de que
utilizan espadas mandobles o de mano y media, las llamadas espadas
bastardas, y también las espadas roperas o rapiers.
Este deporte ha tenido gran aceptación
en muchas partes del mundo, pero el costo de las armas y las
protecciones o armaduras, es algo elevado. También ha surgido un
estilo de combate de espada pero más sencillo y económico al mismo
tiempo, es el softcombat, también llamado modern sword fighting, en
el cual se utilizan replicas de antiguas armas pero son acojinadas,
hechas de fibra de vidrio, tubería de plástico y espuma de
poliuretano o etilvinilacetato (foami).
En el softcombat se aplican estilos de
combate oriental y occidental, la variedad de armas es muy diversa,
incluso hay replicas de armas de fantasía, pero lo que más ha
permitido que el softcombat tenga la aceptación mundial que ha
obtenido, es lo económico de fabricar sus armas y la gran diversidad
de técnicas que se pueden aplicar en sus combates. Es una disciplina
más abierta a distintos estilos, aunque dependiendo de la región
puede tener alguna preferencia por un estilo de esgrima antiguo o
estilos más modernos como el filipino o el nepalés.
Existe una disciplina más purista al
respecto que se maneja estrictamente como un arte marcial, es el
denominado ARMA (Arte marcial renacentista) en donde los estilos
español, alemán, inglés e italiano son los primordiales en esta
práctica. A diferencia del HEMA en el ARMA se utiliza armas de acero
o de madera, como se hacía en la antigüedad, pero prácticamente no
utilizan armaduras o protecciones, poniendo mucho énfasis en la
perfección de la ejecución de cada movimiento que realizan.
Simplemente no tienen permitido fallar, pues fallar puede costar
caro.
Pero lo más importante de estas
disciplinas es que promueven los antiguos valores de la caballería:
La honestidad, la decencia, la justicia, el respeto, le honor y la
dignidad. No es solo blandir una espada, ya sea hecha de acero,
madera, plástico o acojinada, es lo que está atrás de ella, quien
la porta es lo que importa.
No es disfrazarse de “guerrerito” y
fingir algo que no son, como algunos jóvenes que se “cosplayean”,
es vivir conforme a un código a una ética, algo que hace mucha
falta en estos días. El moderno camino de la espada intenta rescatar
valores y virtudes casi olvidadas por algunos, pero que la sociedad
moderna necesita revivir. No es solo saber blandir correctamente una
espada, es saber vivir una vida con honor y dignidad, el antiguo
camino del caballero, un camino que vale la pena seguir.
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