20 noviembre 2017

El retorno de los caballeros


En este siglo XXI se ha dado una revolución intelectual y cultural en muchos aspectos, lo antiguo vuelve como si fuera algo nuevo, surgen ideas novedosas, algunas más provechosas que otras, pero incluso prácticas casi olvidadas resurgen, volviendo con nuevos aires de modernidad pero con su mismo espíritu. 

En distintas partes del mundo ha resurgido el gusto por el deporte de las espadas, no la clásica esgrima olímpica, sino el antiguo estilo europeo de combate con espada. Ya desde hace muchas décadas se practica otros estilos de esgrima oriental como el kendo, el iaido, el kumdo o las formas chinas de wushu o kung fu, pero el antiguo estilo occidental esta resurgiendo. 

Algunos lo practican como deporte como los grupos de HEMA (Historical european martial arts) que utilizan armas de acero sin filo o de polímero para no causar daño, además de que utilizan distintas protecciones o armaduras modernas para evitar salir lesionados en los encuentros. Se practica como una disciplina de esgrima deportiva, pero con la variación de que utilizan espadas mandobles o de mano y media, las llamadas espadas bastardas, y también las espadas roperas o rapiers. 

Este deporte ha tenido gran aceptación en muchas partes del mundo, pero el costo de las armas y las protecciones o armaduras, es algo elevado. También ha surgido un estilo de combate de espada pero más sencillo y económico al mismo tiempo, es el softcombat, también llamado modern sword fighting, en el cual se utilizan replicas de antiguas armas pero son acojinadas, hechas de fibra de vidrio, tubería de plástico y espuma de poliuretano o etilvinilacetato (foami). 

En el softcombat se aplican estilos de combate oriental y occidental, la variedad de armas es muy diversa, incluso hay replicas de armas de fantasía, pero lo que más ha permitido que el softcombat tenga la aceptación mundial que ha obtenido, es lo económico de fabricar sus armas y la gran diversidad de técnicas que se pueden aplicar en sus combates. Es una disciplina más abierta a distintos estilos, aunque dependiendo de la región puede tener alguna preferencia por un estilo de esgrima antiguo o estilos más modernos como el filipino o el nepalés. 

Existe una disciplina más purista al respecto que se maneja estrictamente como un arte marcial, es el denominado ARMA (Arte marcial renacentista) en donde los estilos español, alemán, inglés e italiano son los primordiales en esta práctica. A diferencia del HEMA en el ARMA se utiliza armas de acero o de madera, como se hacía en la antigüedad, pero prácticamente no utilizan armaduras o protecciones, poniendo mucho énfasis en la perfección de la ejecución de cada movimiento que realizan. Simplemente no tienen permitido fallar, pues fallar puede costar caro. 

Pero lo más importante de estas disciplinas es que promueven los antiguos valores de la caballería: La honestidad, la decencia, la justicia, el respeto, le honor y la dignidad. No es solo blandir una espada, ya sea hecha de acero, madera, plástico o acojinada, es lo que está atrás de ella, quien la porta es lo que importa. 

No es disfrazarse de “guerrerito” y fingir algo que no son, como algunos jóvenes que se “cosplayean”, es vivir conforme a un código a una ética, algo que hace mucha falta en estos días. El moderno camino de la espada intenta rescatar valores y virtudes casi olvidadas por algunos, pero que la sociedad moderna necesita revivir. No es solo saber blandir correctamente una espada, es saber vivir una vida con honor y dignidad, el antiguo camino del caballero, un camino que vale la pena seguir.


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