Los relatos contemporáneos tienen cierta similitud con los cuentos de antaño en ciertas características, desde en la apariencia y tamaño de las serpientes hasta en el comportamiento de las mismas, pero desafortunadamente en la mayoría de los casos la aparente evidencia de su existencia, según se ha dicho, ha sido destruida en el mismo lugar donde aparecieron, principalmente por temor a esos reptiles.
Comenzaré por el más reciente reporte del supuesto avistamiento de una serpiente gigante en la Presa La Soledad, situada en el municipio de Yaonáhuac, en el estado de Puebla, en donde supuestamente fue encontrada una serpiente gigante, e incluso en las redes sociales se hizo viral una presunta imagen del reptil, pero afortunadamente el portal “Tlatlauquitepec y su Región”, de José García, desmitificaron el caso de la foto de la serpiente gigante, pues resultó ser una imagen de Indonesia del año 2012. Aunque sus mitos y leyendas de la zona cuentan sobre estos animales, no hay evidencia real de ellos.
Más recientemente, en los años 1990´s en el estado de Zacatecas, se dio otro caso. Una persona me relató que su padre trabaja como supervisor en una zona minera muy cercana al municipio de Mazapil, y en una ocasión él le mencionó que un día que estaban utilizando una barrena de perforación de suelo industrial, una muy similar a las que se usa para perforar el suelo para instalar postes de electricidad, para instalar una noria para sacar agua de esa zona, después de taladrar varios metros de profundidad, de pronto la maquina se trabo, así que dio la orden de sacar la barrena, para que no se dañara la maquinaria.
En ese momento se dio la sorpresa por parte de todos los trabajadores del lugar, pues vieron que al salir la barrena del pozo, entre los surcos y cuchillas del aparato venía enroscada una enorme serpíente de gran tamaño. Según su padre, aparentemente, el reptil mediría unos 20 metros de largo y fácilmente tendría unos 30 centimetros de diámento en su parte más gruesa. Sus escamas eran de un color verde oscuro, pero lo más curioso del animal, es que las escamas más cercanas a su cabeza eran mucho más largas de lo normal, al grado de que parecían plumas, lo que, como en otro anterior relato, recordaba la imágen clásica de Quetzalcoatl.
A simple vista el animal se había enrollado en la barrena, lo que la había atorado, creían que estaba muerto, pero repentinamente la gran serpiente levantó su cabeza viendo directamente al operador de la barrena, fue ahí donde mejor se pudo apreciar las escamas alargadas del cuello del reptil. El supervisor sin pensarlo dos veces, dejó caer la barrena en el pozo de golpe y la accionó incluso forzando en motor, lo que causó la muerte del reptil. Porteriormente el contratista de la obra al enterarse de ello, dio la orden de tapar el pozo y que nadie contara nada sobre lo que ahí había ocurrido.
Más recientemente, si no mal recuerdo en el año 2008, me tocó atender el llamado de un trabajador del municipio de García, Nuevo León, quien aseguraba que en la construcción de un fraccionamiento nuevo, muy cercano al Río Pesquería, mientras realizaban las escavaciones para introducir el drenaje profundo en dicha colonia, cuando un trabajador sacaba tierra del pozo donde se introducía la tubería, quien utilizaba un trascabo del tipo mano de chango, de pronto se percató que algo venía colgando de la pala de la maquinaria, aquello era una enorme serpiente de más de 15 metros de largo, según el trabajador que me lo contó, era muy similar a una boa, tan gruesa que podría tragarse a una persona según sus propias palabras.
El trabajador levantó el brazo de la maquina en todo lo alto para ver el tamano de aquel impresionante animal, pensando que estaba muerto, pues no se movía, pero de pronto el animal se desprendió de la pala del trascabo, y se enrolló en posición defensiva, estaba viva y estaba mordiendo a la mano de chango. El operador del trascabo al ver al enorme animal tomar aquella posición inmediatamente dejó caer la pala del trascabo sobre el reptil, dandole muerte en unos instantes. Supuestamente estaba oculta en un tunel bajo la tierra, y al escarbar con la maquinaria el animal solo se defendió al sentirse atacada. El ingeniero de la obra al ver al animal, ordenó que lo quemaran y lo enterraran en el monte, les prohibió a todos de que contaran algo de eso, bajo amenaza de ser despedidos de la obra.
Intenté lograr entrevistas de alguien, pero nadie quiso dar otra versión de esos aparentes hechos. Todo esto solo quedó en simple anécdota, pues no existe ninguna evidencia que pueda probar estos hechos, solo los relatos de quienes los vivieron, y que en algún momento decidieron compartirlos, pues para ellos, es algo que se debe de saber, pero que desgraciadamente, no hay nada que pueda probar que aquellos hechos, o las mismas serpientes gigantes, sean reales, aunque sería interesante pensar que todavía existen animales tan insólitos como esos, no nos debemos de engañar, hasta que la evidencia señale lo contrario, estos solo serán crónicas modernas de serpientes gigantes, un mito que no se deja morir a pesar del paso de los años.
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