A lo largo de la vida de muchas personas han sido testigos presenciales, o ellos mismos fueron los partícipes, de eventos insólitos que en algunos casos marcaron sus forma de ver la vida, o simplemente no pasó de ser una experiencia muy curiosa y emocionante. Hoy me toca contarles mi versión de estas cosas, mis experiencias.
Algunos creen que por ser escéptico no creo en cosas de misterio, y en cierta forma tienen razón, no creo, pues no me gusta creer, prefiero el saber que son y conocer su posible explicación, cualquiera que esta sea. Me interesa saber que son esas cosas y no alucinar con falsas ideas sobre esos temas, pues como todo, merece ser explicado y resuelto.
A muchas personas les llama mucho la atención el tema de los ovnis y los “extraterrestres”, incluso creen que está implícito el uno con el otro, aunque las evidencias indiquen todo lo contrario, pero hay quienes siguen esperando que los “hermanos mayores del cosmos” vengan a arreglarle su vida y a solucionar todos su problemas personales. Cuando en realidad si “ellos” llegaran, lo más probable es que eso, sería lo último que se pondrían a hacer.
Bueno, les narraré mi primera experiencia con el fenómeno ovni. Tendría yo unos 5 años de edad, cuando acompañaba a mis padres en su carro, un imponente Chevelle 1972 color amarillo, era de noche, no recuerdo que hora sería, íbamos por una carretera o avenida muy solitaria, no sed veía alguna construcción cercana por donde andábamos, de pronto llegamos a un cruce de caminos, en donde había un semáforo el cual nos marcó la luz roja, por lo que mi padre detuvo el carro.
Mientras esperábamos el cambio de luz, de pronto vi algo extraño fuera del carro, a menos de 10 metros del vehículo, y como a unos dos metros de altura sobre el suelo, se encontraba un objeto plateado flotando en el aire. El objeto, desde mi perspectiva aparentaba ser de aluminio pero estaba muy arrugado su exterior. Tenía la forma similar al de un platillo volador, pero era muy pequeño, tendría como medio medro de diámetro y apenas unos 10 centímetros de grosor, parecería un queso envuelto en aluminio. No emitía ningún ruido, que yo recuerde, y se podía ver claramente, porque en ese crucero en que estábamos había una luminaria que daba suficiente luz para alumbrar el carro y al curioso objeto.
Mis padres también lo vieron, lo se porque les llamé para decirles que algo estaba fuera del vehículo, recuerdo muy bien también que en ese entonces yo viajaba a todas partes con un osito de peluche, el cual me fue regalado a la semana de haber nacido por un padrino mio. Lo que hice después, me parece que fue una simple reacción infantil, abrí la ventana del vehículo y saludé al objeto con mi oso, a lo que mi madre me dijo, algo asustada, que metiera rápidamente el brazo. Mi padre vio esa cosa también, pero él mantuvo la calma hasta que la luz del semáforo cambió, y él arrancó el carro, alejándonos del lugar.
Nunca comenté esta experiencia en mi familia antes, o con amigos, no le encontraba explicación, de hecho sigo sin encontrarla, incluso años después le pregunté a mi madre si recordaba esa noche, pero ella me dijo que no recordaba nada del evento. En fin, esto había ocurrido hace muchos años, más de 30 años cuando le pregunté.
No digo que fue una nave extraterrestre, ni nada por el estilo, pues no tengo ninguna posible evidencia de ello, e incluso mi relato no es más que algo meramente anecdótico, pudo haber sido algo que estaba colgado de algún alambre eléctrico que no veíamos, pues esa cosa tenía un movimiento giratorio, aunque muy lento. No se que fue, y eso me intriga.
Hoy se los comparto, especialmente para aquellos que creen que un servidor nunca ha tenido un “encuentro cercano” con un presunto ovni. He visto más, y más espectaculares, pero no tan cerca como ese, recuerdo uno de forma romboidal, que era de un rojo brillante en la parte alta del Cañón de la Huasteca, en Santa Catarina, lo tendríamos a unos 300 metros, y realizó un movimiento como si se inclinara, aunque en su momento pensé que se trató de un helicóptero, pues duró como 30 minutos fijo y luego desapareció. Pero igualmente, no hay evidencias de aquello sea de origen alienígena, y si lo fueran no hay ninguna razón para ocultarlo, pero como no hay pruebas de ello, sería totalmente deshonesto afirmarlo de esa manera.
Ovnis sí los hay, son solo objetos voladores no identificados; pero naves extraterrestres, no hay nada ni nadie que haya podido demostrar su presencia en nuestro mundo, o en otro.
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