La Muerte: ¿Me temes?
Belduque: No, no te temo.
La Muerte: ¿Por qué?
Belduque: Porque sólo eres una parte de ese bello proceso llamado vida, eres el final, pero formas irremediablemente parte de ella.
La Muerte: ¿No le temes al más allá?
Belduque: No le temo a lo “desconocido”, mucho menos al “más allá”, pues realmente no existe ninguna razón para temerle a lo que no hay ninguna certeza de que nos pueda causar daño.
La Muerte: ¿No le temes a la noche?
Belduque: La noche es para dormir y descansar, igual que la muerte.
La Muerte: ¿Y no le temes a la oscuridad?
Belduque: Mucho menos le temo a la oscuridad, pues sólo en la oscuridad se puede conciliar un dulce sueño reparador.
La Muerte: ¿Sí sabes que si miras a la oscuridad, en realidad es la oscuridad quien te esta mirando?
Belduque: Y con mayor razón no hay que temerle, incluso valdría la pena brindarle una sonrisa a la oscuridad, pero nunca temerle, pues quien sabe, a lo mejor hasta la oscuridad nos regresa una sonrisa.
La Muerte: Ve y vive, vive feliz.
Belduque: Y así lo haré, hasta que vengas por mi, y así podamos compartir una última sonrisa.
La Muerte: ¡Hasta esa noche, la noche de los tiempos!
Belduque: ¡Hasta la noche de los tiempos! ¡Bye!
¡Feliz Día de Muertos a todos!
*Modelo: Danna Sánchez
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