Es una pregunta muy recurrente en muchos debates en redes sociales entre escépticos y los creyentes de mitologías de índole sobrenatural. Varios colegas nos pusimos a revisar esta cuestión y obtuvimos una posible solución a esta reyerta.
Para comenzar, como ejemplo, el demostrar que no existen los duendes,
los ángeles o los unicornios, al igual que demostrar la no existencia de
cualquier otra entidad, esto en apariencia representaría un desafío
epistemológico y lógico algo considerable.
Pero existen ciertos puntos clave que se pueden considerar al abordar
esta cuestión, la primera sería la Carga de la Prueba. En lógica y en filosofía
de la ciencia, la Carga de la Prueba siempre recae en quien hace una afirmación
positiva.
Si alguien afirma que los duendes o las hadas existen, es la obligación
de esa persona proporcionar evidencia que respalde su afirmación. No es tarea
de los demás demostrar que los duendes y hadas no existen. Y el no poder
hacerlo, refutaría su pobre afirmación.
Es muy común que los creyentes en mitos utilicen la Falacia de la
Inversión de la Carga de la Prueba, que es exigir que alguien demuestre la no
existencia de algo. Esto es similar a pedirle a alguien que demuestre que no
hay una tetera orbitando entre la Tierra y Marte, por mencionar el ejemplo de
la "tetera de Russell".
La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia, pero en el
contexto de los seres “sobrenaturales”, la falta de cualquier evidencia
empírica, documentada y verificable para su existencia, es un fuerte indicio de
que muy probablemente no existan. De hecho, se puede alegar como postulado que,
la evidencia de su ausencia es prueba de su inexistencia en el mundo real.
Recordemos que el Método Científico se basa en la observación, la hipótesis,
la experimentación y la repetición para la verificación de datos. Hasta la
fecha, no hay evidencia científica, ni de ninguna otra, que apoye la existencia
de seres sobrenaturales, ya sea ángeles, duendes, hadas, unicornios, dragones o
dios.
Todas las investigaciones serias y verificables en campos como la
biología, la física, la química, la astronomía, la antropología y la zoología,
no han encontrado ningún rastro de estas entidades.
Volviendo al ejemplo de los duendes, que son generalmente descritos
como criaturas míticas en varias culturas, sus características y
comportamientos varían ampliamente según la tradición. Esta falta de una
definición coherente y consistente “dificultaría” cualquier intento de búsqueda
seria y científica. Pero si nos centramos en una definición concreta, ahí la
cosa cambia, y es mucho más sencillo indagar sobre ella.
Sin embargo, la falta de evidencia o pruebas para los duendes es similar
a la falta de evidencia para otras entidades míticas como los unicornios,
dragones, sirenas o ángeles. No se considera necesario demostrar la no
existencia de estas criaturas para aceptarlas como simples seres mitológicos.
Dentro del campo de la investigación se conoce el concepto de la
Navaja de Ockham, que es un principio que sugiere que de entre dos hipótesis
que explican los mismos hechos, la más simple suele ser la correcta. La
hipótesis de que los seres sobrenaturales no existen es más sencilla y
congruente con el conocimiento actual del mundo.
No se puede probar con certeza absoluta la no existencia de algo en
términos universales. La “certeza absoluta” es arrogancia, y la ciencia no es
arrogante. Sin embargo, la falta de evidencia, junto con principios lógicos y
metodológicos, sugiere fuertemente que los seres sobrenaturales sólo son una
creación de la mitología y la cultura popular, más que una realidad observable.
Ahí se las dejo de tarea.
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