Ya han pasado varios años de la partida de este mundo del Capitán Alejandro Franz, quien fuera un piloto aviador de enorme experiencia, pero que destacó internacionalmente por ser un gran investigador del fenómeno ovni, de los investigadores de verdad, de los que sí resuelven casos.
Su caso más conocido, aunque resolvió y desmitificó muchos otros, fue el caso del avistamiento de 16 presuntos ovnis captados por equipo de vigilancia de la Fuerza Aérea Mexicana, ocurrido el 5 de marzo del año 2004 en Campeche. Fue una noticia que le dio la vuelta al mundo, aunque el caso fue pésimamente manejada, tanto por los encargados de comunicación de la Secretaría de la Defensa Nacional, como por la prensa amarillista.
La grabación se realizó con la cámara infrarroja desde un avión militar, que realizaba operaciones de vigilancia antidroga en aquella zona. Según el reporte “poco antes de las 5:00 pm el operador de radar de la aeronave, detectó 11 ecos de radar no identificados, por lo que advirtió al piloto del avión, que decide dirigirse a los ecos pensando que eran aviones de los narcotraficantes”.
Pero los tripulantes no vieron nada, pero la cámara de luz infrarroja captó varios objetos, que no eran invisibles a simple vista. Según se dijo “su velocidad y trayectoria parecían variables y en constante cambio”. Supuestamente los “ovnis” se acercaron al avión, lo rodearon y luego desaparecieron.
En su momento varios científicos del Instituto de Astronomía y de Investigaciones Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descartaron el caso al explicar que lo ahí ocurrido se trató de un fenómeno meteorológico conocido como “centellas”, las cuales se forman por burbujas de gas ionizado en la atmósfera.
Sin embargo, esto llamó mucho la atención del experimentado piloto e investigador, por lo que él realizó un vuelo por la misma ruta para intentar reconstruir lo ahí ocurrido y verificar las hipótesis que surgieron para darle solución al caso.
Sin embargo, él logró confirmar otra hipótesis que había surgido también, que lo que habían grabado en realidad se trató de las chimeneas de una planta petrolera ubicada en esa zona. El Capitán Franz logró emular el aparente fenómeno de los presuntos “ovnis”, siguiendo la misma trayectoria de vuelo del avión militar, al ir tomando video con una cámara en la misma dirección del mencionado avistamiento.
El resultado de ese vuelo probó de forma constatable que la hipótesis de los pozos petroleros era la correcta. Posteriormente otros pilotos aviadores también corroboraron dicha hipótesis.
El vuelo de reconstitución fue documentado por varias agencias informativas internacionales, la mayoría de los investigadores serios y formales aceptaron esa explicación como la solución correcta para este caso. Sólo unos pocos, que lucran con la mistificación y sus “misterios”, siguen alegando que es un caso inexplicable o que se trató de extraterrestres.
Hoy a más un año de su partida, sigue siendo un ejemplo a seguir dentro de la auténtica ufología a nivel internacional, pues constató de nuevo que la ufología es para resolver casos, no para venerar falsos mitos.
¡Gracias y buen vuelo Capitán Alejandro Franz!
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1 comentario:
El Capt. Franz encontró inspiración en lo que los españoles hicieron con el "caso Manises" y aplicó el mismo tipo de explicacion.
Sin embargo, si se sigue atentamente la descripción de los tripulantes del avión militar, es dificil explicar cómo los fuegos de las plantas de petróleo allá abajo, puedan rodear al avión. Además creo que los tripulantes no sólo los captan por deteccion de infrarrojo, sino que los ven.
En resumen: personalmente para mi el caso sigue abierto. Creo que una lectura minuciosa del mismo, como la que yo hice, de las declaraciones de la tripulación militar, no coincide con lo que concluyó el Capt. Franz.
Si me equivoco, que me disculpen, pero hay que volver al caso y reverlo.
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