Es muy curioso, y lamentable, cuando alguien se pone a opinar sobre algo que realmente no conoce y llega alguien a refutarlo con conocimiento de causa, y le responden con falacias, en lugar de agradecer el haber sido corregido. Así es la triste realidad de muchos de esos "debates".
Como novedad, o como estrategia del actual régimen político, están surgiendo voces invitando a no votar, invitando a mantenerse en la apatía, y en la autocensura. Tenemos que tener muy bien claro esto: El que no vota no tiene derecho a reclamar ni a exigir. Por eso hay que votar. Es una obligación cívica y moral de todo ciudadano.
Pero hay individuos que salen con “argumentos” del tipo: "Votes o no votes tienes derecho a exigir, simplemente por pagar impuestos y vivir en México, todos tenemos permiso para pedir un mejor país". Pero para poder pedir un mejor país hay que votar.
Ese “argumento” viene desde de la apatía política, y desde una muy cómoda ignorancia. Todos tenemos que estar involucrados en la dirección de la política del país, no sólo es pagar impuestos y esperar que todo se de por si solo, hay que actuar, no sólo esperar resultados de lo que otros sí votan.
Es como los que cooperan para comprar una pizza, pero no opinan sobre los ingredientes, sólo ponen dinero, pero luego quieren reclamar porque no les gustaron los ingredientes elegidos por los demás.
Está totalmente demostrado que por la apatía de no votar se han impuesto las actuales, y las pasadas, mafias y la oligarquía políticas del país. Tan sólo en las pasadas elecciones del 2018, únicamente votó el 63.3% de la población, si el otro el 36.7% hubiera votado, el rumbo del país podría ser muy distinto, y mucho mejor al actual, o al menos eso parece, basándonos en el 80% de inconformidad actual de la población que se ha manifestado en múltiples encuestas libres en las redes sociales.
Pero estos defensores de la apatía dicen "¿Si votar te definiera como persona, a quién le das el voto? Quédatelo tú, eso es lo que eres y apoyas, y que triste si tu elección sea el menos peor".
Pero es mucho más triste, y más lamentable, el no votar. Para bien o para mal, el votar por el "menos peor" es la acción más lógica y racional. No importa si no te gusta. Lo importante es participar.
Así es, no importa si no te gusta del todo, es mucho más importante que ejerzas tu voto, y no seas cómplice de la apatía que permite la imposición de regímenes autoritarios y autócratas.
Piénsalo bien, razónalo a consciencia. No seas cómplice de la opresión.
Ahí te lo dejo de tarea.
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