No lo puedo negar, esta vez el Sr. Manuel de la O, Secretario de Salud de Nuevo León, se sacó un 10 de calificación al prohibir las peregrinaciones y festejos patronales de esta temporada, pues el repunte en los infectados por Covid-19, y las defunciones por no han menguado.
Tenemos que ser realistas en esto; la afamada Virgen de Guadalupe, ni el San Judas, ni el San Benito, ni el dios al que adores, en cualquiera de sus versiones, te pueden proteger de esta pandemia, porque está pandemia sí es real, no sólo vive en tu mente y en tu imaginación como todos esos personajes mitológicos.
Aunque no lo quieran ver muchos, se está dando un rebrote, poco a poco, de los contagios de la temida SARS-Cov-2, y de los muertos, mejor ni hablamos, siguen aumentando. Y todo es por culpa de toda esa gente que se descuidó o que le “valió gorro” todas las indicaciones que la Secretaría de Salud nos dio.
Ya se puede ver en todas partes gente caminando en la calle sin el cubrebocas puesto, o puesto incorrectamente, no se lavan las manos, ni sanitizan todos los objetos con los que tienen contacto en su trabajo o en el mercado. No falta el imbécil que se enoja, y se pone loco, si un empleado de un negocio le pide que se ponga el cubrebocas correctamente si quiere ser atendido en ese local.
Pero luego son los primeros en andar llorando y reclamando porque se andan muriendo ellos o un familiar querido. Si se andan muriendo por andar de “valemadristas”, entonces en toda su culpa que se enfermen y se pongan mal de salud, porque fueron irresponsables.
Seamos honestos y francos en esto. Son cosas de la selección natural y de la supervivencia del más apto y que se adecua a las situaciones actuales. Aunque esa gente sea prepotente o tenga sus creencias religiosas muy arraigadas, al virus no le interesa eso, de todos modos los va a infectar por ser descuidados e irresponsables.
Recuerdo hace unos días un “debate” que tuve con un “profesor universitario” que es muy religioso, según él. Este individuo negaba que todos somos, a final de cuentas, polvo cósmico o polvo de estrellas, como gusten llamarle. Este hecho, como todos deberían de saber, se ha sabido desde 1918, hay referencias de ello en palabras de varios astrónomos.
Como se puso muy necio, le reté a que si tenía la calidad humana, renunciara a su fe y sus creencias si yo le mostraba que sólo somos polvo estelar, a lo que él reclamó defendiendo su ideología con un muro de sofismas.
Y gracias a eso aprendí algo muy valioso… Hace tiempo un individuo plagado de soberbia, y muy “religioso”, decía que “un hombre sin creencias no es nada”; pero estaba totalmente equivocado, eso es un vil insulto a la propia humanidad. Un hombre sin creencias, es un hombre auténticamente libre.
Que tengas una muy bella y desmitificante noche.
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