04 marzo 2017

De lo paranormal a lo desmitificante


La marejada de los temas ufológicos y paranormales se va renovando o actualizando según van pasando los días, varios casos nuevos surgen cada semana, pero pareciera que se sigue cayendo en el mismo bache del sensacionalismo y amarillismo desinformativo que termina por denigrar esta materia en simple blof plagado de engaños y viruta de mentiras que solo se sostienen mientras alguien se las crea. 

Por un lado nos llegaron las imágenes salidas de un hospital de Rio de Janeiro, Brasil, en donde llegó un hombre herido de bala en el rostro, todo parecería normal hasta que el hombre comenzó a proferir palabras extrañas, casi no entendibles, supuestamente satánicas, que de ser una nota policiaca pasó de una nota de terror, pues las personas comenzaron que se trataba de un supuesto hombre poseído por un demonio. 

El miedo llegó al grado de que un hombre que estaba presente, escudándose con una silla o banca del lugar, comenzó a hacer oración, como tratando de tranquilizar o exorcizar al individuo. Sin embargo otros decían que se trataba de un zombie que había ingresado a un hospital. Ambas versiones igual de disparatadas, poniendo en evidencia un pseudo-periodismo bastante deplorable. 

Como en tantas otras ocasiones similares, solo se trató de un individuo drogado que le causó problemas mentales, lo que originó toda esa escena dantesca. No es la primera vez que vemos este tipo de escenas. Pero los medios siguen haciendo una pésima labor informativa de ellas, pues no le dan el seguimiento correcto ni la cobertura adecuada que merece un falso mito creado por ellos mismos. 

Y ahora la casa de Puerto Montt, en Chile, en donde los supuestos fenómenos paranormales fueron tan notorios que hasta los Carabineros, la fuerza policial chilena, se vio involucrada; sin embargo todo desencadenó en simples testimonios de que unos vieron una cosa, otros vieron otra cosa, y los videos no muestran nada relevante o que pueda dar veracidad a lo que ahí se narró. 

Para colmo el caso en lugar de ser abordado por investigadores que buscaran darle respuesta y solución, fue inundado de curiosos aficionados al esoterismo, de esos que solo se dedican a recolectar videos de “cosas raras” (evidencias según ellos), pero no se ponen a analizarlos para solucionarlos, solo los acumulan, los coleccionan y dicen “que cada quien forme su opinión”, cuando su labor debería de ser la de unificar conceptos y concretar respuestas para desmitificar esos casos. 

Recordemos que esos “investigadores” que solo se meten a panteones y casas viejas para grabar sombras, ruidos raros o “fenómenos paranormales” no son investigadores. Los investigadores son aquellos que se dedican a analizar las supuestas evidencias presentadas de un presunto fenómeno paranormal para darle solución. Los que solo van a recolectar testimonios o grabar video y tomar fotos, solo son recolectores. Pues quien ni siquiera hacen la pesquisa (investigación para descubrir algo) de forma correcta, solo recolectan, acumulan y coleccionan. 

En una época en donde conseguir una buena cámara de video o fotográfica no es difícil, es triste ver que las evidencias de lo “paranormal” siempre están pésimamente captadas. Pero hay que saber que por muy buena que sea la cámara, no quiere decir que se trate de un buen “investigador”, pues el uso de una herramienta no hace al experto, es el adecuado manejo de la herramienta de trabajo, aunque esta sea de bajo presupuesto, lo que convierte en perito (experto) a quien realiza la labor de la investigación. 

Que todos tengan un desmitificante día.



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