Creer en mentiras envenena la mente

En estos días una de las mejores herramientas de trabajo es la información, gracias a la adecuada y certera información las personas, las organizaciones, e incluso las sociedades han llegado a tener un desarrollo muy importante logrando superar obstáculos que podrían haber sido considerado como muy difíciles de solucionar.

Una de las mejores formas de adquirir información adecuada es leer, estudiar e investigar. El leer es como hacer aerobics para el cerebro, el analizar y razonar es como hacer pesas. El problema viene cuando hay personas que se ponen a publicar “información” falsa encaminada a engañar y manipular a la opinión publica, para encaminarla a ciertas tendencias que les son favorables a ellos.

Así se va generando desinformación, un verdadero riesgo para las personas, e incluso para la sociedad entera, dependiendo del grado de manipulación se esté manejando en esas tramas enfocadas a engañar a las personas. Lo más peligroso es cuando esa desinformación llega a personas con cierta pereza mental, que no les gusta indagar para ver si lo que les llega es verdadero, y de tendencias al fanatismo, en pocas palabras, que actuan sim pensar mucho conmsecuencias de sus actos.

Las cosas se ponen peor, pues cuando esos supuestos líderes, guías o autores detectan a esas personas que son fácilmente manipulables por su mentalidad débil e impresionable, ellos tratarán de sacar todo el provecho posible de ellos por medio de sus publicaciones alarmistas. Eso individuos de muy dudosa mora y muy cuestionable decencia, son capaces de todo con tal de lograr sus objetivos. Se ponen títulos de investigadores, sanadores, contactados, canalizadores y hasta de periodistas se autonombran con tal de llamar la atención, y tener más peso en sus argumentos.

No podemos negar que muchas de esas campañas desinformativas como la exociencia, la exopolítica, el "nuevo orden mundial", la "nueva era de acuario", el “fin del mundo” y la llegada de la tercera guerra mundial son solo campañas de desinformación maquinadas para confundir y engañar a las personas. Aunque parezca algo repetitivo, pero es muy necesario, por el bien de todos seguir haciendo hincapié en estos temas, pues no ha reducido la incidencia de apariciones de gente que se dedica a estafar personas incautar por medio del negocio de sembrar miedo y dudas con los temas de misterio.

Lo peor viene cuando se comienzan a mezclar ideas de fenómenos paranormales, extraterrestres o pseudo-ciencia con religión, con tal de amedrentar a seguidores de alguna ideología, y atacar a los de otras filosofías. La religión debe de ser para unir gente, generar solidaridad, paz y armonía, no para promover el odio interreligioso. Las creencias ilógicas combinadas con un fanatismo irracional, siempre da resultados funestos.

El ciberterrorismo desinformativo, una realidad innegable en la red, debe ser más penado por la ley, ya que es un gran riesgo para la sociedad moderna, pues aunque algunos no lo crean, puede llagar causar muchas muertes de inocentes. Un ejemplo de esas campañas, es la que está contra la aplicación de las vacunas, la cual dice que son perjudiciales para la salud, cuando en realidad son todo lo contrario, son la mejor manera de mantener una buena salud, y sobre todo en los niños, que pueden ser las principales víctimas de ese engaño.

Otro engaño “anticientífico” que ya ronda la red es aquello de que la evolución de los animales es un mito, cuando es una realidad que está demostrada científicamente, con datos sustentables y corroborables por todo mundo. Es como si quisieran someter al mundo a un neo-oscurantismo, en donde lo científico, lo lógico y lo racional sea censurado y esté penado. El creer mentiras envenena la mente, degrada la calidad humana de las personas y las hace caer en un circulo vicioso de engaños que sustentan mentiras, hasta que chocan de manera violenta con la realidad que ellos no quieren aceptar. Aquí es donde los resultados llegan a ser muy trágicos.

Cuando alguien te diga de conspiraciones, que algo que suene fuera de lo común e insólito, y te pide que le creas o que sino pagarás consecuencias, solo respóndeles: No me interesa creerte, me interesa saber con certeza que lo que digas es la realidad.

Yo a ti, mi querido lector, solo te digo: No importa que no creas lo que digo, tú mismo podrás verificar que es la realidad, así dejarás de creer y comenzarás a saber. Que el decir la verdad no sea solo una promesa, que sea un propósito en tu vida.

Fuente: http://info7.mx:9000/editorial.php?id=2049