Últimamente se esta poniendo mucho de moda escuchar sobre el movimiento libertario en América, y la verdad no es para menos debido a las fuerzas políticas que se están desarrollando en todo el continente. Y esto esta poniendo en boca de muchos a los llamados “libertarios” en las redes sociales.
Pero varios de esos supuestos libertarios, realmente no tienen nada que ver con la ideología libertaria o liberal, sino todo lo contrario, son “conservadores de derecha” escondidos bajo esa novedosa máscara política e ideológica. Vamos a ver las diferencias que hay entre esas dos ideologías políticas.
Siendo honestos y francos, ser un libertario y ser de derecha conservadora son dos perspectivas políticas muy distintas, aunque comparten algunas pocas similitudes en ciertos temas.
El libertarismo es una ideología política que pone un fuerte énfasis en la libertad individual y en limitar la intervención del gobierno en la vida de las personas. Los libertarios consideran que lo correcto es la mínima interferencia del gobierno en la economía, la sociedad y la vida personal. Ellos abogan por la propiedad privada, la libre competencia, la reducción de impuestos y de regulaciones, y sobre todo la defensa de las libertades civiles y los derechos individuales.
Por el otro lado, la derecha conservadora es una ideología que valora mucho las tradiciones, la autoridad, la “moralidad social” y la estabilidad. Los conservadores tienden a favorecer políticas que mantengan las instituciones y los “valores tradicionales”, como la familia, la religión y la nación. Por eso en muchos casos se les considera neo-fascistas. Suelen ser muy mesurados respecto a los cambios rápidos y drásticos en la sociedad y prefieren mantener ciertas estructuras establecidas.
Tanto los libertarios como los conservadores de derecha valoran la libertad individual, aunque la enfoquen de manera distinta. Los libertarios procuran una restricción mínima por parte del gobierno en todos los aspectos, mientras que los conservadores ven las restricciones como una forma de preservar ciertos valores y “normas sociales”.
Sin embargo, los libertarios buscan reducir lo más posible la intervención del gobierno en la vida de las personas, incluida la economía. Mientras que los conservadores en muchos casos apoyan ciertas regulaciones y políticas que consideran necesarias para mantener la cohesión social y la estabilidad, como el militarismo o el libre porte de armas de fuego.
Los conservadores valoran y buscan preservar las tradiciones y las “estructuras sociales establecidas”, mientras que los libertarios tienden a enfocarse más en la libertad individual y pueden estar dispuestos a desafiar ciertas normas tradicionales si estas limitan la libertad de las personas. Por eso los libertarios apoyan políticas como el aborto libre y legal, el matrimonio igualitario, la adopción de niños por parejas del mismo sexo y la eutanasia en pacientes terminales; mientras que los conservadores de derecha están en contra de todo eso.
Los conservadores, en cierta forma se creen policías de la moral, pues tienden a tener una postura más arraigada en la “moralidad” y la religión en sus decisiones políticas, mientras que los libertarios suelen enfocarse en la autonomía individual y en la separación entre iglesia y Estado.
Como podemos ver, estas perspectivas políticas tienen diferencias fundamentales en términos de enfoque en la libertad individual, la forma del gobierno y la valoración de las tradiciones. Mientras los libertarios están totalmente a favor de la libertad de pensamiento y de expresión, los conservadores de derecha no lo están del todo, especialmente cuando se trata de sus creencias.
Algunas personas podrían identificarse con elementos de ambas perspectivas, y las alianzas políticas y las creencias pueden variar ampliamente dentro de cada mentalidad, pero eso ya lo veremos más delante.
Ahí se las dejo de tarea. Que todos tengan una desmitificante noche.
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