21 febrero 2020

Un régimen que se desmorona


En las pasadas elecciones presidenciales se dio un cambio de partido político al poder, o al menos eso se pensaba. Unos 30 millones de ciudadanos mexicanos creyeron en las promesas de campaña de un candidato y un nuevo partido político de izquierda con claros tintes socialistas y populistas. Pero el candidato era un político reciclado de viejos partidos políticos, aunque solo la fachada de su partido era novedosa.

Llegó el cambio de poder, la toma de posesión y mucha gente siguió creyendo que todo iba a cambiar para bien en este nuevo régimen de gobierno en México, ya habíamos pasado por muy malos momentos de corrupción e incluso una guerra contra el crimen organizado que dañó mucho al país. Aunque no lo podemos negar, y las evidencias así lo señalan, los empresarios e industriales mexicanos se hicieron acrecentar sus riquezas exponencialmente en ese período anterior.

Pero el pueblo bueno y sabio, la clase media trabajadora, ese que solo cuenta para los políticos en época de elecciones, no estaba muy contenta con el nuevo régimen que se había establecido al poder. Esa clase media que es quien realmente mantiene al país produciendo y generando, que sí trabaja y se esfuerza para tener una mejor vida. A ellos los decepcionaron.

El actual funcionario público que debería de aplicarse a solucionar todos los problemas del país, tal como lo prometió en su campaña, se la ha pasado desde el primer día de su mandato dando escusas de porque no cumple sus promesas, echándole la culpa a gobiernos del pasado, atacando a quien tenga el valor de confrontarlo y exponer sus deficiencias y evadir dar respuesta y solución a problemas del día a día.

Ese servidor público, pues solo eso es, un simple servidor público más, debería de dejar a un lado su evidente soberbia y cerrazón mental, ya es hora de cumplir con el pueblo lo que prometió. Su apatía ante los graves problemas del país le esta costando mucho dinero y vidas al pueblo mexicano.

Abanderar proyectos que solo benefician a sus correligionarios es solo aplicar lo que los anteriores presidentes aplicaron. No ha ocurrido ninguna transformación política de México, solo cambió el color de la mafia del poder, los conservadores son los que mantienen la actual demagogia y burocracia que tiene estancado al país en una total recesión económica.

Es casi increíble que en los sexenios anteriores estuviéramos mejor que con el actual gobierno, pero la realidad constatable y verificable así lo señala. ¿Es que acaso estamos viviendo en una idiocracia o una oclocracia? Yo se los dije hace varios años atrás. Los políticos y los medios solo son el reflejo de la comunidad de la que surgen.

De esos 30 millones de personas que votaron por esa “nueva opción”, hoy mucho más de la mitad se han arrepentido, y al igual que en el año 2018 consideran haber tirado su boto a la basura, de nuevo. Ningún presidente prometió tanto y fracasó tanto. Las cifras de muertes violentas en el país se disparan a diario, pero el susodicho funcionario “tiene otros datos”, pero es porque no sale a la calle a ver al pueblo que él ha decepcionado.

El llevar acarreado de otros municipios a sus eventos políticos no es nada nuevo, solo es seguir el ejemplo de los que él dijo que combatiría, pero no es así, los está emulando. Por eso hoy hasta las mujeres salen a las calles a protestar y exigir seguridad y protección para ellas, pues ellas y todos estamos en nuestro derecho, hayamos votado o no por ese simple funcionario federal, pues él prometió a todos cumplir su palabra y dar a todos u mejor país para vivir.

Pero al parecer ese simple y engreído servidor público no tiene palabra, o ya se le olvidó donde la dejó. Y por eso su régimen se desmorona ante los reclamos públicos de ese pueblo bueno y sabio que exige que cumpla su palabra.

Sus hordas de borregos que ladran, más cientos de cuentas títere de redes sociales no representan a la clase media trabajadora del país, esos que tanto ha defraudado. Debería de dar esas ridículas conferencias mañaneras y ponerse a trabajar, en lugar de perder tanto tiempo en esa demagogia de los años 1980´s.

Estamos igual que cuando la Revolución Mexicana, que en realidad no sirvió para mucho pues liquidaron a los verdaderos caudillos rápidamente, los que la "continuaron" solo se colgaron el título de revolucionarios pues eran de los mismos ex-porfiristas y ex-huertistas; pero al terminar la contienda los ricos terminaron siendo más ricos, y los pobres más pobres. ¿Vamos para allá?Ahí se las dejo de tarea.

http://twitter.com/belduque
https://www.facebook.com/BelduqueOriginal/

No hay comentarios.: