14 enero 2019

Neo-oscurantismo y pseudo-ciencia: Veneno para la mente


Cada día que me pongo a hacer una revisión de lo que aparece en distintos portales de internet, porque de la televisión mejor ni hablamos, y me decepciona ver como la mafia de la ignorancia y la incultura toma poco a poco el poder, y esto gracias a la gente que no le gusta ponerse a analizar las cosas y que se conformar con creer algo solo “porque salió en internet”.  

Recordé a unos pseudo-investigadores y pseudo-científicos que hace tiempo afirmaron, como siempre sin ninguna evidencia, que en nuestro planeta hay seres extraterrestres caminando entre nosotros, y sin olvidar a otros que han inventado los llamados “productos milagro” que dicen poder sanar y curarlo todo, pero en realidad no curan nada, y simplemente no funcionan, pero cuestan muy caro. 

Recordemos que hace algunos años decían que en el año 2012 habría un enorme cambio de polaridad en el planeta, el llamado “cambio de polos magnético”, pero que solo fue otra vil campaña de desinformación, con muy evidentes tintes terroristas enfocados a causar pánico e incertidumbre entre las personas. 

Este fraude se mezcló con otras falsedades similares, recordemos este viejo texto que así lo ilustra: “El cambio de polos por ningún motivo tomará a nadie por sorpresa , ya que para los habitantes del hemisferio norte será precedido por 3 días de oscuridad. Estas volteretas de la Tierra serán provocadas por la presencia cercana del Planeta X, el cual, siendo un imán gigante, su polo norte empuja hacia afuera al polo norte de la Tierra...”. Pero como ya sabemos, el Planeta X, Nibiru o Hercolobus no existe y todo esto fue una vil estafa.

El aspecto socio-económico influye mucho en esto, pero también el nivel intelectual y cultural de las personas, pues el promover el miedo en base a la ignorancia es la mayor herramienta para causar compras de pánico, vandalismo y otros tipo de acciones que tantas ganancias dejan a los mercaderes de la desinformación. 

No hace mucho tiempo varios charlatanes promovían en sus redes sociales que los eclipses pueden provocar sismos, a pesar de que las evidencias señalan todo lo contrario. Recordemos que la fuerza gravitacional ejercida por la Luna puede afectar la marea de los océanos, pero esta fuerza no es suficiente para afectar el proceso mecánico del movimiento de las placas tectónicas, que son mucho mayores que toda la masa de los océanos. Es tan falso como decir que el paso de los cometas o asteroides afectan en las mareas de los océanos, algo que también es completamente falso, pues los asteroides y cometas son demasiado pequeños para poder afectar la masa de los mares. 

Muchos timadores utilizaron supuestos datos de la NASA para “dar más peso” sus argumentos, pero hoy sabemos que al año hay aproximadamente unos mil temblores en todo el mundo, y solo unos 3 o 4 eclipses al año. Ellos solo quieren que a algún temblor que corresponda con la fecha de un eclipse, para “sustentar” sus “hipótesis”. 

No porque algo salga en internet o en la televisión es verdad, hay que documentarse más y sobre todo, razonarlo más, no debemos irnos con lo primero que encontremos y que nos parezca sorprendente o interesante, pues todas esas ideas y dichos, son de un muy cuestionable origen, y por lo tanto de nula veracidad. En los temas de debate con tecnicismos científicos, no gana el que hable o grite más fuerte, gana el que demuestre con pruebas y evidencia sus lo que dice. 

Para que algo sea cierto debe de parar la prueba de verificidad de todos los demás, a esto se le llama revisión de resultados. Si los demás pueden confirmarlo es cierto, pero si lo descartan entonces no es cierto. Así son las cosas. 

Debemos de colaborar en la desmitificación de los falsos mitos de nuestro mundo, sobre todo en los que pueden dañar a las personas, y así contrarrestar ese movimiento neo-oscurantista que ha invadido los medios de comunicación. 

Una creencia no puede estar por encima de la evidencia constatada, o en otras palabras, una mentira nunca debe de estar por encima de información verificada.


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