La ciudad de Monterrey, la sultana del norte, ha destacado como capital industrial del país por décadas, sin embargo tiene un pasado y presente muy deshonroso desde el punto de vista ideológico, o más bien religioso. Pues la ciudad fue fundada por judíos sefarditas que venían huyendo de España y su “Santo Oficio”, pero aún aquí se tenían que seguir escondiendo.
En el pasado se tenía varias formas despectivas de llamarles a las personas que aparentaban ser católicos fervientes en público, pero que en sus casas practicaban la religión judía u otra religión ajena a la católica. En el pasado algunos les llamaban “marranos”, pero posteriormente se les llamó “mochos”, por ser “católicos a medias” o de doble moral.
Hoy en día se utiliza este adjetivo calificativo para señalar a esos que se dicen cristianos o católicos pero que abiertamente practican la intolerancia y la xenofobia contra personas que no practiquen sus mismas ideologías o incluso que no tengan sus mismas supersticiones. Atacan a la comunidad gay y a las lesbianas prohibiéndoles el derecho del matrimonio civil o el derecho a adoptar a niños huérfanos, muchos de ellos abandonados por padres de esas religiones. Atacan el derecho de las mujeres a abortar, condenándolas al riesgo de morir en una clínica clandestina o con medios “alternativos” de abortos.
Son grupos de odio aunque ellos se digan “hombres y mujeres de fe”, su odio y desprecio a lo que no dominan es más que evidente. Aunque en gran parte es por su ignorancia y falta de cultura lo que les hace cometer tales actos. Lo más ridículo es cuando se ponen a censurar las expresiones artísticas de otras personas, solo por el hecho de que no les gustan, y las quieren tachar de diabólicas.
El hecho más lamentable y vergonzoso para la ciudad de Monterrey, ha sido la censura que se presentó en contra del grupo de rock Marduk que se iba a presentar en un conocido centro de espectáculos de la ciudad. El grupo que es considerado uno de los mejores exponentes del género del black metal ya ha sido atacado por grupos religiosos en otros países, pues personas incultas lo han considerado como maligno.
Estos fanáticos religiosos, cristianos y católicos, deberían de saber que no tienen ningún derecho a afectar a otros por sus creencias o supersticiones religiosas, el black metal es solo un tipo de rock que en todo caso es una expresión artística de genero humano que merece su espacio, pues aunque lo desconozcan muchos de ellos, a pesar de su estruendoso sonido y letra algo “agresiva”, se sabe por estudios científicos que señalan que las personas que escuchan el rock pesado son personas tranquilas y amables. No me crean a mi, créanle al investigador escoses Adrian North, de la Universidad Heriot-Watt.
La música de este tipo hace que las personas expulsen de si esa violencia o agresividad que contienen en ellas de forma armoniosa con esa música. Es como una catarsis o una purificación mental, en estas personas, en lugar de expresar violencia o agresividad en su vida diaria o trabajo, solo la expresan en ese tipo de conciertos, pero sin causar daños severos a nadie.
Hay que recordar que los gustos musicales los determina el nivel intelectual de cada persona, y los que les gusta el rock pesado normalmente son personas pacificas. Pero como a los mochos les da miedo los temas “satánicos” pues es contrario a su religión, se oponen a cualquier tipo de expresión artística o cultural que represente esto para ellos.
Hay que recordar que los grupos de rock utilizan la teatralización y dramatización, a veces algo exagerada, de ciertos rituales o practicas en sus conciertos, pero es solo un espectáculo artístico que esta enfocado en hacer conexión con su público y buscar esa catarsis emocional en todos sus seguidores.
El ridículo que se opongan a la presentación de grupos de rock pesado, pero apoyan la presentación de grupos y ritmos musicales que sí promueven la degeneración cultural y la degradación social, como el gangsta rap, el reggettón o el movimiento alterado de música banda, eso sí es dañino pues promueven conductas nocivas para la sociedad. El arte musical debe ser utilizado para enriquecer la cultura y la mente humana, no para degradarla. Recuerda: Los gustos musicales los determina el nivel intelectual de la persona. ¿Qué escuchan los países con mayor nivel intelectual? La respuesta es rock, jazz y música clásica.
Los mochos olvidan que sus derechos y libertades terminan donde comienzan las de los demás. Si a ellos no les gusta casarse con miembros de la comunidad LGBTI, no lo hagan; si ellos no les gusta el aborto, pues no aborten, si no les gusta el black metal, no lo escuchen; pero dejen a los demás hacer sus vidas como ellos quieran, pues están en su derecho.
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