En casi todas las redes sociales han surgido muchos individuos que se dedican a publicar en todas las partes que puedan lo que ellos consideran es la "verdad absoluta y sin censura".
Algunos se hacen llamar videntes, otros investigadores, e incluso algunos son pseudo-periodistas. Pero su "verdad" tan solo es un cúmulo de mentiras manipuladas y entrelazadas para hacerlas más “creíbles” para los más inocentes e ingenuos.
Muchos de estos sujetos, con toda alevosía y ventaja, abusan de su “libertad de expresión” y se dedican a publicar por todas partes desinformación y noticias completamente falsas (bulos), sin el más mínimo remordimiento, aunque mucha de ella pueda causar confusión, pánico e incluso poner en riesgo a las personas que estén expuestas a dicha “información”. Por ejemplo toda la desinformación que hay sobre las vacunas, que a pesar que esta demostrado que no son peligrosas ni dañinas, hay gente que sigue difundiendo falsedades sobre ellas, poniendo en peligro a los demás.
Solo algunos lo hacen porque realmente creen en lo que publican, por ignorancia o porque tienen su mente tan cerrada que no les permite ver su error, algunos hasta podría tratarse de fanatismo irracional, o podría tratarse de un posible cuadro del defecto Dunning Kruger, ese padecimiento mental que hace creer a esas personas tener una superioridad intelectual sobre otros, aunque la evidencia señale todo lo contrario. Están totalmente negados para ver una realidad distinta a la que ellos quieren.
En el año 2014 se dio una importante noticia, la de que tres individuos fueron encarcelados por la policía chilena por haber difundido por las redes sociales la falsa noticia de un supuesto “megaterremoto” que afectaría a Chile, un país que ha sido golpeado por este tipo de hechos, pero como todos esos “pronósticos”, resultó ser falso, por lo que las autoridades actuaron de manera justa e inteligente, arrestando a esos tipos que, en toda medida, pueden ser calificados como “ciberterroristas”. El problema es que no son los únicos que han cometido este tipo de actos.
Hace no mucho tiempo el Tribunal Superior de Justicia de Holanda prohibido a una agrupación seguir promoviendo la pederastia, un acto que ellos cometían, alegando que lo hacían “en nombre de la libertad de expresión y de asociación”. Pero eso no es ninguna libertad de expresión, eso es abusar de niños inocentes.
La libertad de expresión, como todas las libertades tiene sus límites, y más cuando personas inocentes resultan dañadas, aunque esto a muchos no les guste, pero así es. Cada libertad conlleva obligaciones y deberes por cumplir, por eso somos seres racionales y civilizados. Aunque a algunos de esos individuos les gusta tomar una falsa pose para intentar mostrarse con una actitud irrespetuosa ante la ley o la sociedad, sin importarles la ética, la dignidad o libertades de los demás, abusando de su libertad con un total menosprecio en contra de los demás.
Las personas que vivimos en sociedad tenemos que respetar y obedecer ciertas normas o cánones de comportamiento, simplemente por el hecho de no estar solos, ya que nuestras acciones y palabras pueden afectar de una u otra manera a quienes nos rodean. Por lo tanto, estamos obligados por ley, o por simple honor, dignidad y decencia, a razonar de forma lógica y racional lo que decimos y hacemos. No somos simples animales silvestres e inconscientes que solo ladran o balan solamente porque pueden.
No podemos basarnos en simples creencias o supersticiones para actuar. Y es aquí cuando los timadores comienzan a atacar, cuando son expuestos y puestos en evidencia, se ponen a pronunciar más falacias y sofismas con tal de seguir vociferando sus fraudes y estafas, ya sean de índole político, religioso, ideológico o mercadotécnico.
Este tipo de gente cuida mucho que sus seguidores (“borregos”) solo hagan lo que ellos digan sin ser cuestionados, para poder seguir abusando de ellos y sacarles todo el provecho posible. Por ejemplo todos esos políticos que se dicen “revolucionarios” pero que viven de los impuestos del pueblo sin hacer nada por ellos, o los “especialistas” que cuentan tantas mentiras en contra del consumo de la leche o de los “chemtrails”, basándose en falsas “investigaciones” sin ningún fundamento científico que sea real.
La libertad de expresión tiene que pasar por un filtro muy importante, que el filósofo Sócrates describió con sus palabras: "Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, no merece ser conocido por nadie, sepultémoslo en el olvido". Y eso es lo más sano para todos. Si necesitas de una catarsis para expulsar tus traumas o complejos, hazlo de una manera y en un lugar que no le moleste a nadie, pues nadie tiene porque aguantar tus caprichos por falta de madurez mental.
Pero si lo haces en los medios de comunicación o en internet, debes de saber que tal vez nadie te pueda impedir el poder decir tus patrañas, pero sí se te puede castigar por haberlas dicho, y más si dañas a inocentes con eso, así de simple. Causa y efecto, algo sencillo, es tu decisión, la cual reflejará tu calidad humana.
Las libertades, derechos y obligaciones que tenemos todas las personas son convenios establecidos en común acuerdo para mantener una sana convivencia en comunidad, no es algo que se tenga por naturaleza al nacer, como algunos creen. Fueron creadas por humanos para funcionar como sociedad.
Si se quiere exigir “libertad de expresión”, o “internet libre”, primero habría que exigir que todo lo que se publique, sea quien lo publique, que tenga veracidad y verificidad, que no sean simples engaños. Pero sobre todo, hay que comenzar por uno mismo, no mistificando o disinformando.
Quien anuncie sin pruebas corroborables algún tipo de catástrofe o se dedique a divulgar falsa información médica o científica, que ponga en riesgo la salud e integridad de inocentes, o que promueva ideas de odio que de alguna manera atente contra las libertades y dignidad de otros, debe de ser castigado.
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