Si por ahí te dicen que “Los Iluminatis quieren imponer un Nuevo Orden Mundial...”, están exagerando; quien pide a gritos un nuevo orden en el mundo, son las personas libres y pensantes, que no son tan impresionables, ni tan fácilmente manipulables.
Quienes difunden el falso mito del “Nuevo Orden Mundial”, son principalmente los líderes de distintos grupos de odio de fines separatistas y xenófobos, quienes buscan impones a la fuerza sus ideales religiosos, filosóficos o políticos sobre las demás personas, sin darles derecho de opinión a otros.
El problema con los odiadores (haters) es que se la pasan juzgando y condenando a todo aquel que no siga sus mismas ideas, y para eso utilizan los medios de comunicación que tengan a su alcance, incluso las redes sociales de internet son utilizadas por ellos para intimidar a todo aquel que no esté de acuerdo con ellos, y más si tiene el valor de contradecirlos.
Y no se trata de extraterrestres reptilianos vampiros infiltrados en la política y economía que intentan conquistar al mundo para dominar a la humanidad, como algunos, literalmente, lo han llegado a afirmar. Suena algo descabellado, pero sí, hay gente que cree en esas cosas, y las grita a los cuatro vientos, y hasta dan conferencias, publican libros y filman “documentales” sobre eso.
Una mentira no se hace real nada más porque la digan muchos, muchas veces, o que personajes relevantes la afirmen, eso no influye en su veracidad, sigue siendo una mentira. Mucho se argumenta de que hay más portales que hablan de la teoría de conspiración sobre la imposición del “NOM”, pero para conocer la realidad se necesita investigar a profundidad, corroborar y verificar datos, no solo copiar y pegar textos de una página web amaríllista y de muy dudosa credibilidad.
Saber cuesta, creer no; por eso algunas personas prefieren creer hasta en timos, en lugar de intentar conocer la realidad. Eso es un acto de pereza mental, les falta valor para salir de su estancamiento, el cual les parece muy cómodo, y al ver que algo o alguien intenta cambiar su entorno, se ponen hostiles y agreden a todo lo que pueda modificar su estatus preestablecido.
Estos individuos, los odiadores y los fanáticos conspiranoicos, que desean que el mundo siga atorado con rencores y temores del pasado, pues sus fantasías irreales se basan en eso, y sin sus mitos no podrían sobrevivir en paz, en un mundo de unión, paz y armonía, como la mayoría de la gente, en todo el mundo, lo desea.
Muchos de estos individuos están en contra de los avances tecnológicos acusándolos de que nos privarían de nuestra individualidad y hasta de nuestra libertad, algo que a todas luces es una exageración, y exagerar las cosas es otra forma de mentir. Primero estuvieron en contra del código de barras, diciendo que tenía el número 666 adjunto dentro del código, algo que quedó refutado, y con muchas evidencias, desde un principio.
Después salieron a asustar a la gente diciendo que las estelas que dejan las turbinas de los aviones eran rastros químicos (chemtrails) que podían intoxicar con peligrosos compuestos a las personas, pero se demostró que eso es un vil engaño, y que no causan daño. Luego comenzaron a difamar al proyecto HAARP, acusándolo de causar terremotos, afectar el clima, e incluso de manipular la mente de las personas, algo que también ha sido descartado con bastante evidencia sustentable y corroborable. Ahora también atacan al microchip de localización GPS que se puede poner en personas o teléfonos, un aparato de seguridad ideado para proteger a las personas, ellos dicen que es una herramienta de sumisión, algo bastante exagerado, aunque ya depende del caso, pues quien no desea poder ser localizado por otros, es porque algo oscuro esconde, ¿no es así?
El negocio de esas personas es promover el odio, el miedo y la ignorancia, difundiendo falsedades en contra de personas, grupos o instituciones que no sean de su agrado. Lo peor del caso es que se ponen la máscara de “personas iluminadas”, líderes religiosos, o expertos en temas como la “exociencia” y otras cosas.
Las personas buscan estar unidas, ya no quieren estar separadas por fronteras, idiomas o creencias, quieren conocerse mutuamente, y por medio de la comprensión y tolerancia hermanarse como una auténtica humanidad, unida por el bien de todos. Europa no solo es de los europeos, ni América es solo de los americanos, es de todos los humanos que vivimos en la Tierra.
Si una civilización extraterrestre llegara y viera como se comportan muchos de ellos, diría: “Que ridículos humanos, viven separados por sus creencias, siendo que viven en un mismo planeta, por lo que deberían de ayudarse mutuamente”.
Las personas buscan la unión, para crear por ellas mismas ese nuevo orden mundial, lejos de odios y miedos. Solo unidos todos podremos vivir en paz.
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