Algunos me han cuestionado el ¿por qué seguir escribiendo sobre los temas de misterio? La respuesta es muy sencilla; porque donde la oscuridad es más profunda y arraigada, es donde con mayor fuerza puede brillas la luz del conocimiento.
Seamos honestos, en el mundo del misterio es donde más ignorancia y miedos se conjuntan, los temores arcaicos que habitan en la mente del ser humano, que van desde los temores surgidos por antiguas leyendas hasta de esas religiones obsoletas.
Lamentablemente en estos tiempos de neo-oscurantismo y neo-fascismo, la mistificación es la que quiere imponer una nueva “Inquisición” que intenta prohibir el pensamiento inquisitivo, esa cualidad que nos separa de los animales salvajes y que nos permitió dejar de venerar al fuego o adorar al Sol.
Es lamentable que incluso esos conspiranoicos farsantes intentan desprestigiar a la ciencia diciendo que la industria tecnológica y científica esta sometida a intereses sectarios y ocultos; posiblemente sí existen mafias dentro de la industria electrónica, automotriz y farmacéutica, pero la cuestión es que la ciencia es contrastable y verificable. Y eso es lo que nos permite saber que es falso y que sí es cierto.
La mafia de la mistificación utiliza en gran medida los bulos (noticias falsas malintencionadas) y las campañas de desinformación gestadas en las redes sociales para engañar a las multitudes que siguen creyendo en horóscopos, tarot y ángeles. También esa misma mafia es la que prefiere seguir venerando falsas ideologías de odio que cosifica y desprecia a las mujeres, niños y comunidad LGBT.
Lo peor del caso es cuando en los medios de comunicación “formales” se les brinda espacio a estos merolicos del espectáculo pseudo-místico esotérico o "espiritual". Una vergüenza, en lugar de llevar información, conocimiento y sano entretenimiento a los hogares de las familias, les llevan el engaño del neo-oscurantismo.
Y esto lo tenemos que seguir denunciando, lo tenemos que seguir exponiendo públicamente, porque cualquiera puede exponer a los políticos corruptos, pues de esos está infestado el país entero, pero muy pocos tienen los conocimientos para meterse al campo del saber y las creencias, pues se tocan hilos muy sensibles de la consciencia humana. Los políticos sólo te roban el dinero, los mercaderes de la ignorancia te privan de tu libertad de pensamiento.
Uno piensa que cualquiera puede decir que los ovnis son falsos, pero no cualquiera sabe como demostrarlo, cualquiera puede decir que los fantasmas no existen, pero no cualquiera puede explicar que sólo somos máquinas biológicas compuestas principalmente de carbono y que funcionamos con electricidad. Es una lucha en contra de todo un aparato que maquina temores a lo "desconocido".
Cualquiera se le pone de rodillas a una tilma con una figura de la Virgen pintada, pero no cualquiera se pone a analizar que es un falso milagro. Hasta en la cultura se mete uno en estos temas, y eso no le gusta a muchos, les da miedo o les incomoda.
Pero si los que se dicen “periodistas científicos” o “periodistas de investigación” nunca se ponen a desmentir la charlatanería que se vende en todas partes, entonces nosotros debemos de hacerlo.
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