Algo que todos deberíamos se saber es que la realidad es constatable y corroborable, puede haber varias “verdades” pero solo una realidad, y el conocerla te libera de las cadenas que te imponen esas verdades a medias, particulares y personales que necesitan de ser creídas para que sean "ciertas"; pues la realidad no necesita ser creída, existe por sí misma y es netamente verificable de forma libre y abierta, ahí radica su mayor valor, genera saber, no creencias.
Pero en estos días estamos rodeados de falsos sabios, ignorantes que por que ven muchas páginas y videos de internet o revistas que dicen solo lo que ellos quieren, ya se creen dueños y dictadores de la verdad, utilizan la posverdad apelando a las emociones y sentimientos en lugar de usar la razón y la lógica, perdieron su capacidad de análisis y cuestionamiento pues solo desean el confirmar sus ideas y creencias, no conocer la cruda realidad. Son viles siervos de su ignorancia y sus abismos existenciales que desean rellenar con mentiras que los satisfagan y les hagan sentir bien.
Tan simple como saber que todo eso que algunos llaman "inexplicable" en realidad sí tiene explicación, pues si es real es que la tiene, y solo si es falso no la tiene. Si es real solo hay que indagar más y la encontraremos, el universo así funciona, es prácticamente una ley universal, solo hay que investigar realmente para descubrirlo.
Antiguamente se decía que la mente no se puede encadenar, pero hoy en día ha quedado más que demostrado que es falso, si se puede encadenar e incluso esclavizar la mente humana con unas simples palabras e ideas de política o de religión que le den “paz” a sus temores personales, al grado de generar un fanatismo esclavista. En el pasado para esclavizar a las personas les tenían que poner cadenas pesadas, pero hoy solo tienen que hacerlas creer en ideas ilógicas e irracionales que les agraden, y ya con eso las esclavizan, sin oponer la más mínima resistencia por parte de ellos.
Es como los que le temen a los transgénicos, que los tenemos en nuestras casas desde hace décadas. Hemos modificado muchas especies al mezclar genes de individuos de distintos tipos, y en todo el tiempo (décadas) que se ha tenido de su estudio y consumo no se ha arrojado ningún dato que señale que sean dañinos o peligrosos, sino todo lo contrario. Hay que hacer más estudios sobre ellos pero los publicistas encargados de la mercadotecnia de varias empresas "orgánicas" y “ecológicas” quieren hacer que la gente crea que son malos. Pero solo es una guerra de publicidad manipulada con bulos, noticias falsas creadas con la mala intención de dañar la reputación de esos productos. Hoy en día casi todo lo que se consumes en muchas casas tiene muchos años de haber sido modificado para mejorar sus características organolépticas, su resistencia a plagas, insecticidas e incluso el poder sobrevivir a climas muy adversos, lo que ha permitido una mayor producción de alimentos a nivel mundial, y que podría acabar con el hambre en el mundo.
Se ha demostrado que la evolución biológica del ser humano es un hecho real, por eso es una teoría científica, no una simple teoría ideológica, está demostrado que no fuimos creados por los extraterrestres, los Anunnaki, los reptilianos o alguna otra civilización mítica ni por seres divinos, somos el resultado de un largo proceso biológico que dio origen al ser humano. Hay evidencia verificable que así lo constata y no existe la más mínima evidencia de lo contrario.
Si queremos que la sociedad, y que toda la humanidad avance y progrese, debemos de dejar de creer en falsos mitos y solo así podremos entender al mundo, verificar fuentes de información, analizar contenidos y esto nos permitirá ver la cruda y bella realidad, no verdades manipuladas a conveniencia. Mientras las personas prefieran creer en mitos, supersticiones, esoterismos, políticas irracionales u otras tantas formas de desinformación o mistificación, en lugar de buscar el saber y el conocimiento, el neo-oscurantismo seguirá existiendo.
En realidad, el neo-oscurantismo es el gran enemigo a vencer en este siglo XXI, el horror de la ignorancia y la superstición amenaza de nuevo con someter al mundo, y está en tus manos detenerlo.
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