Hoy en día cualquier persona se puede armar de una cámara de video o fotográfica, incluso un simple teléfono celular, leer un par de revistas sobre “misterios” para luego autonombrarse como “investigador”, “ufólogo”, “parapsicólogos” o como “cazafantasmas”. Es triste, y hasta vergonzoso, ver como cualquier individuo, sin la más mínima instrucción sobre lo que es investigación de campo o documental, pero sobre todo científica, se lanza de supuesto cazador de misterios, para decir a los cuatro vientos que se dedican a investigar, pero solo se la pasan divagando y especulando, sin llegar a resolver el más mínimo caso.
Recuerdo cuando a principios de los 1990´s se mostraban en la televisión y en “revistas especializadas” supuestas imágenes de presuntos ovnis y presuntos seres fantasmagóricos, se contaba todo un relato de los aparentes testigos y de la travesía que realizaba el “investigador” en turno para tener contacto con los implicados en el caso, pero nunca se mostraba algún análisis o escrutinio de las evidencias que se tenían del caso y mucho menos se mostraba algún resultado de dichas investigaciones. Todo quedaba en un “sin explicación”.
Algunos, los más preparados en cuestiones de computación, se ponen a crear páginas web diciendo que ellos son los mejores investigando y que sus casos son los mejores. Se la pasan copiando y pegando textos sin ton ni son, haciendo comentarios sobre ellos, para hacer parecer que son “sus investigaciones” y publicando sus intentos de investigación que no es nada más que una larga explicación de que no lograron resolver nada, y que todo sigue en la duda. Como quien dice, se ven al espejo y se dicen a si mismos “eres lo mejor”, aunque la realidad dice claramente todo lo contrario.
Para algunas personas el hecho de que varios de estos falsos investigadores ganen dinero con esto, es lo más deplorable del asunto, pero la verdad lo más deplorable es que engañen a las personas diciendo que sus investigaciones son auténticas. Recuerdo hace años cuando de más chico acudí a una “conferencia sobre fantasmas”, en donde nos cobraron una jugosa cantidad para “informarnos de las más recientes investigaciones y descubrimientos en este campo”. Pero lo que nos brindaron al público fue una larga exposición de supuestas evidencias, pero nunca nos brindaron ni una sola muestra de los análisis o pruebas que se les realizaron, o como y porque se determinó que eran “evidencia real de fenómenos paranormales”. Todo quedó en un espectáculo de teatro, no hubo sesión de preguntas y respuestas, ni nada por el estilo, solo fue la puesta en escena, y nada más.
Pareciera por un momento que estos “investigadores” no saben ni siquiera lo que es investigar, o para qué se investiga esos fenómenos. Para empezar, el objetivo principal de investigar estos fenómenos es para explicarlos, o sea, para desmitificarlos y así resolver el misterio que hay en ellos, y así confirmar su realidad o descartar su existencia. El hecho de que un aparente fenómeno real de este tipo, pueda ser captado por cámaras de video y fotográficas, eso ya implicaría que cumplen con las leyes físicas de nuestro mundo. Y si cumple con las simples leyes físicas de nuestro mundo, como el reflejo de la luz, que es bajo el cual se rigen las cámaras, entonces debe de tener alguna explicación lógica y racional.
Muchos celebran el hecho que de pronto, por accidente, al tomar un retrato de un paisaje se ve en el cielo lo que aparenta ser un “platillo volador” o un ovni de forma “extraña”, que para ellos es una señal inequívoca de que se trató de una nave extraterrestre invisible al ojo humano. Pero si se es realista y objetivo, después de un serio y riguroso análisis, uno puede darse cuenta de que tan solo se trata de aves, insectos o basura que es captada fuera de foco por la cámara, dando la imagen de un objeto borroso, que dependiendo de la imaginación del que captó la imagen es una nave o un “ente volador no identificado”. Esos son los famosos ovnis-pájaro, ovnis-insecto, y los ovnis-globo de los que tanto se vanaglorian los autonombrados “ufólogos” de antaño, pero hoy en día gracias a la tecnología podemos saber que no son nada “de otro mundo”.
Las personas que son seguidoras de estos personajes deben de preguntarse ¿qué es lo que realmente quieren de ellos? ¿Quieren entretenimiento o quieren solución de misterios? A los que buscan solo entretenimiento, pues sigan con estos “investigadores”, que la verdad no lo son, pues sus estribillos ya son muy gastados. Pero si lo que buscan son respuestas y soluciones a sus dudas, busquen a los que sí dan resultados de sus investigaciones, los que muestran el verdadero análisis de su trabajo, en donde descartan lo que sea falso e irreal, y buscan la explicación racional y lógica a eso que es aparentemente “paranormal”.
Recuerda que si es real, tiene que tener explicación.
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