21 agosto 2017

Las embarazadas y los eclipses



El eclipse de total de sol que será visto en Norteamérica ha traído a relucir muchos mitos relacionados con este tipo de fenómenos y sus supuestos efectos en las mujeres embarazadas y sus fetos en desarrollo, dejando al descubierto toda una madeja de desinformación, ignorancia y supersticiones.

No han faltado los “videntes” y otros personajes dedicados a la mistificación que ya lanzaron sus publicaciones diciendo que las mujeres embarazadas deben de proteger a sus bebés por nacer portando en sus ropas “una medalla de plata en forma de corazón” para protegerlo de las emanaciones del sol. Un insulto al intelecto de las mujeres.

Algunos incluso están diciendo que los eclipses pueden llegar a generar abortos en las futuras madres o labio leporino en los bebés en desarrollo; incluso se atreven a nombrar a instituciones académicas diciendo que ellos publicaron estudios donde decían eso. Algo que es completamente falso, pues ha la fecha no existe un solo estudio médico que señale que un eclipse pueda tener algún efecto en una mujer embarazada o en los futuros bebés.

Apliquemos simplemente la lógica y la razón a nivel básico. Una pequeña medalla metálica colgada en la blusa de la mujer embarazada, sobre su vientre, no va a proteger de nada a su bebé, pues la pequeña medalla de apenas unos cuantos centímetros no cuenta con ninguna característica aislante o bloqueadora de algún tipo de energías, a menos que esté hecha de plomo, que en dado caso su simple composición serían toxica tanto para la madre como para el bebé.

Y de hecho para que la pudiera proteger de algo tendría que tener el tamaño de un escudo de guerra, de más de un metro de ancho. Las radiaciones electromagnéticas del Sol vienen de arriba cubriendo todo, no son un pequeño rayo láser que choca con la medalla y se desvía, es como el inmenso espectro de luz solar, todo lo cubre, y no lo puedes bloquear con una pequeña medallita.

De hecho todos los días somos bombardeados por emanaciones de neutrinos y rayos cósmicos, nada los puede bloquear o ni detener, ni una sombrilla, ni un techo, mucho menos una pequeña medallita, nos atraviesan por completo todos los días, pero son completamente inofensivos para la salud humana. Una medalla no te protege de nada, a menos que algo sea disparado directamente contra ella, y aún así, si su componentes químicos no tienen propiedades físicas que le permitan resistir ese impacto o absorberlo, con mucha mayor razón, no te servirá de nada.

No hay que haber sido madre para saber de esto, no existe ningún estudio científico que apoye dichos mitos, incluso ginecólogos del Instituto Mexicano del Seguro Social descartan y refutan toda posibilidad de que un eclipse pueda afectar al desarrollo de un embarazo. No hay que creer en charlatanes, hay que saber lo que recomienda el médico.

Los eclipses solares son fenómenos astronómicos que no tienen ningún efecto negativo en las personas comunes y corrientes, solo en las personas que padecen de ignorancia científica, y eso sí es verídico. Les dan miedo y las hace actuar de forma ilógica. Pero mientras no quieran imponer sus creencias falsas a otros, no hay problema.

El eclipse hay que disfrutarlo como lo que es, un evento que nos permite recordar que no somos el centro del universo, y que incluso el mismo universo puede seguir su paso por el tiempo sin nosotros, pues la vida humana no es un fenómeno que afecte el universo mismo. Crudo pero real.

Ahí se los dejo de tarea.  

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