¿Cuál es el futuro del mundo? ¿En manos de quién está? No es en mano de los Iluminiatis, ni los Rothschild, mucho menos de los extraterrestres, reptilianos, los annunakis o de algún dios desconocido y humanizado. Cositas bellas, gotitas de luz… por favor, ya enciendan el cerebro, y dejen de creer esas… digámosles estulticias. Eso es completamente falso. El destino del mundo lo encaminarán los adolescentes y jóvenes de hoy que se la pasan pegados a las redes sociales pero nunca a un buen libro que les enseñe a pensar con lógica. Y ya estamos viendo los primeros resultados de sus obras.
Esos jóvenes de hoy, opinadones de todo lo habido y por haber, pseudo-filósofos posmodernos que prefieren creen en lo que les conviene en lugar de saber la cruda realidad de las cosas, son los que están generando todos esos cambios socioeconómicos y culturales que se están gestando en esta última década del siglo XXI. Quieren señalar y criticar todo lo que está a su alcance, pero no quieren que nadie los juzgue o ponga sobre la balanza sus obras y palabras, pues según ellos “es su derecho”, pero no les interesa saber nada de sus obligaciones y responsabilidades.
La cuestión es que, aunque ellos no lo quieran reconocer, es que el mundo y la sociedad existe desde hace mucho más tiempo antes de que ellos existieran, así es niños, el mundo es más antiguo y profundo que sus ideas. Se dicen nihilistas solo por haber leído un par de libros de Nietzsche, o comunistas y socialistas solo por haber leído un libro de Marx, pero quieren que sus padres, o el gobierno en turno, les sigan pagando la vida sin que ustedes trabajen lo mínimo para ganarse la comida de cada día.
Jóvenes que le temen al Nuevo Orden Mundial, pero ellos mismo lo están imponiendo por medio de las redes sociales difundiendo ideas de mistificación y desinformación, que en lugar de promover la unión, la paz y la armonía entre las comunidades, promueven el odio racial, el vanagloriarse de lo decadente y la exaltación de lo banal. Es la gran ironía de vivir en la “era de la información” pues su principal herramienta de difusión de datos, es utilizada para promover la ignorancia y hacer incultas a las personas. Esto es el resultado del neo-oscurantismo.
Un ejemplo de esto lo estamos viendo en varios países en donde líderes políticos populistas que juran defender los intereses del “pueblo oprimido”, han tomado como estandarte de batalla varias ideas de odio, racismo fundamentalista, credos religiosos o ideologías políticas nacionalistas radicales, o lamentos de grupos que se sienten vulnerados por intereses ajenos, o las quejas más comunes que están de moda en los medios de comunicación.
Se ha vista de forma constatable que el populismo solo sirve para una cosa, para llevar al poder a sus líderes, pero que al final de cuentas, después de que se han alzado en el poder, gracias al apoyo de las masas, esos mismos líderes solo pisotearán a esas mismas masas que los encumbraron al poder. Y ahí es donde se impone democráticamente la idiocracia, el poder gubernamental impuesto por los idiotas, incultos o ignorantes, según sea el caso.
Parece ilógico, pero así es, la historia reciente no nos dejará mentir, muchos jóvenes, según ellos “bien informados”, que apoyaron a líderes populistas han visto como esos mismos líderes le dieron la espalda a esos ideales de las masas para solo atender sus intereses personales y olvidar al pueblo que votó por ellos. Solo pelean por el poder, para gobernar a los demás, no por servir al pueblo, mucho menos para resolver sus problemas.
Estamos en un momento crítico de la historia en donde se le está dando poder de voz y mando a individuos que nunca debieron haber salido de su barrio. Individuos que se quieren hacer ver como defensores o salvadores del pueblo, pero solo desean el poder a como de lugar, y por encima de quien sea y lo que sea. Pueden ser simples comerciantes, empresarios o industriales, no importa la índole, la formula del populismo ya es conocida y su funcionalidad para llegar a los puestos de poder está comprobada, aunque el individuo no sea el mejor preparado para el puesto, el populismo lo hará llegar ahí.
Varios países de Latinoamérica lo están padeciendo, el país “más poderoso del mundo” ya lo está viviendo, incluso en Europa ya está comenzando a vivir este padecimiento. ¿Qué nos hace falta para comprender la lección? Que un “líder” sea muy famoso o popular no significa que sea bueno o el adecuado para gobernar, o más bien, para administrar los bienes e intereses de un pueblo o país. Si en su discurso hay odio y división, ténganlo por seguro que en sus actos de poder habrá mucho más odio y destrucción de lo que pensaron en un inicio quienes lo pusieron al poder.
Del populismo se dice que es el hijo abortivo de la democracia y el socialismo, copia las buenas ideas de ambos, pero no aplica nada en realidad al llegar al poder. Por eso se impone la idiocracia, una dictadura autoimpuesta por gente desinformada y crédula de líderes que hablan mucho de defender y ser la solución cuando solo son un tumor o parásito de la sociedad. Y es ahí donde uno puede ver que el neo-oscurantismo tiene mucho más alcance del que algunos piensan, al grado de contaminar la política y las finanzas de un país.
¿Quieren volver a vivir en las cavernas? Sigan poniendo cavernícolas de gobernantes. Que uno sepa mucho de leyes no quiere decir que las va a aplicar, solo significa que sabe como lidiar con ellas. Ahí se los dejo de tarea.
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2 comentarios:
Me ha encantado esta entrada, tanto como para querer compartirla en mi página, si no te importa.
¡Gracias!
Hola Tobaga!
Solo te pido de favor lo hagas con la referencia correspondiente.
Saludos!
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