Mucho se ha hablado y poco se ha hecho al respecto del tema de la denominada “telebasura” ese tipo de programas televisivos los cuales destacan por la exageración de la vulgaridad, el lenguaje inadecuado o las ofensas peyorativas a los demás, pero que han tenido gran éxito en la televisión local y nacional, incluso a nivel internacional.
Unos cuantos han alzado la voz para protestar por la generalización de este tipo de programas quejándose de que exhiben a la mujer como si fuera un simple objeto o que se burlan cruelmente de las personas de la tercera edad, o que promueven el pandillerismo, la drogadicción, la superstición, la intimidación y el acoso contra los menos favorecidos físicamente. Pero muy pocos se han puesto a analizar cual es el verdadero problema que generó ese tipo de programación.
No ha faltado el que ha dicho que es obligación de la televisión el educar a las personas, lo cual es un error garrafal, los que están para educar a las personas son los padres y madres de familia, es de ellos la obligación de enseñarles a los pequeños que sí es lo correcto, y que no lo es, pero lo más fácil es echarle la culpa a los personajes que salen en ese aparato eléctrico que tienen en la sala de su casa, o en su cuarto de dormir, de los problemas sociales o económicos del país, cuando los verdaderos culpables son ellos, por su ignorancia y su ira mal enfocada.
Para empezar, lo que sale en la televisión, o en la radio, no es cosa de otro mundo, solo es un reflejo de la sociedad en que se vive, sí, crudamente esa es la realidad; si esos programas denominados como telebasura tienen tanto éxito es por gente que no le gusta leer, no le gusta el arte, no le gusta la cultura, o lo que es peor, no les gusta pensar. Los personajes que existen en la televisión o la radio, sus productores y directores son personas comunes y corrientes igual que tú, que solo reflejan lo que hay en la sociedad en que viven, y si esa sociedad les pide eso que llaman telebasura, eso es lo que les van a dar.
Cuando las personas se pongan a exigir, realmente, más cultura, más arte y sobre todo, más ciencia, en los medios masivos de comunicación, solo entonces podrá haber un verdadero cambio en la sociedad, pero si siguen siendo fanáticos de ver telenovelas de historia mediocre o “programas de charla” (talk show) donde se exponen falsos casos de problemas familiares, entonces las cosas podrían cambiar.
Hace un par de décadas, algunos pensaron que “que divertido sería que en la radio se pudiera decir albures” como parte de esa libertad de expresión tan defendida por muchos, incluso se creía que sería un éxito el hablar de la misma manera como muchos lo hacen en la calle o barrios pobres, pero cuando esa realidad salió en la radio o en la televisión, se pudo ver el gran monstruo que se había formado, y ese monstruo va ha ser muy difícil el poderlo vencer, y menos si los esfuerzos para lograrlo están mal direccionados. Algunos se preguntarán si nos estamos dirigiendo a la “idiocracia” (el gobierno de los idiotas), la respuesta se las dejo de tarea.
La Ley Federal de Radio y Televisión dice en su Artículo 5o que “La radio y la televisión, tienen la función social de contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y el mejoramiento de las formas de convivencia humana”; pero si los valores y virtudes de la sociedad son cada vez peores, ¿qué puedes esperar de sus medios de comunicación?
Sí, el verdadero problema de la telebasura es que difunde “anti-valores” que dañan a la sociedad, pero pero si no hay cultura ni arte en los medios, es porque no hay demanda de eso, tú puedes cambiarle de canal o apagar la televisión, pero no termina ahí el problema; lo correcto no es atacar a los medios, lo correcto sería exigir más calidad en el contenido de los medios de comunicación, pues los medios son el espejo de la sociedad. Además hay que exigir mucha más ética a los “comunicadores” que realizan ese trabajo, pues si tenemos la sociedad que tenemos, y los programas de radio o televisión que tenemos, es por culpa de todos.
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