En esta lamentable pandemia provocada por el Covid-19, causante de la enfermedad ya conocida por todos como SARS-Cov-2, las pérdidas de seres humanos han sido equiparables con los de una guerra mundial.
Lamentablemente la enfermedad causada por el coronavirus no es la única que está causando la pérdida de vidas entre la población, también la ignorancia y los falsos remedios han causado numerosas bajas en la población que por desesperación busca remedios «alternativos» que no funcionan y que terminan por empeorar su situación...
Hay varios individuos muy sinvergüenzas que se han dedicado en estos días a promover y difundir los falsos beneficios de consumir dióxido de cloro, o hipoclorito de sodio, un blanqueador y desinfectante de uso superficial como si se tratara de un tratamiento efectivo contra el Covid-19.
Incluso algunos «comunicadores» han salido a hablar de los supuestos beneficios de este químico y hasta lo defienden en sus espacios en los medios de comunicación, como si ellos fueran algún tipo de «mártires» o dueños de la verdad absoluta sobre estos temas.
Lamentablemente, y como un servidor lo ha dicho por muchos años: «La ignorancia también mata, y mata a muchos». Aquí tenemos las consecuencias de ello. Muchos alegan que esta «solución milagrosa» es la que librará al mundo del coronavirus, pero los hechos reales y verificables señalan todo lo contrario.
Aquí les presento un breve recuento de los informes que se han hecho públicos sobre intoxicaciones relacionadas con este suplemento químico:
El 24 de abril se dio a conocer en los medios internacionales que 102 personas habían ingresado a distintos hospitales de Estados Unidos (USA) debido a que sufrieron intoxicación por seguir las «recomendaciones» del presidente Donald Trump quien sugirió ingerir el mal afamado desinfectante.
El 7 de junio se informó que en el poblado de Trujillo, en Perú, un hombre de 49 años tomó dióxido de cloro pues pensaba que tenía Covid-19, pues tenía síntomas de gripe, y creía que consumiendo esa sustancia se curaría, pero la solución le causó severos problemas para respirar por lo que terminó muy grave en el hospital.
El 15 de julio en la noticias se dio a conocer que cinco personas, entre ellas un médico, resultaron seriamente intoxicados por consumir dióxido de cloro por lo que tuvieron que ser trasladados hasta el Hospital del Norte, en El Alto, Bolivia, para ser atendidos de urgencia.
El 18 de julio el Sistema Integrado de Seguridad ECU 911, de Ecuador, dio a conocer que tenía reportados 101 casos de intoxicación por hipoclorito de sodio, desde el mes de marzo hasta esa fecha, relacionados a supuestos «tratamientos alternativos» para el coronavirus.
El 21 de julio se dio la noticia de que en el municipio de Rafael Lara Grajales, en el estado de Puebla, hubo tres personas que terminaron intoxicados por haber consumido dicho «tónico milagroso».
El 23 de julio la propia Ministra de Salud de Bolivia, Eidy Roca, indicó que en aquel país han llegado muchos pacientes a los hospitales con síntomas de intoxicación por haber consumido dióxido de cloro, y que incluso había varios fallecidos por lo mismo.
Recientemente, el 12 de agosto, un hombre de 50 años murió a causa de una intoxicación provocada por ingerir dióxido de cloro como “tratamiento” para combatir el Covid-19. la tragedia ocurrió en la localidad de San Pedro, en la provincia de Jujuy, en Argentina. Según los medios locales, el hombre tenía gripe y por recomendación de un «amigo» se tomó el compuesto químico, lo que causó su muerte.
También en esa misma fecha se reportó a un padre de familia que se había intoxicado por haber consumido ese químico en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, lo que desencadenó que terminara con afectaciones muy graves de salud.
Afortunadamente no todos los casos de intoxicados han resultado en muertes, esto gracias a la intervención oportuna de los médicos de verdad, no a los farsantes de la salud alternativa que siguen promoviendo ese químico como un producto milagro. Es necesario continuar con las denuncias ante la autoridad para que sean detenidos y amonestados como merecen, antes de que causen más muertes.
Como en toda crisis mundial, no faltan los merolicos que intentan aprovecharse de los incautos, y no falta quien les crea, aunque esto termine por causarles la pérdida de su vida o la de un ser querido. No te quedes en silencio, denuncialos. Hay que poner un alto a los fraudes.
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