Hoy en día nadie niega la posibilidad de que exista vida fuera de nuestro planeta, y mucho menos la posibilidad de vida inteligente extraterrestre, a pesar de la nula evidencia de esta, los hombres de ciencia del mundo siguen teniendo la esperanza de que algún día logremos encontrar señales de vida de otro mundo distinto al nuestro.
Hace poco se habló en casi todos los medios de una extraña señal, supuestamente de origen extraterrestre, captada por un radiotelescopio, el RATAN 600, ubicado en Zelenchukskaya, Rusia, la cual le dio a algunos aficionados y fanáticos del tema la idea de que podría tratarse de una señal de una civilización alienígena, algo que habría sido una excelente noticia, la mejor del actual siglo.
Sin embargo con la consecuente investigación y análisis de la misma, esto fue descartado. Inicialmente se pensó que venía de la región en donde se encuentra la estrella HD 164595, ubicada en la constelación de Hércules. Sin embargo, la propia astrónoma Yulia Sotnikova dio a conocer que posteriores estudios realizados, por los mismos investigadores rusos, determinaron que en realidad se trataba de una perturbación terrestre y no una señal extraterrestre, como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones.
Esto rompió las esperanzas de muchos, y desató el coraje de otros, que inmediatamente se lanzaron a atacar diciendo que era parte de la “ocultación de la realidad del fenómeno extraterrestre que es una realidad innegable en el mundo”. La cuestión, es que si lo ponemos a revisión, no existe ni una sola evidencia de su mentado “fenómeno extraterrestre” más que cientos de fraudes y engaños.
Pero pongámonos un momento en los pies de los que sí son fanáticos de los relatos de supuestos extraterrestres, ellos podrían decir que todavía se tiene el testimonio de cientos de contactados y abducidos por extraterrestres a lo largo del planeta que durante los últimos 70 años han dado mucho que hablar en el tema ufológico.
Todo comenzó en los años 1950´s con los primeros reportes de presuntas abducciones por seres extraterrestres que realizaban los más variados exámenes y experimentos a humanos que, supuestamente era capturados, ya sea en el campo o sacados de sus propias casas por estos seres, aparentemente con fines de investigación biológica, e incluso en algunos casos con fines reproductivos.
Desgraciadamente el mito se fue degenerando y se comenzó a convertir en auténticos casos de histeria colectiva, en donde varias personas alegaban haber sido secuestrados por alienígenas para hacer con ellos los más extrañas pruebas, para posteriormente abandonarlos a su suerte en algún sitio solitario. La gran mayoría fueron descartados en su totalidad y descartados por haber sido originados por causas psicológicas e incluso psiquiátricas en algunos casos.
Sin embargo tenemos el otro lado de la moneda, los presuntos contactados que, se supone, tuvieron comunicación directa con seres extraterrestres quienes les entregaron distintos mensajes, los cuales tienen un contenido tan variopinto que iba desde pacifismo hippie, ecología, misticismo o espiritualidad, hasta política y profecías que nunca se cumplieron.
El problema nunca ha sido que ellos dijeran que habían sido contactados o abducidos por entidades de otros mundos, el único problema es que nunca lo demostraron, y sus argumentos nunca fueron lo suficientemente sustentables para creerles. Los que hemos andado por más de dos décadas indagando en estos temas, nos hemos topado con un sinnúmero de casos de estos.
Todos deseamos que estas narraciones extraordinarias fueran reales, pero la cuestión es que no hay nada que nos de el más mínimo indicio de que sean ciertos. Personalmente he entrevistado desde un Sixto Paz, hasta a un Rolando Quiroga, pero ninguno tenía algo que pudiera hacer del todo fidedignos sus relatos. A pesar de que muchos de ellos alegaban que fueron acosados por los Hombres de Negro, el gobierno de Estados Unidos, la NASA, la CIA y otras tantas instituciones, no pudieron demostrar que lo que ellos decían fuese real. Desgraciadamente.
De ser reales los extraterrestres, sería totalmente absurdo creer en ellos, pues lo que es real no es necesario creer en ello, pues se puede constatar su existencia. Sin embargo de esos seres enigmáticos no hay nada que nos de la seguridad de que son tal como nos lo cuentan esos contactados, canalizadores y abducidos. De hecho, muchos casos de presuntas abducciones o contactos indicarían que solo se trata de casos de trastorno psicótico compartido (folie à deux), un padecimiento mental que, en cierta forma, se puede transmitir de un individuo a otros por su influencia en personas fácilmente impresionables, como han sido los casos de supuestas posesiones en grupos religiosos y similares, algo muy similar a la psicosis colectiva, pero en menor número y más disperso.
Hay que ser muy claros en esto, el contactismo es todo un gran negocio muy lucrativo hoy en día, los autonombrados canalizadores y contactados se hacen pasar por los nuevos profetas o “mesías” del nuevo milenio, buscando imponer sus ideas por donde sea, evitando a toda costa ser cuestionados sobre la veracidad de sus testimonios y censurando todo intento de poner en duda lo que ellos dicen. Por eso muchos estudiosos del tema han denominado a estos movimientos como si fuera una pseudo-religión del siglo XXI, pues tienen creencias e incluso rituales preestablecidos por los líderes de sus agrupaciones.
No hay que repetir los errores del pasado, ya se sabe del gran timo que fue en su momento los movimientos de la Misión Rama, el Comando Ashtar, los Raelianos y otros tantos grupos sectarios que siguen sobreviviendo de la sumisión intelectual de sus agremiados, para que así obedezcan las ordenes de sus líderes al pie de la letra, aunque en algunos casos llegaron a cometer grandes estafas y atroces crímenes.
Señores contactados, canalizadores y abducidos, no tenemos nada contra ustedes, de hecho quisiéramos creerles, pero por honestidad y decencia, no solo por lógica y raciocinio, no podemos y no se les debe de creer. Solo pedimos evidencia real que pueda dar constancia y veracidad de lo que dicen, ya muchos nos han mentido y engañado. No hay porque creerle a nadie de a gratis, y mucho menos si lo que dicen fuese real, pues de serlo se podría comprobar, eso es evidente y es algo que se da el universo por naturaleza.
Si ustedes afirman y aseguran algo así, ustedes tienen la responsabilidad y obligación moral de demostrarlo, es su palabra la que está en la balanza, ya depende de su honor y dignidad, si responden o no. Pero como ya sabemos, el que calla otorga y pone en evidencia su falta de argumentación.
Canis latrant, ego procedo.
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2 comentarios:
Muy claro el artículo y muy buena conclusión, felicitaciones.
Me gusta mucho tu blog, pienso que haces un extraordinario trabajo de investigación y redacción, continua así. Saludos
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