En el pasado cuando uno escuchaba que al referirse a alguien le llamaban “investigador” inmediatamente la mente visualizaba la idea de una persona culta e instruida en distintas ramas de la ciencia, ya sea un científico en su laboratorio lleno de instrumentos, un aguerrido explorador de lugares inexpugnables, o un astuto detective. Pero desde que se popularizó el internet a principios de los años 1990´s la denominación de investigador ha decaído por las malas imitaciones de estos.
Me refiero principalmente a los denominados “investigadores” de temas relacionados con las leyendas, mitos, misterios y otros más temas que hoy se incluyen dentro de lo denominado como paranormal, que para muchos va desde la criptozoología hasta el tema de los ovnis y todo lo que se refiera a esoterismo. Los investigadores de misterios eran personas cultas e instruidas, hasta que llegó el internet y ahora cualquiera se pone ese título sin saber que el objetivo principal del investigador es desentrañar y desmitificar esos misterio, no coleccionarlos ni mucho menos idolatrarlos.
Pero lo más lamentable es que estos “investigadores” ni siquiera tienen la más mínima idea de lo que es la metodología de investigación, o cuando menos que supieran usar el método científico para poder hacer sus “investigaciones”. Ahí radica el problema, no saben usarlo, no lo conocen y se escudan en la falacia de que “no todo lo puede analizar el método científico”, pero ahí están en un evidente error, pues si un fenómeno es real entonces puede ser analizado por el método científico, siglos de experimentación así lo han demostrado. ¿Cómo creen que se dio el salto de astrología a la astronomía, de la alquimia a la química, de la magia a la ciencia? Por medio del método científico.
La cuestión es que estos autonombrados investigadores de lo desconocido, en realidad desconocen que es la investigación. Erróneamente creen que el meterse a casas abandonadas o a cementerios por las noches ya los hace parapsicólogos, investigadores de lo paranormal o “cazaantasmas”; otros creen que por fotografiar o tomar video de luces en el cielo, aves o insectos mal enfocados ya los hace ser ufólogos o investigadores del fenómeno ovni. Eso muy apenas, si de perdido lo hicieran bien los convertiría en lo que se denomina pesquisador (que se dedica a hacer pesquisas para descubrir algo) pero estos individuos no pasan de ser malos recolectores de lo que ellos creen extraño, aunque no lo sea en realidad.
Es ilógico que ahora que tenemos más fácil acceso a la información es cuando más abunda la ignorancia y la charlatanería en este campo. Los ilógicamente pseudo-investigadores se escudan en su ignorancia y mentalidad cerrada para proferir cuanta ocurrencia o suposiciones se les ocurre, diciendo que sus hipótesis o teorías son tan validas como las de la “ciencia oficial”, cuando en realidad sus “hipótesis” o “teorías” no tienen ni base ni sustento sólido, y ellos se intentan escudar en que están en el campo de lo hipotético y los teórico. Evidentemente no saben nada de manejo de información, pues para poder generar una hipótesis se debe de tener una base sustentable en cual elaborarla, y más si es una teoría pues, en el campo de la ciencia, es la explicación de un fenómeno basada en hechos reales corroborables y constatables, no es un cuento ilusorio como sus “teorías”.
En las redes sociales cualquiera se dice “investigador” por copiar y pegar textos e imágenes, video grabar “cosas raras” y subirlas a algún portal, hasta que se topan con un investigador real, de esos que sí se dedican a resolver casos y a desmitificar misterios, es cuando se les cae el teatrito y su pantomima llega a su fin.
Si te vuelves a topar con uno de esos autonombrados “investigadores” simplemente pregúntale ¿Cuántos casos ha resuelto y desmitificado, y si estaría dispuesto a contrastar sus resultados con otros investigadores para verificar la sustentabilidad de los mismos? Si no lo acepta, simplemente no es un investigador. Punto final, caso cerrado.
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1 comentario:
Excelente análisis no solo sobre el punto de la dialéctica del investigador.Hoy día se ha extendido la figura del investigador como un promotor de supersticiones en vez de un sujeto qeu confrontar teorías, hechos hipótesis, análisis para llegar a una respuesta clara concisa y objetiva. Cementerios, hospitales abandonados casas son para los promotores de misterios supuestos laboratorios de investigación de los cuales sus aportes son completamente inútiles sin avances prácticos aunque eso si muy "emocionantes" para las personas qeu siguen estas tendencias. Saludos.
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