En un mundo cada vez más abierto y globalizado gracias a la libertad que nos da la internet, las redes sociales y los distintos medios de comunicación masiva, es curioso y lamentable, al mismo tiempo, como hay personas que podrán tener miles de “seguidores” o “amigos” virtuales, pero que en su vida real viven de una inmensa soledad y apatía por existir.
Personas que no pueden con el andar cotidiano y que necesitan de algo que les ayude a rellenar ese abismo existencial que padecen, pues ni la compañía de otras personas, e incluso ni sus doctrinas religiosas pueden llenar. Y es ahí cuando se ponen a inventar sus propios cuentos para saciar ese vacío.
Es una soledad de nivel cósmico pues se llegan a inventar encuentros con entidades de otros mundos para poder sentirse importantes y atendidos por alguien. Lo hacen para esquivar o evadir la realidad que los abruma y que, según ellos, no pueden con ella solos, así que se inventan “contactos” que les dejan mensajes al mundo para que este sea como ellos quieran, sí, como quieren esos supuestos contactados, que los traten como si fueran personas especiales o superiores en virtudes, aunque a lo largo de la historia, sus acciones han dejado mucho que desear.
La soledad cósmica no solo se da en esos autonombrados contactados y canalizadores, algo que está bien estudiado por la psiquiatría y la psicología llamado por varios como el síndrome del contactado, pero también se da entre los ufófilos, los fanáticos del fenómeno ovni y los mitos de los extraterrestres. Esas personas que en todas partes quieren ver ovnis, o más bien, naves extraterrestres, según ellos. Y despotricarán e intentarán defenestrar a todo aquel que cuestione o ponga en duda sus ideas.
Incluso, es más curioso ver como a una entidad divina enseñada por las distintas religiones, hoy en día es puesta en segundo plano, o hecha a un lado, por estos individuos que necesitan de creer que hay (si es que existieran) simples entidades biológicas nacidas en otro planeta que nos observan. Ese egocentrismo de los que necesitan de fantasías de extraterrestres para todo es algo patético, como si fuéramos tan importantes para otras supuestas civilizaciones superiores a nosotros.
Cuando una persona, tras ver un simple video de unas luces que se mueven en el cielo, que con un simple análisis básico se puede deducir que se trata de un truco digital hecho por computadora, termina opinando algo como “Todo señala que ellos ya se encuentran aquí, y que nos vigilan, nos están preparando para el día del contacto dejándose ver poco a poco para acostumbrarnos a su presencia”, es cuando veo que la pereza mental acompaña, tomada de la mano, a la soledad cósmica.
Hay personas muy negadas de la mente que creen que prevenir a la sociedad del avance del neo-oscurantismo es una pérdida de tiempo y esfuerzo, pero están en el total error, pues mientras sigue avanzando la ciencia y la tecnología menos personas siguen creyendo en falsos mitos, y no hablo de decenas, de miles personas a nivel mundial están volteando a ver la realidad de lo tangible y lo palpable tal cual es, sin ideas mistificantes o estupefacientes.
Gente así es una evidencia de que sí se puede encadenar y esclavizar las mentes, solo se necesita hacerles creer en un par de ideas falsas, ilógicas e irracionales para encadenarlas y someterlas, sus cadenas serán tan duras y pesadas como sea su fanatismo por esas ideas.
Lo bueno del caso, es que no importa lo que crean, no importa lo que digan, repitan o griten, realidad no la pueden cambiar. Una falsedad siempre será una falsedad, no importa quien la diga, no importa donde se publique, seguirá siendo una vil mentira. Tus vacíos existenciales no los quieras rellenar con mentiras, las mentiras se desvanecen ante la realidad de los hechos; mejor enfócate en lo real, en lo que no necesita que creas en ello para que sea cierto, eso sí te dará la seguridad y paz que necesitas.
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