El ébola es una enfermedad causada por un peligroso virus, que tiene causas netamente biológicas, pera nada no es un "castigo divino", no tiene nada que ver con dios, la religión o la fe, no viene a acabar con nadie, ni es un arma biológica de diseño, como algunos individuos, fanáticos religiosos y ciberterroristas desinformativos, han difundido con tal de causar pánico entre las personas.
Los individuos que andan diciendo, con gran entusiasmo, que el ébola es un "castigo divino" y que viene para terminar con algún grupo de alguna ideología distinta a ellos, son entes perversos y malignos que no merecen ser llamados humanos. Ellos se dicen "hijos de dios" o "soldados de dios", pero estoy más que seguro que ese dios estaría muy avergonzado de ellos por promover el odio y la desolación en lugar de promover la paz y el amor como él se los mandó en sus escrituras sagradas.
No han faltado los estafadores que han inventado falsas curas “alternativas” para el ébola, anunciándolas como panaceas universales, que aparte de ser muy caras, no funcionan realmente, y solo engañan a las personas que finalmente terminan muriendo por el abuso de su ingenuidad. Desgraciadamente no ha faltado el (pseudo) “pastor” que dice que es una “plaga del Apocalipsis” que viene a exterminar a los ateos, homosexuales y a todos los grupos que ellos odien. Por gente así esos cultos pierden cada día más adeptos, y su “fe” no salva a nadie, solo causa más muerte.
La auténtica cura será una vacuna que se encuentra ya en desarrollo y que esperamos que en los próximos días ya sea aplicada en todas las personas afectadas, tendrá un costo caro su producción, pero posiblemente no su aplicación en los pacientes que en su mayoría son personas pobres y ese gasto será subsidiado por organizaciones e instituciones dedicadas a la salud pública. No faltará el conspiranóico que tergiverse la información para causar más incertidumbre, pero han sido esos mismos conspiranóicos los causantes de todas esas muertes causadas por el mal manejo de los enfermos que han contagiado a más personas de esa enfermedad.
Esos timadores que inventan esa desinformación deberían de estar en la cárcel y pagando muy caro los daños que sus mentiras han causado, si sabemos que lo más importante que hay para combatir esas epidemias es la adecuada información sobre ellas, con mayor razón se debe de castigar a quienes maliciosamente ha difundido información falsa de manera dolosa y lucrativa.
Esta epidemia no es el fin del mundo, ni el fin de algún grupo étnico, religioso o ideológico, todo lo contrario, es una oportunidad que tenemos los humanos para coordinarnos y colaborar para salvar a muchas personas y difundir la información realista y correcta sobre este mal que sigue causando perdidas en el continente africano, pero que por un inadecuado tratamiento, por la desinformación, podría extenderse a más zonas poniendo en riesgo a más personas inocentes.
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