Vate, tú que eres poeta, y en el aire las compones,
dile con tu voz que profeta, que hace vibrar corazones,
que ella es mi reina, la dueña de mis emociones,
su brillo de estrella me inspira mil y un canciones,
que ella es la dulce doncella de todas mis ilusiones,
cuéntale a esa doncella que por ella hago cavilaciones,
pues tenerla de cerca, me hace pasar mil temblores.
Ella es mi reina, quien me bendice con su presencia,
su dulce voz me da vida, su risa una angelical melodía,
pero su bella mirada, a la misma Luna eclipsa.
Vate, tú que conoces mi secreto y mi alegría,
que es la fuente de mi más bello anhelo,
que si esto solo fuese un hermoso sueño,
que la noche me consuma, sería mi deseo.
Vate, tú que tienes esa virtud, dile que ella es mi dueña,
que de mi jamás tendrá oposiciones, pues es mi estrella,
la que doma y apacienta todas mis opresiones,
que por ella haré lo que sea, con tal de ver su belleza,
pues me hace sentir en la gloria, mi dulce niña divina.
Dile que sin ella no vivo, que su ausencia me mata,
y que sin su luz, como volcán muerto me extingo.
Cuéntale que si Dios me bendice, y así me lo permite,
y si también ella, mi princesa, así lo decide,
su camino y el mio, hasta la eternidad, unidos seguirán,
y éste mi cantar, por ella nunca terminará.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario