Es bien sabido por muchos que la ciencia médica avanza a pasos agigantados, gracias al apoyo en la ciencia y tecnología que se ha desarrollado para mantener con salud a la humanidad. Gracias a esto, hay enfermedades que ya están casi erradicadas de la población mundial, como la poliomielitis, e incluso hay enfermedades que en el pasado eran consideradas graves, y hoy en día son curadas con una simple pastilla o vacuna.
Y es que siendo realistas, solo existe un tipo de medicina, y esa es la que sí ayuda a curar enfermedades y distintos padecimientos fisiológicos de los seres humanos. Desafortunadamente, existen algunas supuestas “terapias” o “medicinas” denominadas alternativas u holísticas, pero que en realidad no curan, y solo sirven para “hacer sentir bien” pero no curan enfermedades.
A lo largo de los años se ha visto y se ha demostrado la ineficiencia de muchos procedimientos médicos “alternativos” y “holisticos”, pero a pesar de ello, a pesar de las pruebas y evidencias, cientos o miles de personas siguen utilizándolos, muy a pesar de sus resultados. Sus efectos no van más allá de algo analgésico o del efecto placebo.
Existen todo tipo de dietas y terapias alternativas, desde las que utilizan animales o insectos para sus procedimientos médicos, o de “sanación”, como les llaman sus promotores, hasta los que utilizan plantas, hongos, cuarzos y hasta los rayos del Sol para curar y “alimentar” al cuerpo y al espíritu de manera integral u holística, como les dicen ellos.
Lamentablemente, sus procedimientos y funcionamiento queda muy en duda, y en varios casos deja mucho que desear. Solo por comentar algo de las terapias que utilizan animales, personalmente considero que lo único bueno que ellas tienen, es que ayudan al cuidado y conservación de esos animales, aunque no es muy palpable su eficacia médicamente hablando en el cuerpo humano.
Mucha gente se enoja cuando alguien pone en tela de duda la eficacia de la llamada medicina alternativa, y siempre salen con el cuento de que no la hemos probado, y en ello se equivocan; un servidor ya la ha probado varias veces, y he sido testigo de su utilización en otras personas, y he constatado que no funciona.
Un famoso ejemplo de lo mal que funciona la medicina alternativa, es la muerte del genio Steve Jobs, quien a pesar de su conocimiento científico y tecnológico, creyó en la medicina alternativa para tratar su cáncer, lo cual, a la larga, le causó la muerte. Otro caso de terapias alternativas de resultados mortales es la “dieta solar” o “dieta del Sol” promovida por algunos “gurús espirituales”, la cual no tiene nada de sana o nutritiva, y sí todo de dañina y mortífera.
Por eso no es conveniente creer en algo que debería de funcionar, pero las evidencias indican que no funciona. La fe o el creer en una terapia no es suficiente para que esta funcione, requiere de tener bases científicas y múltiples pruebas sustentables que así lo señalen. El oficio de dar salud no es tan sencillo como algunos creen.
Muchos argumentan que a diario mueren miles de personas en los quirófanos de los hospitales, pero no quieren reconocer que a diario mueren millones de personas por no hacer uso de la medicina correcta para sus padecimientos. Por si fuese poco hay millones de personas que se curan de sus enfermedades por medio de la medicina convencional, y millones de personas que siguen esperando sanar utilizando terapias alternativas. La evidencia no miente, las pruebas están a la vista de todos.
La medicina, dietas o terapias, cualquiera que sean, su funcionamiento no debe de depender que de creamos en ellas o no, debe de estar debidamente verificado y corroborado por especialistas profesionales en el campo de la salud. Incluso se ha comprobado que algunos “medicamentos” o suplementos alternativos contienen compuestos que pueden ser dañinos para la salud de las personas, son los llamados productos milagro que ya están siendo restringidos por la Secretaria de Salud, pero que en algunos sitios se siguen expendiendo.
La confianza en las terapias médicas debe de estar basada en resultados que pueden ser demostrados y verificados por todo mundo, no con resultados a medias tintas. Con la salud no se juega, la homeopatía, la acupuntura y otras terapias no pueden curarlo todo, si lo que buscan es sanar, deben de poner los pies en la tierra firme, y buscar la ayuda profesional requerida, antes de que sea demasiado tarde.
Solo cuando se pueda verificar de manera sustentable su funcionamiento, entonces, y solo entonces, se podría confiar en ellas.
Fuente: http://info7.mx/editorial.php?id=2276
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