Acaba de pasar el mes de junio el cual fue declarado el mes del orgullo LGBT y ahora algunos cuantos miembros de unas religiones han querido decir que el mes de julio es el “mes del orgullo heterosexual”, cosa que fracasó pues casi nadie siguió el juego, y que incluso esta en contra se la realidad histórica que acarrea todo este movimiento surgido gracias a la lucha por los derechos humanos.
Incluso ya han surgido grupos religiosos que buscan desligarse de los grupos que han promovido ideas de odio en las redes sociales y los medios de comunicación, como aquellos que con una conducta tirana amenazaron con hacer “auditorías ideológicas” a los políticos. Tremendo atropello a la libertad de pensamiento, un acto totalmente neo-oscurantista, hace mucho tiempo que no se veía en nuestro país. Digno del siglo XIX, pero estamos en pleno siglo XXI.
Para empezar esos grupos promueven mucho los memes en donde se ponen como las “víctimas” del movimiento LGBT, como si ellos no los atacaran. Pero si somos honestos, algo que varios religiosos carecen de dicha virtud, los primeros en atacar todo lo que no cuadra con sus creencias o ideologías han sido, a lo largo de toda la historia de la humanidad, los grupos religiosos. Incluso en el presente lo siguen haciendo varias agrupaciones como se ha constatado en las noticias.
Hay que ser muy franco en esto, no todos son malos y sí existen muchos grupos religiosos que sí promueven la paz, el amor, la bondad, el respeto y la comprensión que deberían de predicar todas las religiones. Sólo aquellos que promueven el odio y la discriminación son los malignos para la sociedad, y que incluso deberían de están bajo el ojo vigilante de las autoridades antes que lleguen a cometer actos de odio en contra de quienes no comulguen con sus creencias.
No señores, la comunidad LGBT, ateos, herejes, agnósticos, paganos y todas las demás denominaciones no religiosas, no buscan atacar a la religión cristiana o católica, de hecho en la mayoría de los casos se están defendiendo de décadas, o siglos, de ataques y represión contra ellos. El mayor pecado de soberbia e ignorancia de todo religioso es creer que su fe es la única y verdadera. Es venerar una mentira que lo llevará a la perdición por si misma.
No señores religiosos y religiosas, ustedes no son las víctimas, son los victimarios si han sido partícipes de las acciones de odio y discriminación en contra de todo aquel que no tenga su misma fe. Y si el odio, la mentira y la soberbia corrompe el alma, entonces ustedes ya están corrompidos por creer ciegamente que tienen la razón. El criticar a toda la comunidad LGBT por un exhibicionista es tan ilógico e irracional como juzgar a toda la comunidad religiosa por los violadores y estafadores que hay en ella.
Muchos se mienten a si mismos diciendo “dios sabe que lo hago por fe”, pero su versión de dios solo es una versión corrompida y manipulada por intereses personales y particulares de sus líderes que solo existe en su mente. Entonces, su fe y sus creencias sobre un dios son completamente una falacia que necesita de más sofismas para ser “sustentada” bajo la oscuridad de la mentira y la supresión de la razón humana.
La realidad es que las comunidades y agrupaciones ajenas a las creencias cristianas y católicas tienen tanto derecho de existir y vivir su vida según sus ideales, como lo tienen ellos, y no existe ningún derecho para perturbar su paz en la vía pública, las redes sociales o los medios de comunicación. La libertad de expresión es para informar y servir, no para promover el odio y la discriminación basado en creencias, eso se le llama actos de odio.
La cultura de género enseña a respetar y a comprender la naturaleza humana con base a las ciencia naturales, no en mentiras y creencias, no utiliza la posverdad para engañar, como sí lo hacen quienes están en contra de que todas las personas gocen de sus derechos y libertades, y que puedan vivir su vida libremente y en paz.
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1 comentario:
Como pastor bautista y teólogo no puedo estar más de acuerdo contigo, los grupos evangélicos tanto en mi México como en Argentina donde ahora vivo intentan imponer una nueva cristiandad que está en contra de todas las enseñanzas de Jesucristo, el cual por supuesto no habló en contra de los homosexuales (incluso se podría decir que sanó a uno)
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