11 diciembre 2007

No todo es paranormal.


A lo largo del tiempo, en todas partes del mundo, se han relatado un sin número de cuentos e historias de fenómenos extraños e inexplicables a muchos, al grado de que algunos los han llamado sobrenaturales. Pero el índice de incidencia de este tipo de fenómenos, según algunos, es muy alto, al grado de que algunos especialistas en el tema estiman que existe un porcentaje muy considerable de personas en el mundo que han sido testigos de los fenómenos denominados como paranormales.
Muchos escritores, periodistas e investigadores han escrito y hablado de estos presuntos fenómenos paranormales que, según mencionan algunos, se han presentado en muchas ocasiones en distintas partes del mundo. Pero algunos exageran la información para hacerla más atractiva al público en general, y así tratar de captar más la atención de las masas y hacerse de una connotada fama en los medios masivos de comunicación.
Siendo objetivos, dentro del llamado "mundo del misterio", existen tres tipos de individuos: Los investigadores, los divulgadores y los que se dedican al espectáculo, llamados también "investigadores de teatro". Las actividades de todos ellos pueden ser muy respetables, el problema viene cuando cualquiera de ellos empieza a falsear información y a inventar casos de supuestos fenómenos paranormales, cayendo en la charlatanería y el sensacionalismo.
Y es que lo más sencillo para algunos de ellos, denotando una actitud floja ante la posibilidad de realizar una buena investigación, es adoptar la postura de que todos los fenómenos de una aparente apariencia extraña sean clasificados como "paranormales" sin antes realizar un análisis previo de cada uno de esos casos, para después andar diciendo a los cuatro vientos que "han investigado cientos de casos", aunque en realidad únicamente se han dedicado a recopilar y acumular datos, pero nunca a realizar un autentico análisis de ellos.
Si estas personas se hacen llamar "investigadores de fenómenos paranormales" deberían de saber que uno de los principales objetivos de la investigación es resolver los casos que se han planteado a estudio, y buscarles una posible respuesta y solución al mismo, hasta refutar los casos si es necesario. Pero se afanan tanto en coleccionar "pruebas" y exponerlas en cuanto medio o foro llegan, que se les olvida, o evitan, realizar una verdadera investigación. Y en un buen número de ocasiones estas personas no tienen la adecuada documentación y se limitan a conocer lo más básico de los conceptos de la investigación de misterios, pero no buscan estar actualizados ni corroborar o refutar teorías, simplemente a adoptar como propias las que más les convengan.
Un ejemplo de ello sería las presuntas fotografías de "fantasmas" o entidades anómalas, que pueden ir desde presuntos duendes hasta orbes o supuestos ángeles. Muchos investigadores hacen gran alboroto, principalmente en programas de revista y entretenimiento, al mostrar presuntas imágenes de seres anormales, diciendo que son pruebas irrefutables de su presencia en nuestro mundo; sin embargo nunca se ponen a analizar las posibles causas que originaron que surgieran dichas imágenes. La explicación de la gran mayoría de esas imágenes puede estar en errores al tomar la fotografía o el video, efectos de sombras y reflejos de luz, y hasta en el fenómeno de la pareidolia (imagen adjunta), que es muy recurrido por los seguidores de las teorías sobre entidades paralelas o coexistentes no identificadas.
Sin embargo hay que ser realistas y objetivos, y tener muy en claro que para algunos es mucho más fácil creer en lo que no se entiende, que investigar para encontrar la realidad. Siendo objetivos e imparciales, únicamente después de analizar las posibles pruebas de un caso o una imagen y encontrar que no puede ser explicada de manera lógica o científica, solamente así podría considerarse como algo "paranormal".
En resumen: Ningún fenómeno debe de ser considerado como paranormal hasta que se le demuestre lo contrario. Hacer lo contrario sería tener un pensamiento y actitud perezosa y simplista ante estos casos. Pero no podemos olvidar que sí existen casos que no pueden ser explicados por la ciencia, y que están más allá de toda explicación racional, pero estos son pocos en realidad en comparación con los que sí pueden ser explicados. Así que no te quedes con la duda, ni te limites con la especulación, analiza bien las cosas antes de calificar algo como paranormal, no vaya a ser que tan solo se trate de un engaño de nuestros sentidos o un simple truco bien elaborado.


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