Muy lamentablemente, hoy en día ha quedado más que demostrado que esa frase de “Un hombre con moral sabe que robar y asesinar es malo, un hombre con ética no roba ni mata, un hombre con religión, no hay garantía de certeza de que no se comporte de forma correcta”. Numerosos hechos del presente, y del pasado, así lo hay dejado constatado.
Siempre he dicho que no hay una religión que sea mala, los malos son los fanáticos religiosos que actúan de forma irracional e ilógica, ellos son el verdadero peligro, no una religión, no un libro, como dicen algunos ateos que han caído también en el fanatismo, pues hasta ellos pueden caer en esa conducta negativa y patológica, como también se ha visto recientemente.
Una de las razones por las cuales muchas personas abandonan las creencias religiosas no es precisamente por su falta de fe, sino por la pésima conducta de los individuos que se dicen ser representantes de dios en la tierra, ya sea sacerdotes, rabinos, imánes, pastores o simples laicos comprometidos, muchos de ellos han caído en ese problema de conducta. Si su dios les mandó hacer el bien en el mundo ¿por qué lo desobedecen?
La soberbia, el pecado que supuestamente es el origen del mal mismo, es a lo que se abrazan con todas sus fuerzas y ya no lo quieren soltar, es como si se hicieran adictos a eso que les produce un estupor que les produce placer, y por lo mismo lo siguen cometiendo. Esas personas se refugian en ideas corrompidas de “fe” con tal de paliar su abismo existencial, del cual culpan a todo el mundo, cuando los únicos culpables son ellos mismos.
Ninguna religión o dios te ordena imponer sus ideas sobre los demás, pero sí te obliga a comportarte como un buen ejemplo a seguir, para así poder ganar fieles, no a la fuerza, todas las religiones dicen eso, ¿por qué no lo hacen? ¿No piensan que su dios se avergüenza de ustedes? Si su dios les dio el libre albedrío y la inteligencia, fue para que se dieran cuenta de eso, de que deben de portase bien con todo mundo, y no andar causando problemas, pues por andar queriendo “ganar la guerra” pueden terminar perdiendo lo más querido por ustedes, su paz.
Tus ideas y creencias podrán ser alas que te lleven a vivir muy bellas y nobles experiencias, con las cuales podrías ayudar y hacer mucho bien a las personas, pero también pueden convertirse en cadenas que terminen corrompiendo y destruyendo ese mundo en que viven tus seres queridos. Si todos te dicen que tú estas en el error, y las evidencias así lo señalan, muy posiblemente es que sí lo estas, pues si “la voz de pueblo es la voz de dios”, te está mandando un mensaje que tú no quieres escuchar. Piénsenlo, se los dejo de tarea.
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