25 febrero 2022

El último contactado



Dentro de toda la mitología relacionada al fenómeno ovni existe uno muy especial que siempre ha llamado la atención de las personas, no siempre de forma amable, pues a algunos les causa algo de temor hablar de ello. Me refiero al tema de los presuntos contactos con extraterrestres.

Existen cientos o miles de relatos en todo el mundo de supuestos encuentros de personas con supuestos seres extraterrestres, algunos casos son famosos, otros no tanto, pero todos tiene su toque de rareza y misterio al mismo tiempo, que incluso pone en duda la palabra de quienes los narran por lo inverosímil de sus narraciones.

Lo interesante es cuando el presunto contactado es una persona con una destacada reputación de honestidad y ser de pensamiento analítico, pues nos pone esa de frente incertidumbre frente a nosotros al ver que dice que ha vivido algo así. Éste caso es así.

Por motivos de privacidad personal no revelaré el nombre del entrevistado, sólo diré que es un graduado del Tecnológico de Monterrey quien llegó a ser maestro en otras instituciones educativas del campo administrativo, quien falleció hace un tiempo.

Su relato inicia una noche de un Sábado del verano de 1982, cuando estando acostado junto a su esposa tuvieron una experiencia insólita. La noche iba tranquila, pero algo de pronto lo despertó dice que sintió “como una presencia, como si alguien se hubiera metido a su casa”.

Al abrir los ojos vio a su esposa dormida junto a él, todo parecía normal, pero al incorporarse para ver si pasaba algo, se llevó la sorpresa de su vida. Frente a su cama había tres seres de aspecto extraño, que a su parecer, no parecían humanos.

A pesar de tener la luz apagada, entraba un poco de luz por la ventana, lo que le permitió mirar a los dos seres. Ambos eran de un color verde oliva, de grandes ojos color negro ligeramente algo alargados, estaban cubiertos completamente como por algún tipo de tela similar a la licra o piel sintética, no tenían nada de cabello, tenían una pequeña nariz y boca que apenas se distinguía.

Al ver esto el hombre y la mujer se sobresaltaron e intentaron enfrentar a los intrusos, al pensar que sus hijos estaban en peligro, pero esos seres levantaron sus manos hacia ellos y ellos cayeron en un estupor como si les hubieran lanzado algún tipo de tranquilizante.

Un ser se puso a cada lado de uno de ellos, mientras el otro permaneció frente a la cama de tamaño familiar. El hombre vio como un ser le puso la mano en el rostro a su esposa, y ella quedó inconsciente a su lado en la cama. Otro se acercó junto a él y le tomó de la mano.

El hombre intentaba defenderse pero no tenía fuerzas ni para esbozar una palabra, de pronto en su mente se escuchó una extraña voz que le dijo “Esto es para purificar tu sangre”, y en ese instante se dio cuenta de que le estaban inyectando algo entre su dedo índice y medio de su mano izquierda, narró que esa inyección le dolió mucho, pero ni podía gritar por ese extraño efecto que ejercían sobre sus cuerpos.

Lo recostaron sobre su cama y volvió a escuchar de nuevo la extraña voz en su mente “Volveremos después para ver los resultados”. Después de eso cayó dormido.

A la mañana siguiente, él se despertó normalmente junto a su esposa, ella estaba bien, ninguno de los dos mencionó nada al otro en ese momento porque pensaron que se trataba de un mal sueño, revisaron a sus hijos y todo parecía bien. Pero al desayunar, el hombre le dijo a su mujer “Fíjate que tuve un sueño muy extraño”, y comenzó a narrar la experiencia.

Pero de pronto su mujer le interrumpió atónita y dijo “No fue ningún sueño, fue real, yo lo viví junto a ti”, y ella le comenzó a narrar lo que había vivido, coincidiendo en la descripción de los raros seres y en los efectos extraños que habían vivido en esa noche.

El hombre en ese mismo instante acudió a una clínica privada donde solicitó un completo examen de sangre para ver si se podía detectar lo que aquellos seres le habían detectado. Pero en los estudios de sangre no se detectó nada anormal o extraño, su salud estaba en buen estado.

Ellos no estaban familiarizados con el fenómeno ovni ni con toda la parafernalia que le rodea. Explica que pasaron muchos años y nunca se presentó algo similar, más allá de haber tenido algunos presuntos avistamientos de supuestos ovnis. Algo que nunca comentaban a nadie.

Varias décadas después el hombre narró su historia a la hermana de su esposa, a quien le tenía mucha confianza, pero no pasó a mayores la experiencia del relato, más allá de lo anecdotario. Pero un día, el hombre le contó a la hermana de su esposa que un día volvió a escuchar aquella extraña voz que le dijo “Tienes dos años para prepararte, vamos a ir por ti”.

Pero nunca volvieron los extraños visitantes, pasó poco más de dos años, y el hombre falleció de complicaciones médicas por un tumor que le había surgido. El testimonio de la experiencia me la corroboraron tanto el hombre que lo vivió, como su esposa y la hermana de la esposa. Nunca lo hicieron público por temor a las posibles consecuencias de que los considerarán charlatanes como tantos otros que presumen haber tenido una experiencia así.

Hoy que ya han pasado varias décadas de aquello, gracias a la confianza que me tuvieron en su momento, y a la promesa que hice de nunca revelar su identidad por el enorme respeto que siempre les tuve, hoy comparto este insólito acontecimiento.

No tengo motivos para creer que ellos me estaban mintiendo, tenía décadas de conocerlos a ellos, todos ellos personas de intachable reputación. Pero la experiencia narrada cae en los típicos cuentos que narran “encuentros del tercer tipo” con supuestos seres extraterrestres.

Nunca buscaron la fama, todo lo contrario, nunca quisieron que se supiera que ellos habían vivido algo así. Sólo me lo contaron a mi debido a que compartimos una misma forma de pensamiento e ideologías. Aunque igualmente, no hay evidencias, ni pruebas, de que todo aquello había ocurrido tal como ellos así lo contaban.

Como me dijo el hombre “yo no creía en extraterrestres, pero no te podría asegurar que eran, o que no eran, esos seres, sólo se que así lo viví”. Hoy forma parte de los archivos insólitos de nuestro mundo.


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