29 octubre 2018

Festejar Halloween sí es cristiano



Algo que ha distinguido a México de otros países es su reverencia que tiene por la muerte, ese paso transitorio al “más allá” o para otros simplemente el fin del camino. Incluso algunos cultos la veneran como si se tratara de una entidad sobrenatural, cuando en realidad es solo es el escalón final al que todos llegaremos. Pero es ahí donde tenemos dos festividades muy similares y distintas al mismo tiempo. Primero tenemos el Halloween en donde muchos niños, adolescentes y adultos recorrerán las calles de muchas ciudades para pedir dulces y golosinas tradicionales de esta temporada otoñal, y lo hacen disfrazados de personajes de cuentos de fantasía o de terror.

Después llega la celebración del Día de Muertos, una festividad muy similar pues también trata de la muerte, pero con trasfondo más religioso. Sin embargo estas dos celebraciones tienen un origen en común, pues ambas celebraciones fueron inventadas por la Iglesia Católica.

Debemos saber que Halloween no tiene un origen netamente celta o druida como muchos creen, mucho menos es de origen satánico. Esta festividad fue inventada en el siglo VII por los mismos cristianos católicos. Según muchos historiadores el nombre del Halloween proviene de la festividad católica de la "Víspera del día de todos los santos", que en el ingles antiguo se le llamaba “All Hallows Eve”, la cual se realizaba por la tarde noche del día 31 de octubre, la cual  era muy popular en países como Escocia e Irlanda, y que se hacía un día antes del "Día de Todos los Santos" que es el 1 de noviembre.

El Papa Bonifacio IV fue quien creó esta celebración, en el año 609, para honrar a la Virgen María y a todos los mártires de la iglesia católica en la antigüedad. Con el paso del tiempo esta festividad fue extendida a todos los santos, y de ahí surgió su nombre de “Día de Todos los Santos”. Esta festividad religiosa se festejaba los días 13 de mayo, pero fue el Papa Gregorio III, en el siglo VIII, la cambió de fecha pasándola al 1 de noviembre. Posteriormente se instituyó el día 2 de noviembre como el Día de los Fieles Difuntos o “Día de Muertes” en honor a todos los fieles fallecidos, que por distintas razones “sus almas están en el Purgatorio esperando su entrada al Cielo”.

Por otro lado, varios estudiosos indican que el origen de la palabra Halloween, podría venir de la llamada “Mesnie Hellequin”, una muy antigua leyenda folklórica del centro de Europa, que ahora es más conocida con distintos nombres, según la región, algunos la llaman la “Procesión de los muertos”, otros la llaman la “Santa Compañía” o la “Cacería salvaje” y otros nombres según la zona donde la cuenten.

Las leyendas cuentan que dicha manifestación se podía aparecer desde la noche de la Víspera del Día de Todos los Santos, hasta en la del Día de los Santos Difuntos, hoy llamado Día de Muertos. Era la aparición de un grupo de seres fantasmales que era encabezada generalmente por un personaje vestido con un traje de arlequín (“hellequin”) el cual, según la época y la región, podía ser un ser fantástico y legendario, pero en algunos casos podía tratarse de un ser con apariencia diabólica.

Antiguamente durante la Víspera del Día de Todos los Santos se hacía una vigilia de oración en honor a todos los santos fallecidos, la cual se realizaba durante la tarde y noche del día 31 de octubre, pero las costumbres populares, y el sincretismo cultural de los cristianos y católicos, hicieron que esta tradición religiosa se transformara en una festividad mucho más mundana, en donde la algarabía desplazó a los rezos tradicionales. Algo que también ya está ocurriendo actualmente con la Navidad y la Semana Santa.

Muchos decían que el Halloween provenía de los ritos de los antiguos celtas quienes tenían su celebración denominada Samhain, que era el fin de año celta (31 de octubre), en donde, según sus relatos, los espíritus de los muertos se reunían para examinar los eventos del año pasado y los venideros del próximo año, pero también visitaban sus antiguos hogares, esto era la pauta para la celebración del año nuevo celta.

En la antigua religión de los celtas, la cual era dirigida por los druidas, que no tiene nada que ver con la “wicca”, acostumbraban encender grandes fogatas en la noche del 31 de octubre en la cima de las montañas, para proteger a la comunidad de los malos espíritus y ahuyentarlos. Este ritual no tenía nada de maligno ni oscuro, todo lo contrario.

Algunos cristianos llegaron a creer que “Samhain” era el terrible dios druida de los muertos, pero era la celebración principal de la cultura celta. Cuando los romanos conquistaron los territorios de los celtas, ellos lo añadieron a la fiesta romana de "La Cosecha" que se realizaba el 1 de noviembre en honor de la diosa Pomona, pero cambiaron su festejo para el 31 de octubre.

Erróneamente muchos dicen preferir la celebración cristiana del "Día de Muertos" del 2 de noviembre como si fuera algo auténticamente mexicano. Según los relatos tradicionales, el espíritu de los muertos regresa ese día para visitar a sus familiares más queridas, por lo que se levantan grandes altares para recordar a los ya fallecidos, quienes se llevan consigo la esencia de los alimentos o bebidas para su camino de regreso al cementerio y luego al Cielo; en ese día en las iglesias se hace una misa especial por el descanso eterno de sus almas.

Desde el 7 de noviembre del 2003 la UNESCO distinguió a la festividad del Día de Muertos como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad", por ser "Una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo".

También erróneamente se le relaciona la festividad de los antiguos aztecas, quienes tenían un ritual similar con el que veneraban a Mictlantecutli y Mictecacihuatl “El Señor y la Señora del lugar de los muertos”, pero no igual al actual Día de muertos. Siendo honestos, casi no tiene nada que ver el antiguo ritual azteca con la actual celebración, pues el ritual azteca dedicado a esos dioses de la muerte se hacía durante el mes de agosto. El moderno Día de Muertos es un ejemplo de esa mezcla, o sincretismo, de tradiciones aztecas y dogmas impuestos a la fuerza por los europeos.

Por lo que ambas festividades, el Halloween y el Día de Muertos, no tienen su origen en América, las dos son de origen europeo, se han difundido por todo el mundo y no tienen nada de malignas. No hay porque defender a una y atacar a la otra, pues tienen un mismo origen e incluso el mismo tema: la muerte.

Muy a pesar de ser su origen cristiano católico, el Halloween se ha querido relacionarlo con rituales de “magia negra” o “satanismo”; sin embargo se sabe que para esas personas solo es una fecha más en su calendario, por otro lado el “Sábado de Gloria” de la Semana Santa católica o la Noche de Walpurgis son de los días principales que ellos usan para sus rituales. No es una fecha muy importante para ellos, y solo lo hacen para burlarse de una tradición cristiana, por lo que esos rituales oscuros no tienen nada que ver de forma directa con esa festividad.

Por lo que el Halloween y del Día de Muertos se pueden convivir perfectamente uno junto al otro, uno no opaca al otro, ambas son tradiciones que mezclan mitos y leyendas, las cuales no tienen nada de maligno, aunque algunos grupos religiosos digan muchas falsedades sobre su origen, pero es debido a su ignorancia, por no investigar nada sobre la historia real de sus orígenes. Los cánticos de “Noche de brujas Halloween”, o “Dulce o travesura”, o el “pedir calavera” que son usados por niños para pedir dulces no tienen nada de maligno, solo forman parte de esa tradición que ha evolucionado, como la misma sociedad evoluciona.

No le temas a los muertos ni a la oscuridad, mejor cuídate de los ignorantes vivos.

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22 octubre 2018

Desinformación terrorista y las falsas noticias


En casi todas las redes sociales han surgido muchos individuos que se dedican a publicar en todas las partes que puedan lo que ellos consideran es la "verdad absoluta y sin censura".
Algunos se hacen llamar videntes, otros investigadores, e incluso algunos son pseudo-periodistas. Pero su "verdad" tan solo es un cúmulo de mentiras manipuladas y entrelazadas para hacerlas más “creíbles” para los más inocentes e ingenuos.

Muchos de estos sujetos, con toda alevosía y ventaja, abusan de su “libertad de expresión” y se dedican a publicar por todas partes desinformación y noticias completamente falsas (bulos), sin el más mínimo remordimiento, aunque mucha de ella pueda causar confusión, pánico e incluso poner en riesgo a las personas que estén expuestas a dicha “información”. Por ejemplo toda la desinformación que hay sobre las vacunas, que a pesar que esta demostrado que no son peligrosas ni dañinas, hay gente que sigue difundiendo falsedades sobre ellas, poniendo en peligro a los demás.

Solo algunos lo hacen porque realmente creen en lo que publican, por ignorancia o porque tienen su mente tan cerrada que no les permite ver su error, algunos hasta podría tratarse de fanatismo irracional, o podría tratarse de un posible cuadro del defecto Dunning Kruger, ese padecimiento mental que hace creer a esas personas tener una superioridad intelectual sobre otros, aunque la evidencia señale todo lo contrario. Están totalmente negados para ver una realidad distinta a la que ellos quieren.

En el año 2014 se dio una importante noticia, la de que tres individuos fueron encarcelados por la policía chilena por haber difundido por las redes sociales la falsa noticia de un supuesto “megaterremoto” que afectaría a Chile, un país que ha sido golpeado por este tipo de hechos, pero como todos esos “pronósticos”, resultó ser falso, por lo que las autoridades actuaron de manera justa e inteligente, arrestando a esos tipos que, en toda medida, pueden ser calificados como “ciberterroristas”. El problema es que no son los únicos que han cometido este tipo de actos.

Hace no mucho tiempo el Tribunal Superior de Justicia de Holanda prohibido a una agrupación seguir promoviendo la pederastia, un acto que ellos cometían, alegando que lo hacían “en nombre de la libertad de expresión y de asociación”. Pero eso no es ninguna libertad de expresión, eso es abusar de niños inocentes.

La libertad de expresión, como todas las libertades tiene sus límites, y más cuando personas inocentes resultan dañadas, aunque esto a muchos no les guste, pero así es. Cada libertad conlleva obligaciones y deberes por cumplir, por eso somos seres racionales y civilizados. Aunque a algunos de esos individuos les gusta tomar una falsa pose para intentar mostrarse con una actitud irrespetuosa ante la ley o la sociedad, sin importarles la ética, la dignidad o libertades de los demás, abusando de su libertad con un total menosprecio en contra de los demás.

Las personas que vivimos en sociedad tenemos que respetar y obedecer ciertas normas o cánones de comportamiento, simplemente por el hecho de no estar solos, ya que nuestras acciones y palabras pueden afectar de una u otra manera a quienes nos rodean. Por lo tanto, estamos obligados por ley, o por simple honor, dignidad y decencia, a razonar de forma lógica y racional lo que decimos y hacemos. No somos simples animales silvestres e inconscientes que solo ladran o balan solamente porque pueden.

No podemos basarnos en simples creencias o supersticiones para actuar. Y es aquí cuando los timadores comienzan a atacar, cuando son expuestos y puestos en evidencia, se ponen a pronunciar más falacias y sofismas con tal de seguir vociferando sus fraudes y estafas, ya sean de índole político, religioso, ideológico o mercadotécnico.

Este tipo de gente cuida mucho que sus seguidores (“borregos”) solo hagan lo que ellos digan sin ser cuestionados, para poder seguir abusando de ellos y sacarles todo el provecho posible. Por ejemplo todos esos políticos que se dicen “revolucionarios” pero que viven de los impuestos del pueblo sin hacer nada por ellos, o los “especialistas” que cuentan tantas mentiras en contra del consumo de la leche o de los “chemtrails”, basándose en falsas “investigaciones” sin ningún fundamento científico que sea real. 

La libertad de expresión tiene que pasar por un filtro muy importante, que el filósofo Sócrates describió con sus palabras: "Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, no merece ser conocido por nadie, sepultémoslo en el olvido". Y eso es lo más sano para todos. Si necesitas de una catarsis para expulsar tus traumas o complejos, hazlo de una manera y en un lugar que no le moleste a nadie, pues nadie tiene porque aguantar tus caprichos por falta de madurez mental.

Pero si lo haces en los medios de comunicación o en internet, debes de saber que tal vez nadie te pueda impedir el poder decir tus patrañas, pero sí se te puede castigar por haberlas dicho, y más si dañas a inocentes con eso, así de simple. Causa y efecto, algo sencillo, es tu decisión, la cual reflejará tu calidad humana.

Las libertades, derechos y obligaciones que tenemos todas las personas son convenios establecidos en común acuerdo para mantener una sana convivencia en comunidad, no es algo que se tenga por naturaleza al nacer, como algunos creen. Fueron creadas por humanos para funcionar como sociedad.
Si se quiere exigir “libertad de expresión”, o “internet libre”, primero habría que exigir que todo lo que se publique, sea quien lo publique, que tenga veracidad y verificidad, que no sean simples engaños. Pero sobre todo, hay que comenzar por uno mismo, no mistificando o disinformando. 

Quien anuncie sin pruebas corroborables algún tipo de catástrofe o se dedique a divulgar falsa información médica o científica, que ponga en riesgo la salud e integridad de inocentes, o que promueva ideas de odio que de alguna manera atente contra las libertades y dignidad de otros, debe de ser castigado.

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15 octubre 2018

Monterrey: ¿Ciudad de mochos?

La ciudad de Monterrey, la sultana del norte, ha destacado como capital industrial del país por décadas, sin embargo tiene un pasado y presente muy deshonroso desde el punto de vista ideológico, o más bien religioso. Pues la ciudad fue fundada por judíos sefarditas que venían huyendo de España y su “Santo Oficio”, pero aún aquí se tenían que seguir escondiendo. 

En el pasado se tenía varias formas despectivas de llamarles a las personas que aparentaban ser católicos fervientes en público, pero que en sus casas practicaban la religión judía u otra religión ajena a la católica. En el pasado algunos les llamaban “marranos”, pero posteriormente se les llamó “mochos”, por ser “católicos a medias” o de doble moral. 

Hoy en día se utiliza este adjetivo calificativo para señalar a esos que se dicen cristianos o católicos pero que abiertamente practican la intolerancia y la xenofobia contra personas que no practiquen sus mismas ideologías o incluso que no tengan sus mismas supersticiones. Atacan a la comunidad gay y a las lesbianas prohibiéndoles el derecho del matrimonio civil o el derecho a adoptar a niños huérfanos, muchos de ellos abandonados por padres de esas religiones. Atacan el derecho de las mujeres a abortar, condenándolas al riesgo de morir en una clínica clandestina o con medios “alternativos” de abortos. 

Son grupos de odio aunque ellos se digan “hombres y mujeres de fe”, su odio y desprecio a lo que no dominan es más que evidente. Aunque en gran parte es por su ignorancia y falta de cultura lo que les hace cometer tales actos. Lo más ridículo es cuando se ponen a censurar las expresiones artísticas de otras personas, solo por el hecho de que no les gustan, y las quieren tachar de diabólicas. 

El hecho más lamentable y vergonzoso para la ciudad de Monterrey, ha sido la censura que se presentó en contra del grupo de rock Marduk que se iba a presentar en un conocido centro de espectáculos de la ciudad. El grupo que es considerado uno de los mejores exponentes del género del black metal ya ha sido atacado por grupos religiosos en otros países, pues personas incultas lo han considerado como maligno. 

Estos fanáticos religiosos, cristianos y católicos, deberían de saber que no tienen ningún derecho a afectar a otros por sus creencias o supersticiones religiosas, el black metal es solo un tipo de rock que en todo caso es una expresión artística de genero humano que merece su espacio, pues aunque lo desconozcan muchos de ellos, a pesar de su estruendoso sonido y letra algo “agresiva”, se sabe por estudios científicos que señalan que las personas que escuchan el rock pesado son personas tranquilas y amables. No me crean a mi, créanle al investigador escoses Adrian North, de la Universidad Heriot-Watt. 

La música de este tipo hace que las personas expulsen de si esa violencia o agresividad que contienen en ellas de forma armoniosa con esa música. Es como una catarsis o una purificación mental, en estas personas, en lugar de expresar violencia o agresividad en su vida diaria o trabajo, solo la expresan en ese tipo de conciertos, pero sin causar daños severos a nadie. 

Hay que recordar que los gustos musicales los determina el nivel intelectual de cada persona, y los que les gusta el rock pesado normalmente son personas pacificas. Pero como a los mochos les da miedo los temas “satánicos” pues es contrario a su religión, se oponen a cualquier tipo de expresión artística o cultural que represente esto para ellos. 

Hay que recordar que los grupos de rock utilizan la teatralización y dramatización, a veces algo exagerada, de ciertos rituales o practicas en sus conciertos, pero es solo un espectáculo artístico que esta enfocado en hacer conexión con su público y buscar esa catarsis emocional en todos sus seguidores. 

El ridículo que se opongan a la presentación de grupos de rock pesado, pero apoyan la presentación de grupos y ritmos musicales que sí promueven la degeneración cultural y la degradación social, como el gangsta rap, el reggettón o el movimiento alterado de música banda, eso sí es dañino pues promueven conductas nocivas para la sociedad. El arte musical debe ser utilizado para enriquecer la cultura y la mente humana, no para degradarla. Recuerda: Los gustos musicales los determina el nivel intelectual de la persona. ¿Qué escuchan los países con mayor nivel intelectual? La respuesta es rock, jazz y música clásica. 

Los mochos olvidan que sus derechos y libertades terminan donde comienzan las de los demás. Si a ellos no les gusta casarse con miembros de la comunidad LGBTI, no lo hagan; si ellos no les gusta el aborto, pues no aborten, si no les gusta el black metal, no lo escuchen; pero dejen a los demás hacer sus vidas como ellos quieran, pues están en su derecho. 

08 octubre 2018

Mil fotografías de ovnis no te hacen ufólogo



Es muy curioso ver como en las redes sociales surgen personajes lamentablemente chuscos, de manera involuntaria, pero que sus actitudes de necios los vuelven altamente irritantes, y más cuando les demuestras que están en el error total, y ellos carecen del valor y dignidad para reconocerlo. 

Ahora resulta que algunos fanáticos del fenóameno ovni están ofreciendo en las redes sociales cursos para ser “ufólogo profesional” y hasta para ser un “agente secreto”. Me recordó a los anuncios que salían en revistas de variedades en los años 1980´s que ofrecían cursos por correo que, según ellos, te hacían cinta negra en karate, investigador privado y hasta físicoculturista, y todo por correo. 

Así esta la cosa. Ahora resulta que muy lamentables individuos se han lanzado a la iniciativa de dar cursos de ufología, pero ¿qué saben ellos de lo que es la ufología? No pusimos a revisar sus perfiles y publicaciones, y no mostraban nada extraordinario ni fuera de lo normal del típico aficionado fanático del fenómeno ovni y del mito de los extraterrestres. En pocas palabras, no saben nada, son simples ufófilos o ufólatras. 

Pero cuando nos aventuramos a cuestionarlos sobre lo que supuestamente saben, y sobre todo, ¿qué es lo que lo hace “profesional”? Resulta que no saben responder, y se van por la tangente, tratando de evadir dar respuestas, se ponen a intentar insultar o denigrar a quien les cuestiona, pero no dan ningún argumento de porque se les debe de tomar como “profesional”. En pocas palabras, no lo son. 

Estos adoradores de falsos mitos extraterrestres son los que siguen con las caducas y obsoletas ideas de los años 1990´s sobre ufología. Evidentemente no saben que esto ya no se trata de coleccionar fotos por kilos, como lo hacen los pseudo-investigadores, sino de resolver y desmitificar cada unos de sus casos, denunciar los fraudes y la charlatanería, y sobre todo, dejar de idolatrar a los míticos seres extraterrestres. 

El tomar miles de fotos no te da ninguna autoridad ni conocimiento sobre ufología, el tener esa propiedad de material fotográfico solo pone en evidencia dos cosas; Que tiene mucho tiempo para perderlo y desperdiciarlo, y que no no sabes nada de fotografía. El conocimiento y la autoridad te la da los casos resueltos y desmitificados, no coleccionar miles de fotos de insectos mal enfocados y partículas de polvo sobreexpuestas al flash de la cámara. 

Eso no es ufología, y si creen lo contrario, están muy equivocado. Y ahí esta su problema, en que solo les interesa creer en mitos falsos, no en encontrar la realidad atrás de esos reportes de supuestos avistamientos o imágenes de dudosa veracidad. La ufología ya no es venerar falsos mitos, como ahora también lo hace la “exopolítica”, su nueva versión pero más mistificada. 

Si no pueden respinder ¿cuantos casos han resuelto? Simplemente no son investigadores, son simples recolectores de malas fotografías, de mala calidad fotográfica. Y ellos dicen “Una imagen dice más que mil palabras”, pero eso solo aplica en fotografías bien tomadas, esa frase surgió del periodismo fotográfico, en donde tienen que ser imágenes bien enfocadas y con la iluminación correcta, no en sus pésimos encuadres a insectos volando. 

Pero si le mezclan el mito del contactismo y las canalizaciones, ellos mismos terminan por enterrar su falso profesionalismo en el tema ovni. Hoy en día se sabe que el contactismo y las canalizaciones solo fueron inventadas para crear expectación entre los fanáticos de estos mitos, y llamar la atención del público a un nuevo mercado ufológico, de personas que necesitaban creer en seres espaciales que los vigilaban. Es una forma de lo que es denominado como soledad cósmica. 

Recordemos que si alguien ofrece cursos o diplomados sobre estos temas, se les puede exigir que muestren sus resultados y credenciales que les acrediten estar capacitados para impartirlos. Y si no lo hacen, ustedes los pueden denunciar antes las autoridades por estafa. Así de simple.          

01 octubre 2018

Exociencia: La mentira con máscara de ciencia


El decir que un “estudio” dice algo sobre algún tema se esta poniendo de moda, pero estos supuestos "estudios" que dicen estar más actualizados y que presumen ir en contra de lo que llaman "ciencia oficial", es lo que dentro de la mafia de los conspiranóicos es denominado la exociencia.

Según los “argumentos” de estos “divulgadores”, la exociencia es la "ciencia alternativa que no obedece a la ciencia oficial", pero hay una "definición" más extensa que dice: "Es la ciencia que explica el Universo, entendido éste como un todo multiversal al que pertenecemos y que abarca todas y cada una de las manifestaciones puntuales en las que éste se manifiesta, incluida la incuestionable presencia de otras inteligencias, así como todas y cada una de las manifestaciones, procesos materiales y/o antimateriales, energéticos y /o cuánticos implicados en él".

Estamos frente a un claro ejemplo más del neo-oscurantismo que intoxica las redes sociales, el internet y a los demás medios de comunicación; es un cúmulo de pseudo-ciencia que se basa en falacias y sofismas bien adornados para dar la apariencia de seriedad y formalidad. Vamos a comprobarlo.

Comencemos  por el hecho de que la exociencia no define ni explica en ningún fenómeno Universo, todo lo contrario, lo mistifica envolviéndolo en falsos mitos y creencias sin ninguna base sustentable, en otras palabras, para nada es ciencia. Debemos saber que no existe la "ciencia oficial"; la ciencia es ciencia porque puede ser verificada, porque es constatable y puede ser corroborable por todo mundo de manera libre y abierta sin necesidad de “facultades especiales” de ninguna clase. Podrá haber mafias o corrupción dentro de algunas empresas que se dedican a la ciencia, pero eso es totalmente ajeno al método científico que rige lo que sí es científico y lo diferencia de lo que no lo es.

Los "exocientíficos" hablan de la “incuestionable presencia de otras inteligencias", cuando ninguno de sus "investigadores" ha logrado demostrar eso, solo se basan en afirmaciones de supuestos testigos de ovnis, "contactados”  o “canalizadores” de miticos extraterrestres", sin ninguna evidencias verificables, y sin evidencias a prueba no puede ser ciencia. 

Solo atacan a la ciencia porque no la comprenden, como lo hacían los antiguos religiosos ante las novedades de las ciudades modernas. Les gusta hablar con tecnicismos científicos, pero esto no le da más veracidad a sus dichos. No es lo mismo una simple creencia que el saber verificado y probado. No podemos hablar de ninguno de sus aportes, pues no han hecho ninguno, pero sí han difundido muchas falsedades pseudo-científicas con tal de generar odio o desprecio a lo que sus líderes señalen, aunque esto sea en contra de la salud y seguridad de las personas.

Un ejemplo de esto es el temor infundado a las vacunas, a la leche de vaca, al gluten o a los transgénicos, hechos que ya han sido refutados de forma sustentable por muchos científicos de manera libre, sin obedecer a intereses comerciales, muy al contrario de lo que hacen los promotores de esas falsas ideas.

Algunos de sus promotores han combinado temas tan dispares como mezclar la medicina con la astrología, o hablar de física cuántica y mezclarlo con ángeles y extraterrestres, o revolver medicina con filosofías “holísticas”. Hablan del aura y de las malas o buenas vibraciones, e incluso algunos de ellos hablan de presuntos fenómenos preternaturales, pero ninguno es verificable de manera real, lo que le anula su veracidad, y si a eso le agregamos que muchos han sido desenmascarados como simples fraudes, eso le termina por enterrar al asunto. 

Los fanáticos de la exociencia dicen ser “el nuevo modelo de ciencia moderna en el cual aseguran que plantean la ciencia sin negar a Dios”. Pero no se basan en el método científico, y al no hacerlo pierden todo carácter de ciencia, y por otro lado la ciencia real no niega a dios, ni lo afirma, pues no es objeto de estudio científico, pues, de hecho, no existe evidencia de su existencia. Creer o no creer en una entidad divina no tiene porque afectar el resultado de una investigación científica, o un fenómeno, pues lo que lo que rige al universo son las leyes de la naturaleza, y estas son totalmente imparciales y neutrales. 

Pero los “exocientíficos” dicen que “El universo fue diseñado con carácter previo al Big Bang. Hubo un creador. El caos no existe como modelo permanente. El ser humano ha evolucionado, pero hubo intervención inteligente en un momento dado”. Pero no tienen ninguna evidencia de esto, además todo señala que el universo y el ser humano evolucionaron de manera natural en todo momento, y no hay pruebas de haber sido manipulados en algún momento, pues una manipulación externa puede ser detectada al alterar el orden sistemático del desarrollo biológico de un organismo. 

Según sus defensores la “ciencia oficial” dicta que “La naturaleza se ha generado a sí misma por una sucesión de procesos casuales. Todo es fruto de la evolución. Nada justifica la intervención inteligente. El Universo es un caos”. Sin embargo, esto es lo que hasta el día de hoy muestran las evidencias que han sido puestas a prueba innumerables veces, y negarlo sería equivalente a mentir. Aunque en el Universo no todo es un caos, solo es un sistema de procesos químicos, físicos y biológicos que continúan en proceso de desarrollo continuo, aunque no se comprendan del todo por completo.

Aunque se repita mil veces una mentira, seguirá siendo una mentira, y la exociencia eso es, una simple mentira.

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