20 abril 2019

No comerás prójimo



En estos tiempos de “Semana santa” y “Pascua” es muy recurrido el mito o tradición de no comer carne roja, abstenerse de ingerir bebidas embriagantes o hacer algún sacrificio menor en honor a un personaje mitológico que según se dice, dio la vida por los pecados de la humanidad. 

Sin embargo un pequeño sacrificio hecho solamente una vez al año no arregla ni soluciona todo un año de barbaridades cometidas por dichos “practicantes de la fe”, no. Solo es un pequeño acto, hasta ciertamente hipócrita de parte de ellos que quieren aparentar ser buenas personas por un fin de semana, cuando en realidad todo el año se la pasan siendo abusadores de los demás. 

Es como los que están en contra de los matrimonios igualitarios o en contra del aborto libre y legal, solo un fin de semana se disfrazan de “buenos cristianos” pero todo el resto del año quieren ser jueces y verdugos de todo aquel que no siga su mismo dogma de creencias y supersticiones. Eso no es ser buena persona, mucho menos ser un buen cristiano. Son viles fariseos modernos. Y les recuerdo que según dicta sus propias doctrinas, los fariseos no son bien vistos por su dios. 

El mandamiento de “amarás a tu prójimo como a ti mismo” también implica respetarlo y dejarlo ser libre para pensar y creer en ideas distintas a las tuyas, mucho mejor si son apegadas a los hechos reales, los datos duros y la evidencia científica. No basándose en creencias que necesitan ser creídas para ser “ciertas” y seguir existiendo. 

Eso no sería ni honesto ni decente. Posiblemente el párrafo más importante y revelador de ese libro que ha sido tan tergiversado, corrompido y manipulado, me refiero a La Biblia, es aquel que dice “La verdad los hará libres”. Pues tiene toda la razón, pues solo quien tiene el conocimiento correcto de como son las cosas puede actual con total libertar para no errar en su camino, y con su ejemplo podrá hacer que otros traten de emular sus pasos por la vida. 

La verdad es que no hay una fe superior a las demás, no hay una religión única y suprema, todo lo contrario, todas están plagadas de errores, falacias y sofismas, fueron escritas por hombres en el pasado, con valores arcaicos y obsoletos. Y todas ellas pueden ser juzgadas a la luz de los valores y virtudes humanas del presente, pues esa es la forma correcta de hacerlo, no con los valores del pasado, pues el pasado ya no existe, ya no es. 

Ya no es justo ni decente el lapidar o quemas “herejes”, hoy sabemos que no existe una fe única, tergiversada a su manera en cada uno por conveniencia, todos quieren que su dios sea como a cada uno les convenga, no como pudiera ser. La fe es esa materia que no mueve montanas, y nunca lo ha hecho. La fe ha sido la justificación de muchos para atacar e incluso asesinar a muchos inocentes que no creyeron en esa fe. Y si algo nos ha enseñado la historia es que una fe impuesta a fuego y acero, es una fe débil, sin sentido, sin profundidad, ni valor propio. 

Recuerdo al anécdota del “predicador” que en la Plaza Morelos se subió a un banco de madera y dijo “ahora voy a predicar con los ojos vendados para demostrar mi fe”, lo único que demostró fue su vacío y pobreza existencia por cometer una payasada queriéndola hacer pasar por algo heroico. Lo auténticamente heroico y espiritual no es predicar con los ojos vendados, es predicar con la boca cerrada y poner el ejemplo con buenos actos de bondad, justicia y nobleza. No con la arrogancia de un merolico queriendo timar al público presente. 

Les encanta comer prójimo, abusar de los demás, querer que se sometan a sus antojos y deseos con tal de sentir se bien con ustedes mismos. La fe o la religión no hace buena a ninguna persona, eso esta demostrado históricamente, y los hechos recientes de actos de odio contra creyentes de otras religiones en varios países, incluso el nuestro, así lo confirma de nuevo. 

El fanatismo religioso es un cáncer maligno que debe de ser extirpado de la sociedad o tratado lo más pronto posible por las autoridades antes de que sea fatal. La religión en si no es el problema, el problema es aquellos que se creen superiores a los demás por su fe, y eso es una de las peores autoengaños que puede haber. El creerse mejor que otros por creer en algo en especial, es un sofisma de lo más pobre que hay. 

Te invito a dejar de comer prójimo, deja de corromper tu alma con el rencor y desprecio a aquellos que no creen en tus mismos mitos, pues a final de cuentas toda religión solo es eso, simple mitología antigua, que lo único que la diferencia de las demás es que todavía tiene seguidores, no por ser mejor, solo porque en el pasado fueron convertidos por las buenas o por las malas, así de simple. Los datos duros de la historia no mienten, los feligreses de cualquier fe sí lo hacen. 

Si quieres ser una buena persona y tener contento a tu versión de dios, deja de jugar al soldado de dios, deja de juzgar a los demás, portate como una buena persona, ayudando a tu comunidad, ayudando a los demás a ser felices. Pues el verdadero amor radica en buscar la felicidad de los demás, en la felicidad del amado. Eso es el auténtico amor. 

Hoy te regalo este nuevo mandamiento: No comerás prójimo. Deja de juzgar lo que no es tuyo, lo que no te pertenece déjalo en paz. Si no quieres casarte con gays o lesbianas simplemente no lo hagas, si no quieres abortar simplemente no lo hagas, si no quieres que matrimonios igualitarios adopten niños huérfanos simplemente no los adoptes, pero no tienes ningún derecho ni autoridad para impedir que otros sí lo hagan. Si no les vas a ayudar a cargar con sus vidas no tienes ningún derecho a involucrarte en su forma de ser. 

Deja de ser un demonio con máscara de “buen cristiano”.

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