Aclarando términos.

El reconocido y renombrado científico J.B. Rhine y su colega J.G. Pratt en su libro "Parapsicología" mencionan distintos estudios e investigaciones sobre distintos fenómenos como la clarividencia y la precognición; estas facultades mentales o fenómenos están dentro de los clasificados como paranormales, pero no son sobrenaturales.
Son tan naturales que pueden ser estudiados y analizados en un laboratorio, como se hizo en la Universidad de Duke en 1939 y otras universidades e institutos más que la siguieron. Las investigaciones de estos fenómenos son
perfectamente cuantificables estadísticamente, son fenómenos que pertenecen a la naturaleza humana, nada tienen de diabólicos, ni de divinos, pues el llamarlos así sería tanto como afirmar que se trata de fenómenos
sobrenaturales.
Existen distintos fenómenos que están dentro de lo sobrenatural, y dependiendo de su origen pueden ser llamados divinos o diabólicos; pero las facultades mentales son cualidades que poseen todos los
seres humanos en potencia; no todos las desarrollan ni dominan, pero todos las tenemos en forma latente, una o más de éstas facultades mentales. Existen muchos casos y reportes de esto, al grado que algunos consideran que ya no deberían ser denominados estos fenómenos como paranormales.
No se puede negar que existen un gran numero de estafadores y charlatanes que se autonombran profetas, iluminados, maestros ascendidos y con muchos más títulos inventados, que se dedican a leer
el tarot, leer el café, a la astrología, a hacer limpias, amuletos, etc; pero todos ellos solo buscan lucrar y sacar provecho personal a sus supuestas habilidades especiales.
La clarividencia, la precognición y otras facultades mentales más, se nace con ellas por simples designios de la genética humana; algunos las tienen muy desarrolladas, mientras otros las desarrollan al pasar
el tiempo, ya sea con ejercicios o simplemente surgen de repente; pero todas estas son habilidades naturales del ser humano, se les denomina paranormales porque es poca la gente que logra desarrollarlas y controlarlas, pero para nada son sobrenaturales, son tan naturales como el agua que bebemos todos los días.