31 octubre 2014

Noche de brujas: Halloween


Ya viene la noche de Halloween y también el Día de Muertos, dos festividades muy parecidas, pero con toques diferentes culturalmente hablando, hay muchos mitos sobre ambas, algunos de ellos muy exagerados y malintencionados por “fieles” a ciertos cultos religiosos. Pero debe de saber que estas celebraciones no tienen nada de maligno en ellas, no lo crea, sépalo muy bien.

La famosa frase de "Noche de brujas, Halloween" que es tan característico de la zona norte de México, representa muy poco, o más bien nada, al verdadero origen de esa festividad.

El nombre de Halloween se deriva de la festividad cristiano católica de la "Víspera del día de todos los santos" (All Hallows Eve) que se celebraba la noche del 31 de octubre, un día antes de "La festividad de todos los santos" que se festeja el 1 de noviembre, la cual instituida por el Papa Bonifacio IV en honor de la Virgen María y a los mártires de la Iglesia católica, pero posteriormente fue extendida dicha conmemoración en honor a todos los santos, de ahí su nombre actual de “Día de todos los santos”. Antiguamente se hacía una vigilia de oración en honor a los santos durante la víspera (tarde anterior), pero las costumbres “paganas” y el sincretismo cultural hicieron que esta tradición se modificara, resultando un festejo menos religioso y más terrenal, en donde las festividades desplazaron a la oración tradicional.

Por otro lado, mucho se dice que todo esto viene de los ritos de los antiguos celtas (y galos) para celebrar el día en que Samain, el dios de los muertos, que “invocaba a los malos espíritus a reunirse la última noche del año para examinar los acontecimientos del futuro y además para que visitaran sus antiguos hogares en la Tierra”. Y que cuando los romanos conquistaron los territorios dominados por los celtas, especialmente en Escocia e Irlanda, debido a sus costumbres, la añadieron al festival romano de "La Cosecha" que realizaban el 1 de noviembre en honor de la diosa Pomona, y cambiaron su celebración para el 31 de octubre. En la antigua religión de los celtas (que no tiene nada que ver con la “wicca”) sus clérigos, denominados druidas, acostumbraban encender grandes fogatas en la noche del 31 de octubre en la cima de las colinas, con el propósito de proteger a la comunidad de malos espíritus.

Pero siendo realistas, eso fue en el pasado, la actual celebración ya no tiene nada que ver con esa antigua practica, lo que hoy es el Halloween es netamente una festividad de origen cristiano católico, que hasta en su nombre se refleja, pero que con el paso del tiempo, la "Víspera del día de todos los santos" dejó de ser una fiesta religiosa y se convirtió en una fiesta laica, en la que algunas prácticas burlescas o satíricas relacionados con el sentido misterioso de la muerte se desarrollaron, convirtiéndose en el actual Halloween que todos conocen. Recordemos que a finales del siglo XIX, los inmigrantes irlandeses (principalmente de religión católica) introdujeron esta fiesta en los Estados Unidos. y con el paso de los años esta festividad entró en México y al resto de América.

En la celebración cristiano católica de "La conmemoración de los Fieles Difuntos" o "Día de Muertos", que se conmemora el 2 de noviembre, se levantan altares para recordar a los seres queridos que han fallecido. Estos altares, tradicionalmente se elaboran en siete escalones que representan los siete pecados capitales. En cada escalón se colocan objetos que pertenecieron al difunto; además se colocan una fotografía de él y alimentos y bebidas que le gustaban. Esto es según la leyenda mexicana que cuenta que, ese día, el espíritu de los difuntos regresa del Cielo para visitar a sus personar queridas y se lleva consigo algún alimento para el camino de regreso al cementerio. En las iglesias se hace una oración especial por el descanso eterno de sus almas. Aquí en México se relaciona mucho esta fiesta con los antiguos aztecas, quienes tenían una celebración muy similar en la que veneraban a Mictlantecutli y Mictecacihuatl “El Señor y la Señora del lugar de los muertos”, a quienes se le rendían honores de una forma muy parecida al actual Día de muertos.  

El Halloween, a pesar de ser de origen cristiano católico, se ha relacionado mucho con rituales de magia negra que practican sectas satánicas en esa fecha, pero no solo en esa fecha lo hacen, de hecho el “Sábado de Gloria” de la “Semana Santa” es otro día que ellos también usan para sus rituales, pero según a ellos les convenga los pueden realizar sin importar la fecha, por lo tanto no es que sea una fecha importante para ellos, lo hacen para burlarse de la tradición cristiana, por lo que no tienen nada que ver, de forma directa, con esa fecha.

La tradición y la festividad se pueden llevar de la mano sin estorbarse. El Halloween no le estorba, para nada, al Día de Muertos. La celebración del 2 de noviembre no será opacada por la otra festividad, pues ambas son toda una tradición, mezclada con algo de fantasía y mercadotecnia, la cual no tiene nada de maligno, aunque algunos “religiosos” la maquillen de maligna con sombras tenebrosas. Los jóvenes utilizan las dos fechas para hacer fiestas para divertirse, pero también para reflexionar, porque nadie sabe cuándo le tocará.

Así que ¡Feliz Halloween! y ¡Feliz Día de Muertos! No hay que tenerle miedo a los muertos, más miedo hay que tenerle a los vivos.

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1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente amigo, saludos...