06 diciembre 2019

Conmiseración y miseria: Degradación social


Es terrible ver como por todas partes surgen individuos, hombres o mujeres, que quieren opinar sobre todo, indignarse por todo, reclamar por todo y criticar todo, pero ellos solo son simples opinólogos de teléfono celular pagado por papá o mamá, que no estudian ni trabajan, no conocen del tema, no saben hacer nada productivo, ni aportan nada de provecho a la sociedad, pero de todo se quieren estar quejando y dando su punto de vista.

En el caso de algunos, el tener un título universitario de maestría o doctorado, no significa estrictamente que se trate de una persona inteligente, sólo que estudió mucho de un tema en especial y que aprobó los exámenes para la titulación. Tenemos varios “doctores” y “maestros” que se dedican a promover charlatanería política y pseudocientífica como si fuera algo real, palpable y tangible. Es más, esos títulos ni siquiera son garantía de que sean personas honestas o decentes.

Hoy machismo y feminismo son ideas obsoletas y caducas, lo que debe de prevalecer es la cultura de género, todos valemos lo mismo como personas por ser humanos. Debemos de decir no a la misoginia, no a la misandria, no a la homofobia, ni a ningún otro tipo de xenofobia o ideología del odio.

Muchos estuvimos a favor de las manifestaciones de las mujeres exigiendo más seguridad y protección para ellas, pero también estuvimos en contra de los viles actos vandálicos cometidos por vulgares delincuentes mezcladas en esas marchas. También hay muchos niños que han sufrido abusos sexuales por parte de pastores y sacerdotes, pero no vemos a sus familias rayando o quemando templos o iglesias. Ese no es el camino.  

Las buenas personas no roban por necesidad, por necesidad las personas se levanta temprano para ir a trabajar o para ir a buscar trabajo, no para ir a robar o asaltar. Las personas con valores y virtudes se pone a buscar trabajo, a vender zapatos, comida, fruta, a barrer las calles, a atender una tienda en una caja registradora, pero no a delinquir. No debemos de "romantizar" la delincuencia ni enaltecer lo deplorable.

Ahí radica la diferencia entre ser un simple número en el padrón electoral y ser una buena persona o un ciudadano responsable, en tus valores y virtudes. El malandro (persona mala) solo busca el camino fácil para no tener que trabajar y tener el gozo fácil. Pero así como rápido llega, rápido se va y siempre dejando consecuencias negativas para ellos.

Los miserables no buscan salir de la miseria, quieren que los demás los compadezcan, quieren causar penar y dolor en los demás para que estos les ayuden, sin tener que trabajar ellos mismos para salir de donde están. Pero ese es su negocio, es su círculo vicioso, conmiseración y miseria. El miserable solo busca que los demás lo vean miserable, y que lo conmiseren.

Hace tiempo mi padre al ir caminando por las calles del centro de la ciudad se encontró a un hombre pobre pidiendo dinero a los demás, con un pequeño niño cargado en sus brazos; mi padre se acercó y le dijo “¿Te gustaría trabajar? Yo te doy trabajo en un rancho cultivando y cosechando nopales, con alojamiento y sueldo para que puedan vivir bien”; pero ese individuo le respondió “No quiero trabajo, quiero que me den dinero, trabajar me cansa”. Y por eso mismo, ya nunca doy limosna a nadie.

Si nunca has construido nada, no tienes derecho a opinar o criticar algo que no dominas ni conoces. La libertad de expresión no es para decir barrabasadas ni gracejadas, mucho menos para mentir, por lo que no te puedes escudar en ella. Mejor di que no sabes, y ponte a estudiar, que algo de provecho podrás sacar de ello.

Dicen que el fin del mundo se acerca cada día más, y con esas actitudes tan patéticas de algunos, ya veo que sí. Si no ayudas a la sociedad, tampoco le estorbes, y deja pasar a los que sí quieren luchar por tener un mundo mejor y una mejor sociedad.

1 comentario:

Arevalo dijo...

¿Qué hacemos con todos los pobres? ¿Que los mate el gobierno como en Siria?