20 diciembre 2016

La necesidad del escepticismo


En esta era de la información y las comunicaciones hace mucha falta promover más el pensamiento analítico e inquisitivo entre las personas, y que la gente deje de creer tanto en creencias ilógicas e irracionales, como las supersticiones, charlatanería y cuestiones “mágicas”. Hoy en día cuando más es necesario tener un pensamiento escéptico ante todos los fenómenos, eventos o acontecimientos que nos muestran los medios masivos de comunicación.

Recapitulemos un poco. El escepticismo no consiste solo en "no creer en nada", pues eso solo sería un simple negacionismo. El escepticismo contemporáneo consiste en confiar en lo que es verificable por todos, que es palpable, tangible y que se puede probar. Es el “creer” (confiar) en el conocimiento corroborable y constatable por todos, en el saber sustentable en las pruebas hechas a la evidencia.

El escepticismo, antes de confiar en algo, analiza las cosas, y así checa si son reales o no. Descarta o confirma las suposiciones, no se deja llevar por la corriente de las ideas de apariencia extraordinaria. Basa su confianza en la certeza del saber y el conocimiento, no se cierra ante nuevos y distintos puntos de vista, pero todo lo analiza para no caer en engaños y errores que pueden costar caro.

Es muy lamentable que ideas de supuestos videntes, gurús, canalizadores, presuntos contactados o autonombrados iluminados tengan más espacio en los medios de comunicación, que las ideas de personas dedicadas al cultivo de la ciencia, la cultura o las bellas artes. Es muy triste ver que los gritos de los fanáticos de ideas erróneas e ilógicas, se impongan por la fuerza sobre el pensamiento racional, simplemente porque sus gritos hacen más ruido.

No podemos permitir que esto siga pasando, y debemos de hacer que las personas vuelvan al camino de lo humano, de lo lógico y racional, alejado de toda mentira y estafa de apariencia “sobrenatural” o “mística”. Recordemos que si hay algo que nos distingue de los animales salvajes, es la facultad de ser inquisitivos. Es deplorable ver que algunas personas prefieran creer en ideas que no tienen ninguna base sustentable o verificable, solo porque esas ideas son adecuadas a sus creencias. No podemos permitir que una creencia irracional esté por encima del saber y el conocimiento. Hay que aclarar, esto no es contra alguna religión en particular, pues las religiones no son más que normas morales para la convivencia humana en comunidad. Las religiones no son malas, aunque algunos de sus feligreses sí llegan a serlo.

Los charlatanes y timadores que se enfundan en el mundo del misterio con máscaras de misticismo o espiritualidad para llamar la atención y engañar a las personas publicando desinformación intoxicante son el verdadero peligro en un mundo que cada día más se hunde en el neo-oscurantismo que busca imponer su idiocracia.

Recordemos a los que promueven campañas contra la vacunación de los niños, los que dicen que las estelas de los aviones son rastros químicos (chemtrails) que envenenan a la gente, los que dicen que los eclipses causan terremotos, los que dicen que las ondas de alta o baja frecuencia pueden causar terremotos dirigidos, que los extraterrestres nos salvarán de algún cataclismo que está pronto a suceder. La promoción de esos modernos mitos, puede acarrear grandes riesgos para la seguridad, salud e integridad de las personas en un futuro cercano.    

Por eso es muy importante promover el pensamiento escéptico en la familia, en la escuela, en todas partes, para no caer como borregos en la trampa del lobo de la mistificación y la desinformación. Hay campañas que promueven al escepticismo, pero hace falta mayor difusión para evitar que los contenidos basura de los medios y las redes sociales corrompan más la mentalidad de los jóvenes de hoy.

Una de esas iniciativas importantes es la del Día del Escepticismo, que se conmemora el 20 de diciembre, fecha en que falleció Carl Sagan, en 1996. En el año de 2009 se llevó a cabo por vez primera a iniciativa, original  de Ezequiel Del Bianco, titular del blog Proyecto Sandia, en respuesta a esto varios blogueros y escritores de distintos países publican artículos dedicados a este importante tema.

El escéptico no busca el creer en algo, busca el saber, el conocimiento de lo que es real, no encadena su mente a creencias que necesitan ser creídas para ser “ciertas”, pues eso sería engañarse a si mismo. Y ese sería el peor de los engaños.

Razónalo un poco, y podrás comprender que es real, no lo creas, sábelo. ¡Feliz día del escepticismo!  

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